Un Vaquero Enamorado.

[26] Te amo |1|

Isabella

Todo volvió a su causé, como debía de ser. Pero hay algo que le hace falta a mi vida, soy hija del dueño del rancho Golden...no quiero ser reconocida de esa manera, ya no quiero ser la hija de nadie, la esposa de nadie. Quiero ser Isabella la que contribuyó en algo, la que organizó algo. Ya no quiero seguir así. Por eso he decidido ser quién vea por este pueblo, ayudarlo a crecer y que mejor que comenzar con la construcción de una pequeña Universidad.

Sé que en el pueblo no es tan grande, pero en cada rancho hay viviendo más de quinientas personas. De las cuales sé que hay muchas que estarían dispuestos a mandar a sus hijos a iniciar o retomar estudios que hayan dejados inconclusos.

Aún no se lo menciono a Andrew, pero se que amara la idea. Sé que ese proyecto llevará su tiempo. Por eso he decido que mientras eso se hace realidad trabajaré con la tienda de la que es dueño Andrew, si esa en la que supe que él era el heredero. Mi madre era muy buena diseñando y la otra noche en casa de mi padre encontré algunos, bueno muchos bocetos preciosos que mi madre de seguro diseño en sus tiempos libres estoy tan emocionada que he decidido compartirlo con todos. Quiero que todos sepan el talento que mi madre tenía oculto.

Estoy un poco nerviosa con los resultados que el Diablo traerá hoy. Su amigo es muy puntual todos estamos nerviosos pero a la vez desean saber quién más está trás todo esto. Ya quiero que la persona que fue capaz de quitarle la vida a un inocente animal pague. Aún no puedo creer que alguien sea capaz de torturar hasta ese nivel. Quiero que la ley del talión se cumpla. Deseo que la persona que le causó la muerte al caballo y nos ha hecho estás semanas un desastre, sufra el mismo daño que ella provocó.

"ojo por ojo, diente por diente"

Dice el enunciado de esta tan famosa ley. Y de la cual estoy adoptando. No soy una mujer tan buena para decir que no les deseo ningún mal a esas personas, quiero que paguen todo el mal que han hecho.

*****

Un rato más tarde por fin llega el Diablo. Lo veo de pies a cabeza definitivamente es un hombre guapo estoy casi segura que si hubiera conocido a él antes que a Andrew en este momento estaría rendida a sus pies, aunque es un hombre un poco mayor.

Él comienza hablar y todos guardamos silencio.

—Efectivamente como el señor Cahill dijo se trata de su primo y de su hija que quieren la fortuna para ellos.

¿Que? Dijo prima. Se supone que de familia solo tenía a mi tía y a su esposo. Y ahora me entero que tengo una prima lejana pero al fin y al cabo prima, que me quiere hacer daño. Bueno no sólo daño quieren matarme para quedarse con lo que le pertenece a mi padre. Gael Gibson es muy eficiente, él dice que su contacto lo es. Aunque todos sabemos que el es muy bueno.

Seguimos hablando de lo que se hará para poder obtener una confesión de ellos y así poder mandarlos a prisión, donde merecen estar. Si todo lo que se habló hoy aquí se hace al pie de la letra todo saldrá muy bien.

****

Dos semanas después

Estoy tan emocionada hoy cumplimos otro mes de conocernos Andrew y yo, y muero por saber si se acuerda de este día tan especial porque yo jamás podría olvidarlo. He pasado los últimos días pensando que puedo regalarle a una persona que lo tiene todo. Llevo mi mano a mi vientre dando masajes sin darme cuenta, Aunque pensándolo bien, el mejor regalo que le puedo dar es que lleve a nuestro hijo en mi vientre.

Sé que debo de ponerme en control prenatal hacerme la primera ultrasonografía vaginal para saber como sigue el estado de mi bebé cuando desperté en la clínica ya me habían hecho la ultrasonografía y quiero poder escuchar el corazoncito de mi bebé saber exactamente cuántas semanas tiene. Aunque lo más seguro es que, quedé embarazada la primera noche ya que después estaba protegida.

