Capítulo Treinta y cuatro: La batalla, parte uno .✔️

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Dedicado a : Aless_ amo .

" Renuncié a mi amor para que esté tuviese otra oportunidad de amar"

Sus palabras habían calado en lo más profundo de mi ser, todo era verdad, sinceramente dejé de ver al Eidrian que conocía hace tiempo

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Sus palabras habían calado en lo más profundo de mi ser, todo era verdad, sinceramente dejé de ver al Eidrian que conocía hace tiempo.

Tomé un gran respiro y limpié un par de lágrimas que sin mi permiso, habían trazado una ruta de mis ojos hasta mis labios.

Me di la vuelta con la esperanza de que todo esto fuese solo un sueño, solo una pizca de infinita fantasía resultado de mi imaginación. Pero no era así, en ningún momento desperté, en ningún momento vi la realidad de lo que había causado. De lo que mi destino formuló para este inicio y sobre todo mi final y el de todos aquellos que una vez cruzaron miradas conmigo.

Caminé, lo hice sabiendo que podía usar mis alas y volar hasta el centro de Ángeles. Sin embrago quería sentirme útil, quería volver a sentir esa parte de mi humanidad, de lo que había sido mi vida, y sentir el suelo con mis pies era lo que necesitaba. Me sentía sola a pesar de tener toda compañía, de contar con el calor de esos Ángeles que me acogieron y sobre todo de Eidrian.

Paré en seco cuando la figura de Owen apareció frente a mí. Me alarmé al verlo con un tamaño mayor, como si todos sus músculos estuviesen en un estado de tensión total, lucia cansado, en pocas palabras devastado.

-¡Por los ángeles ¡¿qué te pasó?!

-Atacaron el centro, hay cientos de Demonios, es una legión, ya pedimos refuerzos pero no sé encuentran en esta recta del mundo celestial-. Me acerqué hasta donde estaba, lo ayude a poner de pie y en ese momento pude ver una explosión a un par de kilómetros.

-Esto es obra de Cristin y Aigan, necesito ayudar- Cuando levanté mis alas para volar, Owen me jaló del brazo.

-No, son demasiados y de un rango mucho mayor, mira cómo me han dejado, yo soy un ángel de tercera difusión, no podrás hacerles el mínimo daño Dela. ¡Solo arriesgarás el pellejo!

-No pelearé, ellos me quieren a mí, si no voy esto se convertirá en un mar de sangre y extinción-. Dejé a Owen sentado en una banca necesitaba descansar un poco. Le di la espalda dispuesta a irme.

-Por favor no vayas, no quiero perderte, resolveré esto-. Mi respiración era acelerada, había llegado el momento de enfrentar todo y a todos, y más que nada, a mi hermana.

-Dela, cuídate- miré por última vez al que un día se encargó de mi cuidado.
Cada vez que me acercaba al lugar, un hueco de desesperación se instalaba en mi sistema. El ver todo destruido a mi paso era deprimente. Al final llegué en donde todos estaban reunidos, habían Ángeles heridos y otros destruyendo Demonios. Ellos eran fácil de detectar, sus venas marcadas y ojos negros, los hacían ver intimidantes.
Me detuve justo enfrente de un Marcus antes de que fuese apuñalado con una daga plateada. Utilicé mi fuerza para interferir en el ataque y utilizar esa misma en contra del demonio y desaparecerlo.

Soy parte de tu destino.Where stories live. Discover now