Dariem

CAPÍTULO 13

—Quédense, estaré más tranquila si lo haces.

—Ya te dije que no es la primera vez que salgo de noche, Evans.

—No me preocupas tú, Dariem, me preocupa Luna.

—La cuidaré, no tienes que preocuparte.

—¿Por qué debes ser tan terco? —le preguntó molesta—. Al menos si no quieres quedarte tú, deja que Luna se quede conmigo ésta noche.

—Ni de broma te dejo a la niña.

—¿Aún sigues sin confiar en mí? —le inquirió frunciendo el ceño.

—Sí.

—Eres un imbécil —masculló frustrada—. Haz lo que quieras, si le ocurre algo a la niña por tu estupidez, será tu culpa.

Se fue de la sala, directo a la cocina. Siempre que se molestaba, le daba hambre, por lo que se prepararía algo.

No tardó mucho en escuchar los pasos del moreno detrás de ella.

—Sólo ésta noche.

—No es como si quisiera tenerte a ti todos los días en mi casa.

Dariem rodó los ojos, y se sentó en una silla, observando como ella ponía agua a calentar, y luego sacaba una tarta del refrigerador.

—Deberías despertar a Luna, de seguro tiene hambre.

—Comió antes de que viniéramos.

—¿Seguro? A ella le gustará mucho ésta tarta de fresas y crema.

—Sí, se pone de muy mal humor si la despierto. Puede comer mañana una porción.

—Está bien. Me prepararé un café ¿quieres uno también?

—Sí.

La observó detenidamente como ella preparaba todo, cada movimiento, cada gesto, grabándolo en su memoria.

—¿Qué? —le preguntó incómoda, al sentir la intensa mirada de él.

—¿Qué fue lo que pasó antes de que yo llegara? Pude sentir el olor de tu amigo en el sofá.

—Nada.

—¿Nada? Tú estabas muy molesta.

—Él sólo es un imbécil, pero ya no creo que me moleste.

—¿Intentó propasarse contigo?

Suspiró y negó con la cabeza, no es algo que él debería saber después de todo.

—No, sólo... Discutimos. No entiende que no me gusta, que sólo lo veo como un amigo, nada más.

—¿Le diste esperanzas alguna vez? ¿O es que ya han follado?

—Es a-algo de lo que prefiero no hablar —murmuró colocando la taza de café frente a él, con la porción de tarta.

—Así que es eso. Follaron, y lo dejaste loco por volver a repetir.

—Dariem, no quiero hablar de eso... Por favor.

—Y dudo que haya sido su primera vez, no se ve como un tipo virgen.

—Dariem-

—Así que ¿Debo suponer que eres muy buena en la cama? ¿O que aprietas tanto que los haces perder la cordura?

—¡Ya basta! —exclamó con el rostro rojo, completamente avergonzada—. ¿Q-Qué clase de preguntas s-son esas? Ni siquiera t-tenemos la confianza de h-hablar de eso.

La observó divertido, y luego cortó un trozo de tarta.

-o-o-o-o-

Eran más de la dos de la madrugada, cuando su celular comenzó a sonar, incesante. Se cubrió la cabeza con la almohada, y giró en la cama.

Pero al cabo de cinco minutos, y que continuara vibrando, lo tomó molesta, repondiendo.

—¿Qué demonios quieres, Orión? Son casi las tres de la madrugada. Tú estarás de vacaciones, pero yo debo trabajar mañana.

"—Hermosa, quería disculparme contigo, actué muy mal. Lo siento."

—Ya, okay, olvídalo, sólo...

Dejó de hablar al ver que Dariem entraba a su habitación, y se acercaba a su cama.

"—Nari ¿estás ahí?"

—S-Sí.

Se subió a la cama de ella, y la castaña lo observó aturdida, sintiendo su corazón acelerado.

"—¿Podemos vernos mañana? Quiero disculparme contigo, siento que esto no es suficiente ¿Qué te parece si nos vemos a las ocho? Conozco una buena confitería en el centro que-"

—Amor ¿quién te llama a ésta hora de la noche? —preguntó ronco Dariem, muy cerca del rostro de ella, para que Orión pudiera escuchar.

Los ojos de Narel estaban abiertos con asombro, sin poder dejar de mirarlo. Él estaba serio, mirándola fijo a los ojos también.

"—¿Narel? ¡¿Con quién estás?!" —exigió en un tono molesto el rubio, del otro lado de la línea.

Su respiración se hizo pesada, sintiendo que el corazón podría salírsele del pecho, si él terminaba de acortar la distancia que había entre sus labios.

"—¡Narel! ¡Responde!"

—Dile que ya es muy tarde —ronroneó mirándola a los ojos.

—O-Orión, yo...

"—Si no me dices ahora mismo quien mierda está en tu casa, juro que-."

La tomó del rostro, y la besó para que él escuchara, devorando su boca con fiereza, haciéndola delirar.

Le quitó el celular de la mano, mientras Narel le correspondía, sintiendo su cuerpo quemar, abrazándolo a ella. Y el moreno cortó la llamada, dejando el celular sobre la mesa de noche.

Se separó suavemente de ella, dándole un último beso corto en los labios, mientras ambos respiraban agitados.

—Quizás así ya no te moleste tanto.

—D-Dariem —jadeó tomándolo de los hombros, al ver que él iba a levantarse.

—Tómalo como mi pago, por dejarnos quedar aquí —pronunció ronco, mirándole los labios.

—No te vayas, no otra vez —le pidió suplicante.

Bajó una vez más, y la besó, sintiendo que si no lograba detenerse en ese momento, sería muy tarde para ambos.

—No —se quejó al sentir que él rompía el beso, y su cuerpo gritaba por él, deseosa porque la tocara.

—No podemos Narel —susurró cerrando los ojos, respirando pesado.

—Sí podemos —le dijo besándolo—. Yo quiero hacerlo, Dariem —pronunció con besos cortos.

—Está Luna en la sala —gruñó al sentir que ella besaba su cuello—. Para Narel.

—Cerremos la puerta —jadeó al bajar suavemente una de sus manos por su vientre, hasta su entrepierna, y sentir su dura erección—. Por favor, quiero hacerlo, te deseo.

Ese delicioso aroma de ella, le estaba nublando la razón, ni siquiera sabía si iba a poder controlarse al momento de hacerlo.

—Narel, espera.

Gruñó al sentir que ella metía la mano dentro de su pantalón, y acariciaba suavemente su miembro, haciéndolo apretar los dientes.

La sujetó con fuerza de la nuca, y devoró su boca una vez más, mandando al diablo todo.

Sólo esperaba no arrepentirse en la mañana... O dañarla.

...

Éste vídeo va perfecto con Narel y Orión 👌🏼❤ jajaja

Por cierto, no sé si habrá escena +18 👀❤ Sayla es muy tímida (? Jajaja ❤💞