Bajo las escaleras con una emoción que claramente se puede leer en mi rostro y obviamente no es solo por el embarazo.

—¡Buenos dias! —Saludo a todos en la mesa.

—Buenos días. —responden.

Tomo asiento y disfruto de mi desayuno. Veo de reojo el lugar vacío de Andrew y Román. Obviamente ellos estan trabajando.

Horas más tarde subo a mi habitación, abro el clóset y busco todos mis conjuntos de lencería y comienzo a probarme uno tras otro. Aún conservo mi abdomen plano, no tengo ni dos meses de embarazo. Puedo aprovechar que no me veo tan mal. Si estuviera redonda seguro Drew dirá que me veo preciosa. Al fin decido cual usaré, Guardo todo y la puerta es abierta por él.

Sonrió muy feliz y camino hacia él y lo tomo por las mejillas para plantarle un beso.

—Veo que amaneciste de buen humor. —murmura muy cerca de mi boca.

—Si. Esta noche te tengo una sorpresa.

—Eso suena muy bien. —asiento. —¿Y que celebramos? —umm....lo veo a los ojos esperando ver diversión en ellos,pienso que me está gastando una broma.

—Tú lo sabes. —digo juguetonamente, Sonrie y en sus ojos puedo leer su confusión, cierro mis ojos, no lo puedo creer que lo haya olvidado, me alejo de él y camino fuera de la habitación mis ojos son mar de lágrimas bajando las escaleras tropiezo con Georgina y sin pensarlo dos veces la abrazó.

Andrew

Veo a Isabella en el sofá con su mano derecha acariciando su vientre, quizás para ella solo sea una caricia sin importancia mientras ve a la nada. Pero sin duda es una caricia para nuestro hijo no lo puedo negar estoy un poco asustado no sé si seré un buen padre para el pequeño que crece en el vientre de ella, pero sin duda daré lo mejor de mí para que ese pequeño tenga una buen ejemplo, así como yo lo tuve. De seguro si no hubiera olvidado comprar la pastilla para Isabella no estaría embarazada pero las cosas son así no las podemos cambiar.

En los últimos días pasa mucho tiempo pensando ya le pregunté qué es lo que piensa pero siempre responde en nada que simplemente se queda ida o dormida despierta. obviamente no le creo.

***

—¿Sucede algo primo? — la voz de Georgina me saca de mis pensamientos.

—Tal vez, aunque no lo sé. —frunce el ceño pensativa.

—¿Es Isabella? —asiento. —¿Que le has hecho?

—Ese es el problema. No le he hecho nada pero esta muy extraña.

Observo como se lleva las manos al rostro.

—Ustedes los hombres son unos imbéciles, nunca saben nada. —Ahora estoy más confundido. —Sabes que día es hoy, ¿cierto?

—¿Jueves? —tanteo pero lo único que consigo es que me dé un golpe en el hombro.

—Hoy hace cinco meses conociste a Isabella. —Suelta y me atragantó con mi propia saliva. —Supongo que está molesta contigo, por que no fuiste capaz de recordar está fecha. —asiento otra vez, ahora comprendo por qué ella se molestó por la mañana  —Andrew ella lloró,

—¿Por qué?

—Andrew ella ha vivido mucho en tan pocos meses, primero la boda, segundo el accidente, el embarazo y si le agregamos que ella piensa que no la  amas, eso es muy difícil...

—Espera, espera. ¿Por que dices que no la amo? —Me ve como si fuera un estúpido.

—Andrew ella te dijo que está enamorada de ti y tu simplemente has hecho oídos sordos.

—Pero yo la amo. —respondo de inmediato.

—¿Se lo has dicho ella? —niego.

—Pues que esperas ve y dile que la quieres, deberías de comértela besos y mimarla ya que anda muy sensible.

—Si tú ya sabías que las cosas no andaban nada bien, ¿Por qué fingir que no sabes nada?

—Quería corroborar lo que mis amigas dicen de los hombres. —Se encoje de hombros. —Primo deberías de agendar este día en el calendario de tu celular. Ya sabes para qué no vuelva a suceder, no siempre estaré para ayudarte.

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Izadkielita.