Roma
Dejé pasar al cordobés el cual venía cargado con dos bolsas llenas de gaseosas y otra cosa más que no alcance a ver.
—¿Hola no?—me miró con una sonrisa.
—Hola—me límite a reponder y cerré la puerta, me dí la vuelta y el seguía ahí quieto con toda la carga—¿No te...
—¿Y mi beso?—preguntó haciendo que yo abra mis ojos de par en par—En el cachete...
—Ah ya...—me interrumpió nuevamente.
—O si querés me lo podés dar en la boca, yo no tengo problema—comentó divertido mientras se encogía de hombros.
Me acerqué un poco más a él y lo agarre de los cachetes para plantar un beso en uno de ellos. Me separé un poco para mirarlo y este estaba con el ceño fruncido.
—¿Que pasa?—cuestioné a un mirándolo.
—Sos una desconfiada—comentó y empezo a caminar a la cocina dejándome ahí sin entender.
Lo seguí y nada más entrar en la cocina vi como este saludaba a mi abuela animadamente mientras que a mi amigo le dio un fuerte apretón de manos.
—Les tengo que dar un noticia—anunció el ojiverde, mis abuelos con una sonrisa plasmada en la cara esperaron a recibirla mientras yo miraba toda la escena desde el umbral de la puerta—Roma y yo...
Abrí los ojos y me acerqué a él para taparle la boca, el me miró divertido mientras yo lo fulminaba con la mirada, sabía lo que iba a decir y no quería que mis abuelos se pusieran cargosos con eso.
—Somos amigos—concluí con una sonrisa e intentado arreglar la situación. Ellos me miraban confundidos.
El futbolista cuidadosamente saco mi mano de su boca para entrelazarla con la de el y rápidamente me dio un beso en el cachete.
—¿Tenés vergüenza de tu novio?—preguntó divertido, rápidamente lo mire y obviamente lo quería matar. Era la segunda vez que me hacía esto—¿Tan malo soy que lo ocultas?
—No seas mala con el Roma, es un buen chico—me miró mi abuela y agregó:—¿Por qué no nos dijiste antes?
La miré fijamente sin saber que responder hasta que sentí los brazos de mi abuelo.
—¡Por fin mi nena trae un novio! ¡Y que novio!—exclamó mi abuelo abrazándome fuertemente. Cuando se separó, miró a su pareja—¿Y por qué nos tiene que decir mujer? ¿También querés saber cuándo...?
—¡Abuelo!—me quejé con los ojos abiertos de par en par haciendo reír a todos los presentes.
Mi abuelo se acercó devuelta para abrazarme y llenarme de besos. Miré a Paulo con mi peor cara mientras que el lo hacía con una sonrisa de oreja a oreja y modulaba un “hermosa” haciéndome enojar más todavía.
—Bueno, vamos a poner la mesa—ordenó mi abuela mientras sacaba del horno la carne más sus complementos.
—¿Me bancas un momento?—la miré y ella frunció el ceño—Tengo que hablar con Paulo.
El recién nombrado me miró con los ojos bien abiertos e hizo una mueca sin entender. Me acerqué a él y entrelacé su mano con la mía sin esperar la respuesta de mi abuela, me fui.
Lo lleve al living a los tirones y cuando encontré un lugar en donde no nos pudieran escuchar, me paré.
Lo mire directamente a los ojos, el se relamió los labios y esbozó una sonrisa bien amplia, haciendome enojar.
—¿Que pasó amor?
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Les gusta que el abuelo de Roma tenga la misma actitud que el padre de Lula?🤔
