[25] Román

13.8K 1.1K 71
                                    



Al día siguiente el diablo llegó al rancho a Sky armándose de paciencia por si volvía a encontrarse a la parlanchina empedernida de ayer, se notaba a leguas que le interesaba esa pequeña habladora.

Hoy necesitaba hablar con Isabella acerca si aun pensaba comprar la propiedad o simplemente desistió de hacerlo según estuve investigando por mi lado todo resulta que es por una rencilla familiar pero eso aún no está muy claro necesito hablar con todos

Isabella.

—Andrew estoy bien, ayer sólo me desmayé por la impresión.

—Ok, ¿Y el diablo viene hoy?— pregunta un poco molesto.

—Sí. —respondo, veo la mueca que hace con la boca, sé muy bien que no le agrada que él venga muy seguido al rancho.

—Muy bien. Me avisas cuando llegué. —asiento, lo veo marcharse.

—Con los meses se irá poniendo peor. — asiento nuevamente a lo que Georgina me dice. — Y tú quita esa cara o juro que te en cerraré en mi habitación hasta que se vaya el diablo. —veo a la amiga de Georgina, Alexandra que está que quiere saltar de la felicidad por ver una vez más al diablo, pero otra parte está que quiere tirarse de un puente cuando recuerda todo lo que le dijo a ayer.

—Puedes hacerme lo que quieras con tal que no me siga auto-humillando ante semejante hombre. — la veo llevarse las manos al rostro cubriéndose por semejante vergüenza.

—Aún no puedo creer que le dijeras enfrente de su madre que hace un año le estabas haciendo sexo oral a tu ex. —muerdo mi labio inferior para contener la carcajada que amenaza con salir, por respeto a ella me contengo.

—Ustedes sigan riendo a mi costa. No entienden cuan nerviosa me pongo pienso demasiado todo lo que digo, tanto que mezcló lo que quiero decir lo que quiero esconder, como es lo de mi ex pero todo al final se mezcla y sale en mi verborrea todo lo que no quiero decir ante él es tan triste que no necesito a nadie para ponerme vergüenza, yo solita me basto — dice tan triste que hasta me conmueve. — Quisiera pedirle una disculpa aunque con la suerte que me cargo terminaré regándola a todavía más. — Georgina pone una mano en su hombro y le susurra unas cuantas palabras de consuelo seguramente.

—Solo te sucede con él, ¿cierto? —asiente. — eso me he dado cuenta ya que con los demás eres más tranquila y no tan intensa aunque con la historia de tu gallina nos dejas con  traumas a todos.

—Cuando nazca tu hijo le regalaré un gallito y una gallinita.

—¿Descendencia del gallo flyn? — preguntó con una gran sonrisa.

— Si, son descendientes que nacieron del gallo flyn y de la gallina Whitney,  los que le voy a regalar a tu hijo nacieron de un mismo huevo; son una cosita hermosa.

mi hijo tendrá mascota mucho antes de nacer aunque no pienso contarle la historia tan traumática a él.

—Me encantará que se los regales. — sonríe, continuamos desayunando hasta que me informan que el diablo ha llegado y me da un poco de risa ver la cara del espanto de Alexandra.

—Tranquila solo le das un saludo de Buenos días y  te puedes encerrar en el cuarto de Georgina.

****

Gael pidió que todos estuviéramos reunidos y así lo hicimos, Andrew qué quería estar presente le vino como anillo al dedo.

—Muy bien ya que estamos aquí. Supongo que Isabella ya les ha dicho que su amnesia no fue más que un show. — No puedo creer que no tenga tacto al decirlo.

Un Vaquero Enamorado.Where stories live. Discover now