Que la torre se rompe.

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Comet apareció por el Inframundo cuando todo se calmó. Cuándo Tom logro hablar con Mateo y su hermano.
Cuando abrió un portal hacia el castillo de los Lucitor no traía más que un par de pergaminos enrollados.
Se le invito a pasar cuando apareció en la gran puerta se tonalidades rojas un demonio de traje pulcramente planchado, con una rosa de fuego en el bolsillo del saco que no parecía arder resaltando perfectamente con el color negro que este poseía. La camisa que parecía ser de manga larga en color blanco, resaltando con la corbata negra que llevaba puesta fue quien le invito a pasar.

—En un momento llamo a los amos—le aviso suavemente como si temiera asustarlo—puede tomar asiento, o si gusta pasar a los jardines. En un momento vendrán los señores.

Comet asintió mirando de reojo los grandes pasillos que parecían no tener fin. Aunque tenía una ligera sospecha de que el color oscuro de fondo era el que hacía tal efecto. Le restó importancia mirando la sala, se sintió tranquilo al saber que era muy probable que su hermano se encontrara aún más feliz ahí que en su propio hogar, con su familia cercana. Algo se lo decía y no iba ha reclamar por eso.

Entonces prefirió sentarse en vez de investigar. Sostuvo con fuerza los papeles y con una calma extraordinaria se quedó mirando hacia la nada pensando en todas sus opciones. En cuál de todas las que tenía era la mejor para él, para su reino. Porque no quería ser feliz a costa de los demás. Aunque por dentro anhelaba tomar la opción que le permitiera simplemente pensar en su felicidad por una maldita vez.

—¿Qué sucede?—cuestionó una voz que conocía ha la perfección—¿Hay alguna emergencia?

Sonaba preocupada. Cómo si no esperara su aparición por esos lugares. Aunque podía entenderlo, llevaba un buen tiempo viviendo en la tierra sin comunicación alguna con Mewni o su hermano mayor. Era más por evitar caer de nuevo en las mentiras de su madre que por otra cosa.

—No, no es nada realmente grave—aparto sus pensamientos y mirada del punto inexacto que observaba con gran interés hasta hace pocos momentos—dependiendo del lado que te encuentres—confesó con una mueca marcando su rostro.

—Comet—reprochó la voz con calma consiguiendo que el menor respirara profundo en un intento absurdo de relajarse—dime, ¿Qué sucede?

—Mi madre—soltó sin más levantándose de su lugar—ella ha estado mintiendo todo este tiempo—caminó hasta el chico castaño que se encontraba a pies de las escaleras, con todo el cabello revuelto y la ropa fuera de lugar.

Extendió los papeles con firmeza y cierto grado de fuerza. No era extraño que alguien de la realeza entregará algunos papeles de gran importancia de la misma forma que Comet, era para demostrar la importancia en el documento, pero sin perder la elegancia que debía acompañarlos siempre.

—¿Qué es esto?—cuestionó confundido.

Se acercó sin darse cuenta sujeto el documento, la mueca de confusión que apareció por sus labios fue algo que no esperaba
Pero los abrió intranquilo, Tom no estaba hasta que terminara sus asuntos pendientes con los reinos que pidieron una junta con el gobernante del Inframundo y su futuro sucesor.
Comet miro de arriba hacia abajo a Marco, le sorprendió encontrarlo con el cabello castaño largo, como si fuera el cabello de una chica. Aunque se imaginaba que fue hecho con magia, más fácil de quitar y no ensucias realmente nada.
Llevando puesta una chaqueta roja encima de lo que parecía una blusa de tono blanco y una falda negra. Qué resaltaba con unas medias largas y blancas que llegaban hasta la mitad del muslo del chico. Todo ese atuendo pudo haber alborotado sus hormonas si no fuera por las pantuflas rosadas de conejos que llevaba puesta.

—Te queda bien—declaró con una sonrisa fácil.

Pasar tiempo con Marek en la tierra le había enseñado un par de cosas. Tal vez no le gustaba tanto Marco como creía. Es que ya no le ocasionaba esos nervios primerizos de cuando creyó estarse enamorando del mayor.

—Gracias—expresó sin apartar la mirada de lo que leía.

Marco estaba sorprendido, ¿Cómo podía esa mujer hacer tal cosa?, Negó, ocultó el tapizado familiar que le correspondía a su hijo mayor. La ira se dislumbro unos instantes en su cuerpo tensandose, la ira surgió de manera irregular y áspera recorriendo por cada parte de su cuerpo, desde la punta de los pies hasta los cabellos que se erizaban en su nuca. Sus ojos brillaron en una tonalidad de café oscuro, eran opacos y sin vida. Algo muy dentro, un sentimiento de protección y culpa nació desde el fondo.

—¿Esto es lo que querías decirme, Comet?—observo como el chico de cabello retomaba su lugar en el sofá.

Intento no desaparecer la mitad del castillo con su magia cuando una sonrisa triste y opacada llegó a sus ojos. Porque aunque el chiquillo le resultará irritante, realmente amaba a su familia.

—No, leí tu tapiz: “Atormentado por su estado y destino. Su deber es proteger lo que es incalculable”.—Pronunció mirando con atención ese ahora largo cabello castaño agitarse—¿Es por esto que nunca me verías más allá que un familiar?

—Comet, yo no podría—negó dando un pequeño paso hacia atrás—eres familia, eres lo poco que queda de nuestro legado familiar.

—Lo sé—se despidió agitando la mano y sacando un par de tijeras dimensionales—. Y te lo agradezco, creo que por eso soy feliz ahora. Tu intenta serlo, sin pensar primero en la familia.

La suave sonrisa del rubio con rayos en las mejillas hizo que soltará el aire que mantenía retenido. No sabía cómo tocar esto con Tom, era un asunto delicado. El reino le pertenecía, en caso de que no pudiera o no le interesará gobernar Snow estaba en todo su derecho en subir al trono, si todos los ciudadanos de Mewni se enteraban tal vez se armaría una guerra interna por poder. El reinado se destabilizaría provocando caos, destrucción y muchas muertes de gente inocente. Entre ellos podrían verse afectados los de la alta comisión de magia, Star que tal vez cometería traición intentando recuperar su varita y su derecho a gobernar, provocando que el luchará, usará su magia y solo terminarían en una guerra con colapso total de la magia, las dimensiones con cada cosa que conocían junto con la gente que amaban.

Bueno, creo que este es el final. Realmente no sé si hacer una continuación. Pero espero que les guste el capítulo final. Lo sé, final abierto.

La corona del Rey.Where stories live. Discover now