Nueve meses [Kookmin]

6 meses

Nunca fue muy fan de los profesores, pero cada vez que miraba a Jungkook enseñar con tanta dedicación hacían a su corazón brincar de la emoción por ser parte de estas hermosas clases.

Cuando entraron al salón Jimin notó la alegría de los niños de entre seis y siete años correr para abrazarlo, amontonándose alrededor de Jungkook para demostrarle el afecto y el cariño que le tenían. Les pidió que por favor tomaran asiento y Jimin en silencio tomó asiento en la pequeña mesa del final. Algo incómoda, pero estaba fascinado de ser parte de esto. Eran alrededor de once niños, los cuales Jungkook se encargaba de enseñarles matemáticas.

Era una pequeña sala donde habían miles de dibujos pegados en las paredes, varios juguetes en cajas y una gran alfombra en la cual descansaban o comían la merienda en los veinte minutos de receso que les daba Jungkook. Sobre todo le encantaba la manera y lo ingenioso que era para enseñarles a contar, sumar y restar. En la primera clase que asistió Jimin, Jungkook interactuó con varios cubos de diferentes números. Poniéndolos desordenadamente en el suelo para que pudiesen enumerar ellos solos.

Jimin llevaba varios días asistiendo a las clases de Jungkook, desde que había dado de baja la universidad, congelando el semestre. Ese día había sido el peor de su vida, cuando tomó siento en el pupitre dándose cuenta que la barriga no le entraba. Avergonzado y muy enojado, porqué las sillas no eran espaciosas, reclamó con su jefe se carrera para que le entregarán una mesa común y corriente para seguir asistiendo a sus clases. Resulta que le dieron la aprobación, pero solo era una mesa y tenía clases en diferentes pisos de la universidad. Dos días después envío la solicitud con la ayuda de Namjoon, ya que tampoco quería ver a su amigo estresado y triste. Era mejor que volviera después del nacimiento de su bebé. Totalmente renovado.

Jimin siguió mirando a Jungkook dando vueltas y dibujando varios círculos en el pizarrón para después rellenarlos con emojis de diferentes cantidades. Hoy haría un repaso de suma y resta.

Habían niños que murmuraban cosas, se movían o se balanceaban en la silla, y uno que otro mordiendo lápices. Jimin los miró con ternura cuando prestaron atención a Jungkook quién volteó interesado por saber que hacían sus alumnos.

Se miraron por un momento causando una pequeña sonrisa a Jimin, al ver a Jungkook usar un delantal abierto con varios estampados de autos, flores y sin olvidar algunos números bordados por ahí. Realmente era imposible que no le gustase Jungkook, el muy maldito se había metido hasta por debajo de su piel.

Algo ahí se movió, esperen, era su bebé. Jimin acarició su barriga de seis meses y medio dando pequeños masajes. Abrió su mochila, la cual tenía colgada en el respaldo para sacar un par de audífonos y colocarlos en su panza. Su bebé se relaja al escuchar musica, durante este último mes estaba bastante inquieto. Pateaba con más frecuencia y sobre todo los movimientos nocturnos que no  dejaban dormir a Jimin.

Miró hacia al frente y notó como varios de los alumnos de Jungkook se levantaban y subían a un pequeño banco debajo de la pizarra para poder escribir el número por debajo de los círculos que había dibujado el profesor.

Al finalizar la clase Jungkook les entregó un dulce a cada uno de sus alumnos junto con la tarea que debían traer la próxima clase y también deseándoles un bonito fin de semana. Cuando los niños salieron de la sala, Jungkook se encontró con los mismos padres que veía durante la semana, agradeciéndole nuevamente por haber creado esta maravillosa clase. Jimin sigilosamente se levantó del pequeño asiento para ir al escritorio de Jungkook y sacar los últimos dulces que le quedaban.

Jungkook cerró la puerta de la sala mirando a Jimin sentado en la mesa comiendo algunos dulces.

— Así que eres tú el que se come mis dulces.— Le regañó Jungkook llegando a su lado para empezar a ordenar sus pertenencias e ir a casa con Jimin.— Tendrás que comprarme una bolsa para la próxima semana.