[26] Te amo |2|

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Andrew.

Rasco la parte inferior de mi cuello nervioso, no sé si a Isabella le gustará mi obsequio de aniversario, o mesario no sé como llamarlo, definitivamente. Hace cuatro meses mande hacerle un arreglo al collar de  ancla que una vez mí abuelo le regalo a mi abuela, en realidad es muy parecido al que le regalé de madera. Me gustó el dije de madera pero quería regalarle algo mas significativo, solo que esta en diamantes rosa y definitivamente quedó muy hermoso se lo daré como símbolo de un nuevo comienzo, como un presente de lo que ella significa para mí.

La amo pero eso no hay que escribirlo, tengo que decirlo para que le quede bien grabado lo que siento y no tenga dudas. A veces —La mayoría. — uno como hombre siempre da por sentado muchas cosas y llegamos a pecar de ingenuos, como es en este caso. Yo pensé que siempre había sido claro con Isabella, pero por lo visto me equivoqué, ahora tendré que decirlo de frente para que no le quedé ninguna duda de que que amo cada parte de ella, sus ojos, cabello, su personalidad, su carácter...todo, absolutamente todo

Sé que puedo hacer una cena, comprar flores pero eso no es lo que ella quiere. Ella solo quería que yo recordara que hoy es un día especial.

Solo iré y sacaré de mi caja fuerte personal lo que tengo en mente. Cuando nos casamos pensé en darle de una vez todas las joyas que mi madre me heredó, pero por una cosa y otra, siempre se me olvidaba. Hoy no será ese día que le de todas esas, de seguro piensa que la estoy comprando.

Georgina es la que más joyas tiene en la familia ya que ella heredó las joyas de mi tía, la de nuestra abuela materna y la de su abuela paterna que esa si era una adicta a las joyas. Así  que ella tiene muchas pero muchas joyas. Se puede decir que ella es la heredera más rica entre mi primo, ella y yo. Sé que solo heredó de su padre el 10% de su fortuna, pero a la muerte de su madre heredará el 25% de lo que dejo su padre a su madre, y sin contar que también será dueña del 25% de todo el rancho.

Paso todas las medidas de seguridad de la caja fuerte y saco lo busco, cierro y me dirijo al ascensor para llegar a la última planta donde esta mi habitación. No sé cómo reaccionar si aún la encuentro llorando, sinceramente espero que hoy no sea ese caso.

No toco la puerta, abro y la encuentro de espalda viendo por la ventana. Camino hacia ella sin hacer ningún ruido, solo cuando estoy a unos cuatro pasos de ella hablo.

—Isa.

Mi voz la saca de su pensamientos y su rostro busca mi presciencia hasta que rápidamente da con está.

—Si. —no me ve con reproche pero si puedo notar que está un poco triste con solo el sonido de su voz y como dijo mi prima ha llorado sus ojos la delatan.

—Quiero que me disculpes por mi falta de memoria. —Me regala una pequeña sonrisa que hace que se me caliente el pecho. —No soy bueno para guardar fechas. —nuevamente en el día rasco la parte posterior de mi cuello. Si estoy realmente nervioso.

—Ahora lo entiendo, solo que a veces se me olvida que tienes mucho trabajo y cosas como estas se le olvidan a la mayoría de los hombres. —se encoje de un hombro y una vez más sonríe para mí.

—Maldita sea en verdad lo siento, no quise olvidarlo. Sé que esto sonara a escusa pero no sabes todas las cosas que tengo en mi cabeza y con la amenaza de muerte que hay contra tí, es poco lo que descanso. Hay muchas cosas que se me olvidan y hoy fue una de esas.

—Estoy bien, mi vaquero sexi. —niego repetidas veces.

—No, no lo está. —camino lo que falta para llegar a ella, llevo mis manos a sus mejillas. —lloraste. —afirmo.

—Solo un poco, creo que me faltan muchas lágrimas que derramar en estos meses.

—Espero que sean muy pocas, porque no seré capaz de verte llorar por mucho tiempo. —beso su frente. —Si aún no es muy tarde quiero regalarte esto.

Un Vaquero Enamorado.Where stories live. Discover now