veinte

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Roma

Sonreí al sentir los besos de Paulo sobre mí cuello, abrí un poco los ojos y ví sus ojos verdes mirándome fijamente.

—Buen día linda—anunció con una voz bastante suave y tranquila para después dejar un casto beso en mis labios.

Lo hice a un lado para que me pudiera levantar, tenía que ir urgentemente al baño ya que tenía que hacer mis necesidades y lavarme los dientes.

Una vez termine, volví a tirarme en la cama y el cordobés no tardó en ponerse arriba mío apoyado en sus brazos para no aplastarme. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí para acortar la distancia.

—¿Andamos cariñosa?—preguntó como pudo ya que no podía parar de darle besos, reí y lo seguí besando.

En un rápido movimiento quede arriba de Paulo y este paso sus manos por mí cintura, nos quedamos mirando fijamente y sentí como hacía caricias por mí espalda totalmente desnuda a causa de lo que había pasado anoche después de la cena.

—Estoy cansada—hablé en su cuello, noté como su cuerpo se agitaba, se estaba riendo.  Levanté la vista—¿De que te reís?

—De que no me extraña que estés cansada si me re moviste—acotó riéndose, no tardé en ponerme colorada y dale un manotazo en el pecho.

—Sos un idiota.

❀ ❀ ❀

Terminé de poner la última remera en la valija y la cerré, se habían acabado nuestras mini vacaciones en Costa Amalfitana, quería quedarme más tiempo pero Paulo tenía que entrenar.

Unas manos en mí cintura me hacen pegar un pequeño salto y casi hacer caer mí celular al piso, gire un poco la cabeza para encontrarme con el cordobés.

—Perdón bebé—acotó dejando un beso en mí hombro, me di la vuelta y me di un corto beso—¿Vamos?

Asentí y guarde el celular en el bolsillo de mí campera cuando termine de mandar un mensaje a mí abuela diciéndole que en una hora y media me tenía en casa devuelta. Agarré mis valijas junto a mi novio y bajamos las escaleras de la casa de mi tía, quien nos esperaba junto a su familia para despedirse de nosotros.

Después de besos, abrazos y lágrimas por parte de mi prima y mi tía nos fuimos junto a mi tío quien nos llevaría al aeropuerto de Costa Amalfitana, el cual no quedaba muy lejos de donde vivían.  El camino fue bastante silencioso por mi parte ya que mi tío hablaba con el ojiverde sobre el tema principal de siempre, fútbol. 

Cuando llegamos a la terminal nos despedimos de mi último familiar y entramos al gran aeropuerto, habíamos llegamos medios justos de tiempo por lo tanto entramos corriendo para buscar la fila donde teníamos que dejar nuestras valijas, una vez pasamos y nos quedamos con nuestros equipajes de mano, empezamos a buscar la puerta de embarque que nos indicaba nuestro pasaje.

Caminamos por medio aeropuerto para encontrarla y una vez lo hicimos nos instalamos en los sillones que se encontraban allí, teníamos que esperar a que abrieran la puerta de embarque mientras tanto fui a un quiosco para comprar algunas gomitas o bebidas para el viaje.

Después de quince minutos esperando las puertas se abrieron y empezó a levantarse la gente para hacer la fila y así entrar en el avión, el cual tenia dirección a Turín.

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Lo único que digo es que vayan despidiéndose de Heal porque el próximo es el último capítulo 😢💜

heal ; paulo dybalaWhere stories live. Discover now