vieux débuts

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Nota: Jungwoo tiene la misma edad que Jaehyun aquí.

viejos comienzos.

   Hoy es el día.

   Hoy, cuando tiene que hacer frente al requisito que se le puso al aceptar la ayuda de sus padres: la universidad.

Está sorprendentemente tranquilo, a él le gustaba estudiar, no será un problema adaptarse a lo que se le venga porque tiene una mente privilegiada. Solía ser un alumno modelo. Ahora no le queda más remedio que aplicar toda esa inteligencia en algo que no le gusta ni le gustará jamás, a los señores Jung no les parece buena idea que la derroche en algo tan estúpido como lo es la música.

Y si tan solo pudieran ponerse una vez en sus zapatos, quizás entenderían que no es ninguna tontería. Que crear arte y completar vacíos negros en el alma de las personas a través de una canción y lo que esta podía llegar a significar para alguien, no tiene precio.

El dulce consuelo que ofrece cuando nadie, ni uno mismo, es capaz de explicar lo que le ocurre por dentro.

La capacidad de un artista para plasmar en sus letras y expresar con el dolor de sus voces todo aquello que callan, aquello que ha buscado liberación a través de una melodía.

Jaehyun desea con ímpetu poder tener ese efecto sanador en las personas. Pero no puede. Cada vez se siente menos capaz. Él está demasiado roto como para ayudar a alguien más.

Nada más poner un pie en el recinto, se dice que ya no hay vuelta atrás. Los sueños deben permanecer en su cabeza. En su corazón.

Hay rostros que reconoce y otros tantos que jamás ha visto, gente de todo tipo. Agradece que nadie le preste mucha atención, supone que pocos tienen tiempo para detenerse a analizarlo y determinar si él es un nuevo estudiante o no, cada persona va a su bola y tiene la cabeza en sus propios asuntos.

Debe mantener la calma, se dice; no obstante, es al entrar al gran espacio donde se impartirán las clases cuando se le dificulta respirar y su corazón se estrecha con cada paso.

Quiere despegar la mirada del asiento de esa persona, lo necesita, porque en cuanto él también se dé cuenta de quién lo observa, no reaccionará precisamente de la mejor manera y Jaehyun lo sabe, por eso prefiere quedarse en los asientos del final de la sala a ir siquiera un poco más adelante.

Y, mierda, quiere salir de allí cuanto antes. Todo el esfuerzo que ha puesto en ser optimista se ha ido a la basura en cuestión de segundos.

Kim Jungwoo, casi irreconocible, le sonríe a otra persona a la que no puede verle el rostro. Parece feliz. Y eso le provoca envidia, porque mientras él sigue atrapado en una red de mentiras y engaños del color de la desgracia, todos se han olvidado de Do. Se pregunta si alguien lloró su muerte tanto como él.

Cuando menos se lo espera, los dos pares de ojos se cruzan y la persona con la que Kim habla, se gira.

Ciertamente, la vida da giros que uno nunca se espera. Te sorprende cada vez que tiene ocasión. Esa persona es Dong Sicheng, otro pobre tonto al que engañaron como a él. ¡Otro ingenuo al que Yuta le vendió un amor falso! Quiso arrancarse los ojos ahí mismo, porque Jungwoo había mantenido la boca cerrada acerca del amorío de aquellos dos, porque había preferido callar ante lo que era incorrecto en vez de ayudar a alguien que se había preocupado tanto por él. Sin embargo, ahí estaba, el grandísimo tonto, Sicheng.

Aparta la mirada cuando nota a alguien sentarse a su lado, gesto que agradece inmensamente.

Tal muchacho le sonríe con ternura, sus ojos se posan en él con curiosidad y los hoyuelos en sus mejillas lo hacen verse adorable. Cuando está sentado, dice un bajito "Ji Changmin" mientras la gente sigue entrando, a lo que Jaehyun responde diciendo su nombre, también.

sur des rêves et des bisousWhere stories live. Discover now