CAPÍTULO 35

37.4K 3.8K 773
                                    

—Te extrañé tanto, Dariem —le dijo colgándose de su cuello—. Tanto tiempo pensando en ti, en volver a vernos.

—¿Dónde estabas? —le preguntó sin corresponder a su abrazo.

—Debía irme, necesitaba salir de ese maldito lugar, respirar aire limpio, tener una mejor vida. Aspirar a algo más.

—¿Entonces te fuiste? Años creyendo que te habían asesinado, que alguien te había secuestrado ¿Y te fuiste por cuenta propia?

—Sabes que siempre deseé algo más que ese basural para mi, Dariem. Y lo conseguí cuando me fui de ese lugar.

—Abandonaste a tu hija, dejaste a Luna sólo siendo una bebé de un mes.

—¿Luna? ¿Le pusiste nombre? ¿Te la quedaste? —le preguntó desconcertada.

—¡Por supuesto que sí! —exclamó con rabia—. ¿Quién más iba a cuidarla, eh?

—Debiste dejarla ahí, o dársela a alguien más. Ella no era tu responsabilidad.

—¿Para qué volviste, Venus?

—Ya te lo dije, no he dejado de pensar en ti. Y cuando me enteré de éste lugar, quise venir aquí a buscarte.

—Ya es tarde. Nuestras vidas se separaron para siempre cuando te fuiste.

—Tú no ibas a querer acompañarme, Dariem. Pero podemos recuperar el tiempo perdido si aún me amas.

Negó con la cabeza, mirándola afligido.

—Tengo una familia, dos hijos y una mujer maravillosa a mi lado. Siempre... Siempre serás mi primer amor, Venus, eso nadie podrá cambiarlo. Pero nosotros ya no podemos ser nada.

—He venido hasta aquí para estar contigo. Juramos estar juntos para siempre... Yo jamás dejé de amarte.

—Lo siento.

***

—Quise que Luna te esperara para comer, pero estaba hambrienta —sonrió Narel, mientras le servía el almuerzo a Dariem—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué te demoraste tanto?

—Ven, sientate a mi lado —le pidió.

La castaña lo observó con confusión, y cuando estaba por sentarse junto a él, Dariem la atrapó entre sus brazos, abrazándola.

—¿Qué haces? —sonrió divertida—. Harás que rompamos la silla, suéltame Dar.

—Tú sabes que eres la única mujer para mi, que yo te elijo a ti.

—Sí ¿Por qué me lo dices?

—Yo no quiero que el pasado arruiné nuestro presente y futuro. Narel, tú y mis hijos se han vuelto mi todo.

—Dariem me estás preocupado ¿Qué fue lo que pasó?

Suspiró y se abrazó a Narel, apoyando su mentón sobre el hombro de ella. No quería perderla, pero tampoco podía ocultarle lo de Venus.

—Escucha, quiero que esto no cambie nuestra relación, nada cambió para mí, y espero que para ti tampoco.

—Dariem, sólo dime lo que tenga que ser.

—Me llamaron desde recepción, porque apareció Venus.

—La mamá de Luna.

—Mamá le queda muy grande, pero sí, ella.

—¿Y qué sentiste?

—Decepción, frustración... Rabia, ella no se arrepiente de lo que hizo.

DariemWhere stories live. Discover now