Capítulo 15

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3ra persona

— Buenas tardes, ¿Qué se le ofrece...? Claro, pero tendría precio adicional por entrega, dependiendo de la distancia del destinatario, de acuerdo... Okay, 2:30 estará por allá entonces, gracias, ¡buen día! —un lindo pelinegro colgó el teléfono mientras apuntaba en su pequeña libreta una orden a domicilio al mismo tiempo que sonaba la pequeña campana sobre la puerta de entrada, por esta entraba un chico de castaños cabellos y anteojos poniéndose su uniforme rápidamente, y cómo no, si llegaba 5 minutos tarde, lo que para él era inconcebible.

— Perdón, mi clase se atraso un poco, vine lo más rápido que pude, yo me quedaré mas tarde para compensarlo...

— Relajate Tae, solo fueron minutos, nadie se dió cuenta —dijo enternecido el pelinegro detrás de la barra al ver agitado al otro por algo tan simple— Tenemos un pedido, parece que un chico le quiere dar una sorpresa a su novia, encargo una tarta de chocolate, ¿Podrías llevar el paquete?

— Sí, yo lo haré —esbozó una sonrisa cuadrada a su compañero, sin dar siquiera un indicio de lo adoloridos que se encontraban sus pies.

— Perfecto, te lo daré en cuanto salga TaeTae.

Taehyung caminaba apurado entre los alumnos del campus por los pasillos de los edificios, miró nuevamente la ubicación a donde tendría que llevar el pastel, Edif. A Piso 4 salón 206; subió las escaleras frente a él.

Bajando las escaleras de este edificio un  chico pelinegro platicaba fluidamente con otro rubio, ambos con una sonrisa de suficiencia y con todas las miradas sobre ellos.

Salón 203, 204, 205, 206 el castaño cargaba cuidadosamente la tarta de chocolate empacada con ambas manos contando los números de las puertas para llegar al salón indicado hasta dar con la puerta con el pequeño 206 grabado, suspiró con alivio al verla frente a él, llegó sano y salvó.

— Ey, soy yo quien lo encargo —escuchó una voz a su izquierda, por lo que giró rápidamente en esta dirección, donde un moreno sonreía con lindos hoyuelos, y él se felicitó mentalmente, el pastel estaba intacto. Sonrió de vuelta al moreno.

Sonrisa que se deformó lentamente al ser empujado por un grupo de adolescentes corriendo por los pasillos, el impacto mando al de anteojos contra el barandal del cuarto piso, ¿Y que esperaban? Estamos hablando de Taehyung, el pastel salió disparado al aire, siendo seguido por la vista del castaño y del moreno que lo había encargado quienes estaban recargados contra el barandal mirando su destino, el pastel dió unas cuantas vueltas en el aire hasta que impacto de lleno en una cabeza que salía del edificio, con cabellos exactamente del mismo color que el chocolate de la tarta.

Ambos chicos abrieron sus ojos como platos al ver quién fue el gran afortunado, creo que saben exactamente de quién estamos hablando, Jeon Jungkook.

Sí, demasiado imposible volver a lo mismo con exactamente la misma persona, desgraciadamente, a la vida le gusta jugar pesado.

El castaño instantáneamente se alejó de la vista y se sentó en el piso recargandose contra el barandal cubriendo su rostro avergonzado por el moreno junto a él y por el azabache en el primer piso quién miraba hacia arriba enfurecido buscando al responsable, aún si dentro de él ya sabía de quién se trataba.

Después de unos minutos Taehyung se llenó de valor y bajó para encarar al pelinegro seguido del moreno quien no le había dirigido la palabra, llegó al primer piso donde el azabache cubierto de chocolate echaba humo por los oídos, metafóricamente. Al ver al castaño, no solo echaba humo, ahora también tenía la cara roja de enojo.

— ¿Debería acostumbrarme a que cada que me pasa algo estés involucrado en ello? —mantuvo la vista en los ojos del castaño.

— Yo... F-fue un accidente —el castaño tenía la voz queda y ojos llorosos con expresión culpable en su rostro.

— Carajo, ¿Por qué no solo puedes mantenerte alejado de mí?

— No es que lo haya planeado, e-en serio... —las palabras de Taehyung se vieron cortadas por Jungkook quien tomó con fuerza el cuello de su camisa y acercó su cara a la suya bruscamente. Llamando la atención de varios curiosos alrededor de ambos.

La mirada del más alto se posaba sobre la de Taehyung de manera amenazante, bajando constantemente a sus labios mientras decía en voz baja:

— Taehyung, créeme que desearas nunca haber pisado está escuela. —el pelinegro soltó la camisa del castaño y caminó chocando su hombro con el de anteojos llendo en dirección opuesta.

Taehyung se quedó quieto en el mismo lugar en el que había sido puesto sin moverse un centímetro, sus ojos picaban, su respiración estaba acelerada por el miedo y al mismo tiempo por la cercanía con Jungkook. Tragó saliva.

Ahora a arreglar cuentas con el moreno tras de él que mantenía el ceño fruncido a tal escena que acababa de ver.

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— ¿Qué ocurrió ahora? —habló Jin al ver entrar a Taehyung con la cabeza baja y detrás de él un chico moreno.

— Bueno, vengo por una nueva tarta de chocolate, ya que la que encargué, ahora está en la cabeza de un tipo —dijo el moreno. Enseguida Jin miró a Taehyung acusadoramente, quién solo se encogió en su lugar y agachó más la cabeza.

— Lo siento —susurró cómo un niño pequeño que se acaba de enterar que a las hormigas les duele ser quemadas con una lupa.

— No, él no tiene la culpa, fue un "accidente" —dijo haciendo comillas con sus dedos— unos idiotas lo empujaron al barandal, el pastel salió volando, antes no salió él también —sonrió tiernamente el castaño de hoyuelos al pelinegro tras el mostrador.

Bueno, el destino no siempre era justo, pero sabía que hacía y por qué lo hacía.

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Jeon Jungkook

Maldita sea, ¡Maldita sea! ¿Por qué? ¿Por qué él otra vez? Qué tan cruel tenía que ser dios o cualquier fuerza de la naturaleza que existiera para que ese idiota de anteojos que no había vuelto a ver desde hace días regresara tan repentinamente y tan estúpidamente cómo solo él lo podía hacer, ¿El mundo hacía una conspiración para que lo tuviese presente de alguna forma u otra?

Entré a las regaderas de la escuela hecho una furia y me desvestí de la ropa con restos de estupido chocolate en ella para bañar mi pegajoso cabello. Lo odiaba, era tan torpe y lo suficientemente sexy como para olvidar su idiotez cuando hizo aquel estúpido puchero, juro que quería besarlo hasta dejarlo sin aire al tomarlo de la camisa... el idiota seré yo. Iba a cumplir mi palabra, claro que sí, ese Imbécil deseará no haber pisado nunca esta escuela, de una u otra forma.

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Ya sé, ya sé, el capítulo está medio kk, les prometo compensar esto con la siguiente actualización, la verdad casi no e tenido tiempo de escribir por los exámenes, pero ya verán la semana que viene ;v

Perdón si hay faltas de ortografía, realmente agradezco que sigan aquí y pues, nos vemos en una semana, igual y les traigo una sorpresa :0❤️

Descansen bien y disfruten su semana.❤️

(Se me olvidó avisarles que el Fic Yoonmin que mencioné en el anterior cap, ya está arriba, si gustan, pueden pasar a leerlo, por leer hasta aquí gracias ❤️)

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora