Ponte en mi lugar.

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Marco es bipolar, okey, no. Pasa que muchas veces como hermanos mayores queremos ser egoístas pero no podemos por el bien de nuestros hermanos. Se los digo por experiencia propia, así que no se enojen con él hombre :v

Jamás podré olvidar cuando te conocí  desde entonces no fue igual ojos llenos de saber y de tanto poder. Cuando dijo “¡Hola!” Olvide quién diablos era. Enciendes mi corazón y esto no es un juego.

—Mucho en gusto en conocerte—sus manos le temblaron cuando le invito a una pieza de baile—Pareces ser una persona con poca satisfacción—murmuro apenas empezando el baile.

—No sé de qué habla, usted debería retractarse—amenazo de manera dulce aún sin mirarle a la cara.

—Usted satisfecho jamás estará—le hizo dar una vuelta al ritmo de la música—somos iguales.

Él no pudo evitar reír al dar unos pequeños pasos en la zona de confort. Sujeto los hombros con fuerza. Sus dedos acariciaron suavemente, disfruto la cercanía sin importarle como su hermana había estado cautivada por él chico. No iba a renunciar a alguien que le estaba ofreciendo la esperanza de proveer para satisfecho estar. Porque en algo estaba en lo cierto, nunca estaría satisfecho, no podría negarse la oportunidad de tener un papel estelar en la función.

—Eres un idiota—confeso de manera confidencial dejándose guiar en el baile—solo te falta unirte a mi—bromeo sin ser consciente de sus palabras.

Él chico solo se rió ante aquella idea. Apretó los brazos en la cintura dejándose iluminar por la luz de la luna roja, todos se habían hecho a un lado para dejar que él príncipe del Inframundo consiguiera su cometido.

—¿Quién dice que no ya lo hice?—los susurros a su alrededor alertaron al castaño, su piel era bronceada por un tenue color rojo.

Su boca se secó ante la mirada brillante que la reina del Inframundo le estaba dando. Los labios de Eclipsa se habían abierto como si no pudiera creerse el momento y sus marcas de picas brillaron intensas. En un tipo de sonrojo.
No pudo, pensó en su familia, en todo lo que estaba arruinando. En como su madre se había encargado de hablar maravillas del chico de los Lucitor para que Eclipsa aceptará ir al baile.
Era el mayor, y por ende debía ser el menos visto. Cómo alguna vez lo fue su tío.

Sus pensamientos se contradecían de manera inevitable. No quería obtener algo si con eso dejaba indefensa ha su hermana. Se apartó bruscamente, tanto que tropezó hacia atrás cuando él de cabello salmón intento tomarlo de las manos. Pero es que tres verdades fundamentales le llegaron a la mente de solo recordar que tipo de discreción debía mantener. En un movimiento rápido lo tomo de la mano dispuesto a cumplir su deber.

La número uno fue que era un chico en un mundo donde su único trabajo es casarse con una mujer rica, alguien que pueda ser útil en el reino. Su madre no tuvo más hijas así que él debe ser quien suba socialmente.
Es él más grande y él más ingenioso.  Lo que rumorean en el reino  es insidioso y Tom tiene todo lo necesario para casarse con su hermana menor, pero nunca con él.¡Ja! Eso no significa que lo quiera menos.

—¿Dónde me lleva?—pregunto Tom logrando atraparlo en el instante en que la luna dejo de brillar encima suyo.

—Voy a cambiar su vida—sonrió arrepentido de lo que estaba ha punto de hacer, arruinar su propia felicidad.

—Entonces, guíame—él joven de cabello salmón y tres ojos pensó que obtendría un beso.

Fue llevado por todo el salón lejos de la escena que acaban de montar. Pero en ningún momento pensó que sería puesto enfrente de una mujer de cabello precioso y un par de picas en las mejillas.

—Eclipsa Butterfly. Es un placer conocerlo—saludo la chica haciendo una pequeña reverencia.

—¿Butterfly?—cuestiono intrigado mirando al castaño esperando una respuesta.

—Mi hermana

Número dos, podía imaginarse que esta tras de él porque es él hermano mayor del trono Butterfly, posible heredero.
Eso eleva su estatus, tendría
que ser ingenuo para dejar eso de lado. Talvez es por eso que le presento a Eclipsa. Ahora ella podría ser su novia.

Bien hecho, Marco, el tenía razón, nunca estarás satisfecho.

—Gracias por su atención—Eclipsa se permitió sonrojarse al ver cómo Tom se inclinaba tomando su mano y besando el dorso de está.

—Si llegase a tomar una guerra para conocernos, valdría la pena—sonrió de lado guiñándole un ojo cómplice.

—Te lo dejo a ti—dijo con una sonrisa que ocultaba su dolor. No podía quedarse a ver cómo se coqueteaban mutuamente. Marco se alejó resignado a nunca ser feliz.

Número tres, conoce a su hermana como su propia mente o más.
Nunca encontrarás alguien tan confiada y amable. Sí le dijese a ella que lo ama ella se resignaria, él suyo sería.

Pero Tom arruinó todas sus expectativas. Se alejó de la chica con un suave murmullo, uno que desánimo a la Butterfly menor pero que al mismo tiempo le ocasionó una sonrisa feliz.
Le siguió de cerca, como si no pudiera alejarse de él. Eso era algo realmente nuevo. Está listo para apartarse y nunca mirar hacia atrás.

—¿Por qué me presentaste a tu hermana?—le interrogó el chico tomándolo del brazo y llevándolo hasta un balcón cercano.

—¿Por qué no iba ha hacer lo?—cuestiono rígido intentando soltarse—ella es la heredera para el trono, claramente es mejor opción que yo.

—¡Cómo puedes hablar como si no te importará?—lo tomo de los hombros con los ojos brillando en irá.

—¿Como no puede importarme?—le dió un ligero empujón apartándose sin importarle la ira que parecía brotar de sus ojos y cuerpo—¡Es la felicidad de mi hermana, no importa si debo dejar de ser egoísta, no me detendré hasta que sea seguro para ella!

—No me detendré—aseguro respirando profundo para no lastimar al chico—no me casare con tu hermana, ni con otra persona que no seas tú...

Marco suspiro recordando los momentos más importantes en su vida. En como podía contradecirse de manera tan profunda en unos momentos cuando era joven.

—¿Me estás escuchando Marco?—la voz de Comet le hizo asentir al moreno—porque mi madre quiere que vayas al baile de la campana de plata.

—¿Por qué?—entre cerró los ojos observando al muchacho rubio.

—Porque los Lucitor aceptaron participar sí estabas presente—le resto importancia—mi madre no piensa desperdiciar la oportunidad de volverse a los Lucitor.

La corona del Rey.Where stories live. Discover now