CAPÍTULO 24

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Se observó en el espejo de la habitación, y suspiró molesta, pinchándose la panza con la punta de su dedo índice.  Con ese cuerpo, ningún traje de baño le quedaría como ella quería.

—Ya qué, nadie me conoce —pronunció bajo, colocándose un pareo, y tomando su bolso para salir del hotel.

Se había ido de vacaciones a unas bonitas playas del caribe, dos semanas, y sola. Ya que Camille no había podido viajar con ella.

Salió al exterior, y el sol pronto comenzó a quemar en su piel, olvidando que aun no se había colocado bloquear solar.

Siempre tan despistada.

***

—¿Se fue? ¿Cómo qué se fue? ¿Por qué nadie me dijo nada? —preguntó molesto.

—¿Y yo como iba a saber que tú no sabías? —se excusó Onías—. Pensé que ustedes aún hablaban.

—Sí, lo hacíamos, hasta hace una semana que dejó de hablarme. ¿A dónde se fue?

—Cami me dijo que de vacaciones, que de seguro era a una playa.

—¿Y sabes cuándo vuelve?

—No, no se lo ha dicho.

—Genial —bufó molesto.

Se giró, y observó que desde la cama, Luna los estaba viendo. Suspiró y negó con la cabeza.

—De acuerdo, no importa ahora eso, debo volver con Luna. Si sabes algo más de ella, avísame, porque he intentado comunicarme con ella, pero no me atiende.

Se despidió de Onías, y luego volvió a la habitación con Luna, quien lo observó curiosa.

—¿Estás molesto, Dar?

—Algo así, pero no es contigo. No te preocupes.

—¿Con quien entonces?

—Con... Una chica.

—Ah —Murmuró tomando sus muñecas.

—¿No quieres saber?

—Nop.

Suspiró y se sentó en la cama, junto a la niña.

—Escucha Lu, creo que es momento de hablar de esto.

—Yo no quiero hablar de ella, Dar.

La miró con pesar, y asintió con la cabeza, sin entender porqué estaba tan molesta con Narel.

—De acuerdo cariño.

***

Estaba sentada en la barra de aquel mini bar, que habían abierto en la playa, tomando un trago, cuando un muchacho se acercó a ella, con una bonita sonrisa.

—Hola.

—Hola —sonrió la castaña, revolviendo su trago.

—Bonito lugar ¿no?

—Sí, ya he venido un par de veces. Me encanta hacerlo cuando necesito un break.

—Que suerte, ésta es la primera vez que vengo, con mis amigos.

—¿Ah sí? ¿Cuáles son ellos? —le preguntó curiosa, dándole un sorbo a la bebida.

—Están por allí, bailando con unas chicas —sonrió señalando hacia un grupo de personas, que estaban bailando bajo una pista improvisada—. ¿Te gusta bailar?

—No —le dijo negando con la cabeza, sonriendo divertida—. Soy un asco haciéndolo.

—Yo también —pronunció poniéndose de pie, extendiendo una mano hacia ella—. Creo que haríamos buena pareja.

DariemWhere stories live. Discover now