faible, trop fragile

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débil, demasiado frágil.

   Es mediodía. El despertar de Jaehyun no ha sido muy bueno: su cuello se encuentra casi inmóvil, tanto que llega a pensar que en la noche contrajo tortícolis, resultado de acostarse en el engañoso sofá que parecía ser cómodo y terminó dejándolo con un dolor mortal.

   Traga saliva fuerte mientras intenta moverlo y por poco no lo consigue, siente que se le va la vida en ello y deja pasar unos segundos antes de volver a intentar moverlo. Hace demasiadas muecas de dolor en muy poco tiempo y una gota de sudor baja por su frente ante el esfuerzo, ¡enserio no sabe cómo pudo causar eso un sofá! ¿Tan mala postura había tenido como para acabar así?

A pesar del dolor inmenso que siente, logra levantarse y dirigirse a la cocina. El olor que esta desprende es hipnotizador, pronto descubre que sobre la encimera se hallan varios platos con huevo revuelto, bacon, panceta y diferentes tipos de bebidas. Y siente que va a llorar si todo eso resulta ser un tipo de oasis que surge mágicamente en medio del desierto y desaparece tan rápido como ha aparecido, que juega con sus ilusiones y su hambre de tal forma, porque hace tiempo que no come nada decente y un buen desayuno al estilo americano le entraría de perlas.

No obstante, al encontrar una nota firmada por Youngho en la que decía que comiera y que no estaba seguro de qué podía gustarle, se da cuenta de que todo es más real de lo que le gustaría y al dolor de cuello ahora lo acompaña una desagradable sensación de nostalgia que no lo contenta para nada.

No quiere acostumbrarse a la amabilidad de Youngho. No quiere que sea bondadoso con él sin pedir nada a cambio. No quiere involucrar a otra persona en su miserable vida, no. Definitivamente, eso era malo. Incluso si sus intenciones no eran otras que llevarse bien durante el tiempo que duraran como compañeros, no estaba bien para Jaehyun.

Si iba a hacer que otra persona se encariñase con él y luego le tuviera lástima, prefería mantener sus distancias.

   Se lo piensa más de una vez, pero acaba comiéndose con deleite todo lo que Youngho le ha preparado y anota mentalmente pedirle que no vuelva a hacerlo, que no perdiera tiempo en él, que podía prepararse un desayuno solo. Lo busca por cada una de las habitaciones con la intención de decírselo en el momento, pero no lo encuentra.

   Youngho no le mencionó que tuviera algún trabajo. Tampoco es como si hubiera surgido el tema o Jaehyun se hubiera mostrado curioso. Esperará a su vuelta. Hasta mientras, tiene el asunto de sus padres y sus estudios pendiente, sabe que tendrá que ir a hablar con ellos tarde o temprano y la idea lo hace estremecerse.

Su cabeza no da para más, por más que lo desea no logra entender cuándo las cosas tomaron un rumbo tan turbio, cuándo se alejaron incluso más de lo normal (puesto que nunca habían sido realmente cercanos) hasta el punto de ser incapaces de sentir una pizca de empatía hacia su hijo, su sangre, aquel al que se supone que debían entender y proteger a toda costa.

Jamás hicieron un drama cuando Jaehyun les presentó a Doyoung como su novio, nunca trataron mal a ninguno cuando este último se sentaba en la misma mesa que ellos a comer y trataba de animar el ambiente con su característica sonrisa, les hacían creer que no había problema alguno; sin embargo, en cuanto Jaehyun les reveló que no planeaba seguir los estudios que los señores Jung esperaban, lo culparon de mala influencia, se burlaron de su economía, lo echaron a patadas de su casa y entonces los dos chicos se dieron cuenta de que realmente personas como ellos nunca cambiarían.

Quizás fue en ese momento cuando todo empezó a caer en picado. O tal vez la caída tuvo lugar mucho antes, cuando descubrieron que no gustaba de las mujeres, y el que quisiera ser cantante fuera solo la gota que colmó el vaso.

sur des rêves et des bisousWhere stories live. Discover now