Un Vaquero Enamorado.

[19] Verdad

Isabella

Casarme con el idiota del vecino, que se cree la gran cosa... ¡Jamás! Me niego a casarme con él, solos para protegerme de un idiota rencoroso.
Por muy mi padre que sea, no puede obligarme a casarme, ya soy mayor de edad.

Drew se hace presente en mis pensamientos. Como le diré que mi padre me quiere casar con su patrón. Pensara que soy una interesada...Que solo le importa su estatus, y el solo fue una diversión. Limpio de forma brusca la lágrima traicionera que he derramado.

No quiero perder a Drew, es lo mejor que ha podido llegar a mi vida, y haré lo que sea por tenerlo a mi lado.

Un golpe en la puerta llama mi atención.

-Pase-. Por esta entra el ama de llaves.

-Señorita su padre me pidió que le subiera la cena-. Asiento y espero que ella se marche.

****

Estuve esperando a Drew parte de la noche despierta, él faltó a su palabra y no llegó. Mi padre no ha venido hablar del tema de la "boda" con el vecino, supongo que si me mantengo firme, mi padre en cualquier momento se dará por vencido. Y podré seguir con la relación que tengo con mi Drew, mi sexi vaquero.

Mi padre ha de pensar que soy una inmadura y que me en cerraré en mi habitación hasta que se me pase el berrinche, pues no, ni que tuviera quince años. Necesito ir con un ginecólogo para que me recete la pastilla y así evitar un embarazo.

Tomo mi bolso y revisó que llevo lo necesario, dejo la tarjeta de mi padre que aún no le devuelvo y solo guardo la mía. Hace un rato avisé que saldría, para que prepararán la camioneta, no puedo, ni quiero posponer la visita al médico. Sé que al empleado que le pedí que preparara el vehículo, no tardó mucho en ir a contárselo a mi padre, ya que este está justo en la entrada, camino hacia él y lo saludo.

-Buenos dias padre-. Eleva una de sus cejas pobladas. Y me ve tan intensamente como queriendo leer mi mente, Sonrió de lado.

-Buenos días, ¿hacia dónde te diriges?- No me sorprende su pregunta.

-Voy al pueblo vecino-. Respondo.

-Lo sé-. Solo lo haga para sacarlo de sus casillas, solo espero pacientemente a que continúe.

-Al ginecólogo padre-. Lo veo directo a los ojos. Quiero ver si es capaz de prohibirme que vaya ahí.

-Te acompañara una cuadrilla de vaqueros-. Lo sabia no permitirá que vaya sola. Solo asiento y me acerco a él para besarle la mejilla. Me dirijo a la camioneta que está en la entrada, donde me espera para salir.

Llegar al pueblo vecino nos tomó media hora. Estuve investigando y un doctor puede recibirme exactamente en veinte minutos y no iba a desaprovechar la oportunidad. Ayer espere a mi novio, esperaba que llevara la pastilla del siguiente dia, pero de seguro algo le surgió. Tengo su número de celular para llamarlo pero no quiero molestarlo. Según sé está ayudando a mi padre con lo del caballo, espero que su patrón no lo regañe.

¿Quien puede estar tan podrido por dentro, para querer hacernos daño? Mi padre es un hombre maravilloso, yo apenas voy llegando a casa después de tantos años. Solo espero que el sheriffs lo atrape antes, de que vuelva atacar.

Salgo del consultorio con una gran sonrisa en mi rostro, el médico que me atendió no era un modelo de treinta años con el cuerpo de Charlie Matthews. Al contrario era un hombre de unos cincuenta y dos años muy amable, con una paciencia de primera y muy dispuesto a ayudarme con todas las preguntas que llegaron a mi cabeza.

***
-¿Entonces fuiste al médico?- Pregunta un poco serio Drew.

-Si, me atendió el señor Thompson. Es una persona muy servicial.