Dejé las llaves en la mesita que se encontraba al lado de la puerta y me saqué la campera para colgarla en el perchero.
Fui directo a la cocina ya que me venía el olor de la comida, nada más entrar vi a mi abuela preparando unas milanesas junto a una pasta que no supe muy bien cuál era en ese momento.
—Llamó Paulo—habló sin despegar la mirada del sartén, me acerqué hasta la heladera para sacar algo para beber y alguna que otra cosa para picar—Me dijo que quiere hablar con vos sobre una cosa, así que ya sabes, llámalo.
—¿Te dijo esa cosa en concreto?—pregunté dejando el vaso en la pileta y sacándome con una servilleta las gotitas que estaban en las comisuras de mis labios, la ví negar y no dude en ir a buscar mi celular para llamar al ojiverde.
Marqué el número que me había dejado mi abuela en el papelito ya que no tenía agendado al cordobés en mi teléfono y apreté el botón de llamar, esperé a que sonaran los tonos y al tercero lo agarró.
—Ciao—me dijo en un perfecto italiano, me mordí los labios al escucharlo hablar en ese idioma. Era hermoso—¿Ciao?
—Hola, soy yo—respondí con un poco de timidez después de unos segundos de silencio.
—Hola Romita hermosa—habló con una voz mucho más tierna y tranquila de lo normal—¿Cómo estás?
—¿Para que me llamaste?—pregunté cambiando totalmente de tema. Escuché un suspiro de su parte.
—Estoy bien bebé ¿y vos gordo todo bien?—cuestionó con ironía, no puede evitar reírme al ver como se había dicho gordo de forma cariñosa.
—¿Todo bien horrible?—pregunté divertida, aunque no lo viera notaba como el estaba un poco enojado.
—Iba todo bien hasta que me llamaste así—bufó haciendome reír nuevamente—¿Al final venís?
—¿A dónde querés que vaya?—pregunté sin entender y con el ceño fruncido.
—A mi casa—respondió haciendome abrir los ojos de par en par y agregó:—Viene mi mamá y me está jodiendo con que quiere conocer a la novia de su nene.
—¡Ya te dije que no soy tu novia Dybala!—chillé blanqueando los ojos—Si voy, voy como tu amiga.
—¿Que me friendzoneas a mi nena?—cuestionó y solté una carcajada al imaginarme su cara de indignación—Todavía no lo sos pero lo vas a ser.
—¿Querés que te friendzoneé delante de tu mamá y te haga pasar vergüenza?—alcé la ceja y esperé su respuesta atentamente.
—Dale Roma, no me la hagas difícil, colaborá un poco. Si total después vas a ser mi novia—contestó un poco cansado—Si estuviéramos haciendo videollamada te haría puchero para convencerte más.
Reí, —Bueno chiquito, ¿a qué hora voy?
—En dos horas te paso a buscar—acotó con un semblante feliz haciéndome sonreír, parecía un nene—Chau linda, nos vemos en un ratito.
—Adiós—acoté mientras me separaba el celular de la oreja y cortaba la llamada.
—¿Ya te quiere presentar a la mamá? Va con todo Paulito eh—acotó mi abuelo desde el umbral de la puerta con una sonrisa.
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Versión de Lucas 2
Siento que estoy dejando colgada a Córdoba☹️
