Capítulo treinta y tres: Enfrentamiento.✔️

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Dedicado a : Camy_555.

" Y para derrotar a un demonio tuve que convertirme en uno "

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" Y para derrotar a un demonio tuve que convertirme en uno " .

Llegaron a mí los recuerdos de la noche anterior. Cómo la traje hasta está casa en medio de este mundo fantasioso. Cómo le enseñé con caricias y besos cuánto la amaba. Ella había entregado más que su cuerpo. Y yo no estaba de acuerdo en que entregará su alma o existencia por mí.

La falta de confianza en uno mismo puede deliberar varios desacuerdos entre nosotros, pero la verdadera valentía y fuerza viene de enfrentarlos.

Ella se había convertido en mi fuerza, tenerla entre mis brazos me hacía sentir vivo, diferente.
Miraba mi reflejo en el espejo y no quedaba mucho de ese chico que siempre presumi, ella me había cambiado y una parte de mí lo odiaba, odiaba verme débil a su lado, el no tener la misma fuerza para protegerla me ardía la sangre de tan solo pensar en perderla por mi debilidad.

-No quiero que hagas esto Eidrian-Negué con la cabeza mientras Dela cambiaba su posición.

-Hoy todo volverá a su curso, ganaré esa pelea Dela, te lo prometo-. Sabía que mis palabras no la hacían estar más tranquila. Pero no podía dar marcha atrás.

Me levanté de la cama y caminé hasta el armario donde se encontraban un par de prendas para cada quien, cogí lo necesario y me adentré ha la ducha.
El agua fría hizo estragos en mi cuerpo, y unas inusuales ganas de vomitar llenaron mi sistema.
Esto era una jodida mierda. Apreté mis manos formando puños. Cerré mis ojos por un instante.

-Cuando los abras, volverá el Eidrian de antes, el Eidrian que Dela necesita para que la proteja y no el estúpido romántico-. Susurré decidido de mis palabras y entonces... Abrí mis ojos , levanté mi cabeza y me mentalicé con una sola idea en la cabeza; Ser una Bestia, la que todos necesitan en estos momentos. Aquella que no se deja vencer fácilmente y que dará todo y lo que no tenga para conseguir lo que desea.

Me vestí con un Jean negro, una camiseta de cuello "v" gris y una chaqueta negra. Peiné mi cabello y contemplé esa nueva cara.
Cuándo salí del baño, Dela estaba vistiéndose, traía el cabello mojado y una toalla alrededor de su cuerpo. Se había bañando en otra habitación. No dije nada, no hablé, simplemente salí de allí, de aquella acogedora casa la cual conseguí por una noche para pasarla con ella. Me dirigí a la pequeña cocina donde preparé un buen desayuno para ambos.

-Eso tiene mucha grasa Eidrian- miró con desagrado los trozos de tocino que metía a mi boca.

-Quién lo está comiendo soy yo, no tú .

Le recriminó Dela a éste, pero él ya había tomando una nueva actitud, que sin medir sus consecuencias lastimaría de la peor manera a la chica de cabellos dorados que miraba asombrada a su custodio por la manera en la que le habló.

-¿Pasa algo? Porqué siento que estás molesto- . Dejé caer el tenedor bruscamente en la mesa, miré el plato de comida que tenía frente, ya había terminado más de la mitad de su contenido el cual se basaba en tocino, huevos y fruta con mantequilla de maní. Me retiré de la mesa y tomé mis llaves saliendo del lugar.

Soy parte de tu destino.Where stories live. Discover now