[15] Premio

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Andrew.

Las sábanas que le pedí a mi nana eran para arropar a Isabella. Aquí en el día hace un calor del infierno, pero cuando el sol se oculta, el frío se apodera. No quiero que ella se enferme.

Hago el camino hacia la cocina y me pierdo entre ollas y sartenes, para darle una cena digna de una reina... Espero que sea de su agrado.

Hoy le diré la verdad y si todo sale como lo imagino, le pediré de una vez por todas que sea mi novia.

Es el momento perfecto para contarle toda la verdad. Terminamos de cenar, y la guío hasta la sala. Suspiro y tomo asiento frente a ella.

—Sabes muy bien que me gustas. —La veo directo a los ojos. — Pero primero quiero confesarte. —Se hace un largo silencio entre los dos, pero cuando me decido hablar lo que sale de mi boca, no es lo que quería decir y sin pensarlo le pregunto a ella...—Isabella quiero que seas mi novia.—Suelto sin anestesia. Estoy tentado a golpearme la frente con la palma de la mano extendida pero me aguanto.

Sus ojos han tomado un brillo especial.

—Pensé que un hombre como tú, jamás le pedirías ser tu novia a una mujer.

—A tí, si. Tú eres especial.

Soy testigo de como sus ojos se cristalizan y asiente muchas veces.

—Si quiero ser tu novia Drew.

Supongo que la verdad tendrá que esperar unos días más, no quiero arruinar este momento.

Sin decir nada la tomo en mis brazos y la siento en mi regazo. Llevo mi mano hacia su mentón, nuestros ojos se conectan. La beso muy lentamente quiero demostrarle todo lo que me hace sentir.

Isabella

Drew deja un camino de besos de mi mandíbula hasta el lóbulo de mi oreja.

—Eres mía. —Susurra en mi oido.

—Y tú solo eres mío. —Respondo en el mismo tono. Se suponía que solo nos daríamos un beso para sellar nuestra relación, pero el beso se tornó ma apasionado. No se en que momento Drew me saco la camisa, lo que si sé es que yo también le quitaré la suya.

Poso mi mano en el pecho de él, siento como se tensa bajo mi tacto y me gusta. Con un dedo delineó su abdomen, hago una línea invisible que pasa por su ombligo y solo se detiene cuando topa con la hebilla de su cinturón.

Posa su mano en mi espalda y hace el camino hasta mi sujetador, me ve a los ojos como pidiendo permiso y solo asiento. Muerdo mi labio inferior sé que mi mayor atributo son mis pechos pero nunca había llegado con alguien hasta aquí, y sinceramente me siento un poco cohibida. Siempre he considerado mis pechos demasiado grandes y realmente no sé si a él le gustan más pequeños.

—Son perfectos. —Doy un suspiro. —No llegaremos muy lejos, pero quiero probarte. —Nuevamente asiento.

Veo como se lleva un seno a su boca mientras me roba un gemido, lo lame, chupa. Le brinda la misma atención a mi otro pecho. Tengo la cabeza echada hacia atrás mientras entierro mis uñas en el cabello de mi...novio.
Su boca busca la mía y no puedo hacerme de rogar.

Me encanta todo lo que estoy experimentando con él... Pero de imprevisto la puerta se abre, toda la excitación se esfumó de mi cuerpo estoy paralizada.

Drew se encarga de cubrirme con su cuerpo, pero yo solo puedo pensar que mi padre me encontró en esta situación.

—Salgan de aquí.—Ordena Drew, pero yo estoy llorando. —Hey... Ya se fueron.

Un Vaquero Enamorado.Where stories live. Discover now