Soy parte de tu destino.

Capítulo Veinte : Salida

DEDICADO A : Camy_555.💜💜
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"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"

Y las cosas contadas por otras voces suelen ser diferentes a cómo las esperas. Eso fue lo que pasó esa noche con Dela y Eidrian, nadie supo con exactitud del porqué un ataque tan rápido y poco efectivo. Todos sabían que había la posibilidad de que alguien salvase a Eidrian, ninguno dió respuesta aunque la verdadera estaba frente a sus ojos.

¿Un aviso?, ó ¿una distracción parte de un plan ?
No importa la consecuencias, fue lo que ella prometió a cambio de una vida.

¿Qué por qué lo hacía?, ni ella misma tenía la respuesta, aunque para otros fuese más que obvio. Dela formó un vínculo con su custodio, ninguno de los dos lo había desarrollado completamente sin embargo era parte de un error, de algo escrito por alguien oscuro, por alguien cegado por sus mismos intereses.

- Él estará bien.

-No sabes cuánto de lo agradezco Merteer.

El ángel que ahora había curado a Eidrian miraba a Dela con reproche. En el fondo se arrepentía pero había una fuga de ira en su interior.

-Owen llegará en unos minutos le he contado de la situacion, aceptaste las consecuencias por cambiar su destino Dela , ahora debes asumirlas. Ten cuidado ,Aigan no se detendrá y mucho menos Bohar- habló como si los conociera.
Una luz brillante y pesada consumió la figura de Mert dejando solo el miedo de la duda en el ambiente.
Dela se puso de rodillas para poder verificar el estado de su custodio.

-Esta inconsciente pero se recuperará.

-Owen - Susurro mientras me acerco a él.

-Todo es mi culpa, aún estando muerta causo problemas- Bajo la cabeza arrepentida.
El que alguna vez me custodió, ahora me mantenía pegada a su torso en un fino y fuerte abrazo.

-Pequeña todo estará bien, hay que llevarlo a su casa.

Owen cargó a Eidrian y abrió un portal para llegar más rápido.
Pasé horas en vela pensando en cómo averiguar los planes de mi hermana.
El reloj marcaba las 4:00 am , tenía que dormir un poco, lo necesitaba.

Me encontraba en una especie de bosque, la copa de los árboles era tan grande que no me permitía ver el cielo.
Sentía el olor a humedad en mis fosas nasales, me di un vistazo y descubrí que llevaba puesto un vestido negro de la edad colonial, caminé siguiendo mis instintos hasta encontrarme con un lago iluminado por la luna.

-¿Qué es lo que debo hacer?- Dije sin esperar una respuesta, sin embargo no me encontraba sola.

-Lo más difícil está por comenzar Dela, pasarás el infierno.

Me di la vuelta y una mujer de cabellos cafés y ojos azules me miraba con gran seriedad.

-¿Quién eres?-Pregunté.

-Conformate con saber que alguien te dará la espalda por sus propios fines, cuida tus pasos de ellos dependen todos- y desapareció dejando literalmente un intenso dolor en mi corazón.
Bajé la vista y lo que parecía ser una estaca blanca y brillante se enterraba en mi interior.
Mis fuerzas fueron succionadas haciéndome caer al suelo frío y manchando mi vestimenta de lodo.

-Para salvar a una vida debes entregar tu existencia ¿Serás capaz de hacerlo?- Una voz desconocida para mi, una pregunta desconcertada para mí .

¿Sería capaz de afrontar al más temible demonio ?

¿Sería capaz de entregarle mi existencia por Eidrian?

Desperté exaltada y con una sola cosa en mente.

- Daré todo para que él prevalezca.

Me dirigí al cuarto de baño, abrí el grifo de la ducha y dejé que el agua caliente recorriera mi nuevo cuerpo.

Salí envuelta en una toalla y busqué algo para vestir. Sorprendentemente Melissa se había encargado de todo.
Tomé como habitación un cuarto cercano al de Eidrian y ella me entregó varias prendas y otras cosas .
De Berlín lo único que sé es que vive con Owen por un tiempo, ya no es una guardián paso a ser la ayudante de mi antiguo Ángel.
Me puse el siguiente atuendo, mañana volvería al instituto acompañada de Eidrian Hall.

Salí de mi habitación ya maquillada, até mi cabello a una coleta alta y me dispuse a ver cómo seguía mi custodio.
Entré y él aún estaba durmiendo, era temprano y se veía mucho mejor.

-Sabes verme demasiado puede gastar mi belleza- Musitó arrogantemente.

Abrí los ojos como platos y mis mejillas no pueden estar más rojas de la vergüenza.
Eidrian estaba despierto, me miraba con burla.

-Eres un idiota-Fruncí el ceño y el solo rió.

-¿Cómo te sientes?- Pregunté, él se sentó en su cama. -Estoy bien, quién debe preocuparse es Malcolm, lo haré añicos en la pelea, lo que no entiendo es cómo apareció y desapareció.

Negué con la cabeza y una risa nerviosa salió de mis labios.

-Eres un terco de primera Eidrian, y no sé la respuesta a tu pregunto, pero pronto lo averiguaremos.

-Bien ahora que me siento como nuevo ¿Te parece si salimos a tomar un café?

Sonreí como estúpida y sin poder detenerlo acepté.

-Pero Berlín nos acompañará- agregué. Levantó sus cejas y pensó un momento, una sonrisa cínica apreció en su rostro.

-Esta bien, llamaré a Aiter.

Iba a replicar cuando se puso de pie y empezó a buscar ropa en su armario, se adentró a el sin antes mostrarme una sonrisa.

Nunca creí ver esta faceta de mi abusador, y sin embargo me encantaba, estaba más que dispuesta a todo. Si el destino me puso aquí debe ser por algo.

Tomé el teléfono de la sala y marqué el número que ella me dió.

-¿Si?- Contestó. Rodé los ojos y sonreí fastidiosamente.

-Soy yo Berlín, ponte algo lindo saldremos en un rato con Eidrian y Aiter.

Colgué el teléfono sin esperar contestación .

Éste sería un día interesante .

El siguiente capítulo lo subiré más tarde debo hacer algo y también ajustarlo, también aviso que los primeros capítulos ya están corregidos pero no editados. Modifique lo necesario y agregué algunas cosas.

No olviden votar y comentar . Tengo esperado algo muy fuerte para la historia.

Besos
Limberem