Capitulo 20

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La cabeza de Taehyung se posaba en mi pecho con sus ojos cerrados y boca entreabierta, su pecho subía y bajaba acompasadamente sobre el mío con un brazo rodeando mi cintura. Llevabamos así más de 15 minutos, el había caído al instante en los brazos de Morfeo temblando y con una capa de sudor en todo su cuerpo, jadeando mientras yo solo miraba sus facciones. Ninguno había dicho ni una palabra y la verdad, así lo prefería.

El sueño por el cansancio se empezaba a adueñar de mí también, mis párpados se cerraban por instantes y me costaba volver a abrirlos. La extraña y gloriosa sensación seguía dentro de mí y me encantaba... Pero no solo eso, a una parte de mí le aterrorizaba, me hacía sentir débil, idiota y yo odiaba sentirme así.

Abrí los ojos y mire su cabello, su piel, maldición, ¿Por qué él? ~Vamos Jungkook, estás acostumbrado a esto, una vez más, una menos, ¿que más da?~ Susurró una voz en mi cabeza, y estuve de acuerdo.

Con cuidado salí de debajo de él, dejandolo recostado boca abajo sobre las blancas sábanas. Tome mi ropa esparcida por el lugar y me vestí sin despegar la vista del cuerpo angelical en la cama. Estúpidas ganas de besar sus labios otra vez, mirar sus ojos, escuchar su voz, hacerlo mío...

Arreglé mis cabellos con las manos y me acerqué a la cama, tome una sábana a punto de caer y con ella cubrí el cuerpo del castaño, acaricie su mandíbula y sonreí.

Caminé hasta la puerta y di una última mirada tras de mí tomando la manija... Y dudé durante un segundo, ¿Qué tan malo sería acostarme nuevamente con él y dormir a su lado?

No, mierda, no.

Abrí y salí rápido cerrando la puerta con cuidado tras de mí. La música se intensificó fuera, mire mi teléfono, 1:47 am, necesito ir por el idiota de Jimin, estaría en la misma habitación que hace rato, ¿No? Claro que sí. Caminé por el pasillo hasta la habitación donde hace unas horas estaba Jimin con el pálido, abrí la puerta y... Realmente hubiese deseado tocar.

Jimin estaba en cuatro mientras Yoongi estocaba con fuerza en su interior, al abrir ambos miraron en mi dirección, sus cabellos estaban mojados y sus rostros rojos, la habitación era un desastre por todas partes, eso sin contar que olía a sexo puro.
¿Cómo mierda era posible que dos personas follaran por más de tres horas? Tendría que estar soñando.

— Carajo, Jimin, tenemos que irnos ya. —dije y cerré la puerta rápidamente intentando borrar la imagen de mi cabeza— ¡Deberían asegurar la puerta idiotas!

— P-puedees ah..., I-irte sin, sin m-mí. Oh, sí, así, sigue Yoongi mmmhg, —en cuanto escuché esas palabras salí de ahí con cara de asco, quedaría traumado por el resto de mi vida. Malditamente traumado.

Bajé hasta el estacionamiento, subí a mi coche y conducí a mi edificio, esa sí había sido una noche alocada.


Taehyung

Busqué calor, el calor dueño del olor que me envolvía, y solo encontré sábanas frías. Abrí los ojos, a mi alrededor estaba la solitaria habitación de Yoongi dándome la bienvenida, ofreciendome la cruda realidad.

Intenté sentarme en la cama pero un agudo dolor se instalo en la parte baja de mi espalda provocandome una mueca mientras jadeaba bajo y me quedaba quieto para hacer pasar el dolor.

Mire a todas partes lentamente, ni un solo rastro de él, nada. En mi pecho se hizo presente un vuelco, como si hubiesen golpeado fuerte y profundo, llevándose un trozo de él, un vacío incapaz de llenarse, ni siquiera podía respirar. Mis pulmones luchaban por un poco de aire, no me dí cuenta el momento en que mis ojos comenzaron a acusarse, solo sentí la lágrimas bajar por mis mejillas. Diablos estaba siendo tan exagerado, ¿Que esperaba? ¿Despertar en sus brazos? ¿Qué esto fuera en serio? Por dios, es Jeon Jungkook, hace esto cada noche.

Pero que supiera como era no iba a evitar que me sintiera de esta manera, que doliera.

Realmente dolía.

Y no debería sentirme así, apenas y cruzamos unas palabras, en su mayoría era porque yo había metido la pata, ¿Era posible? ¡No habíamos intercambiado más de cinco besos hasta anoche y ya le había dado mi virginidad! ¡¿Por qué era tan tonto?! Me deje llevar, me deje llevar por él que aparecía en mis sueños por las noches, en todos ellos, desde el primer día que apareció frente a mí. No era su culpa, era yo, ni siquiera tendría que haber venido, no tendría que haber caído a él. Fui solo diversión de una noche, nada más. Nunca sería algo más. Tengo por seguro que después de esto siquiera me va a dirigir la mirada.

Mi cuerpo desnudo bajo las sábanas se revolvio adolorido hasta quedar en posición fetal, lágrimas se derramaban de mis ojos inconscientemente sin parar. Y me quede así hasta no tener noción del tiempo y secar mis ojos. Lamentandome por algo tan tonto para muchos, pero tan grande para mí.

Me levanté de la cama con él agudo dolor en mis caderas, junté mi ropa despacio del piso. Al vover mi vista al frente mi yo me saludó desde un grande espejo en la pared, con el cabello despeinado, ojos rojos, labios inchados chupones en mi cuello, abdomen, marcas de dedos en mis caderas y trasero. Mire por la ventana, estaba a punto de amanecer y la música seguía afuera, no había pasado mucho tiempo.

Vestí mi cuerpo y salí de la habitación después de tender la esponjosa cama y tomar mis anteojos de la mesita de noche. Busqué la puerta del sanitario al final del pasillo y entré. Había vómito en las paredes y piso, olía mal, pero era lo que menos me importaba en esos momentos, me acerqué al espejo y con agua arregle mi cabello, moje mi rostro y acomodé mis anteojos en el puente de mi nariz.

Tenía que buscar a Yoongi. Muchas personas estaban tiradas por los pasillos dormidas, entre el vómito y quién sabrá que tantas cosas más. Caminé a la sala donde aún había personas bailando o tomando, no ví ningún rostro familiar, tal vez lo mejor sería irme solo a la universidad sin molestar a nadie, no estaba muy lejos, tal vez a unos 40 minutos caminando. Fuí hasta la puerta y salí del departamento, caminé hasta que el sol salió, al llegar a la universidad mostré mi credencial a los policías que me dejaron entrar. Llegué a mi dormitorio en el edificio y me dirigí al armario, tome una camisa blanca y pantalones de chándal, shampoo y jabón, bajé al edificio de regaderas y me duche, lo hize hasta que mis dedos estaban arrugados y el estropajo ardía en mi piel. De alguna u otra manera quería borrar la noche anterior, no voy a negar que en el momento fue hermoso, pero tenía que poner los pies en la tierra, no significaba nada.

Una vez que me vestí subí y me tiré en mi cama, dormí tal vez durante todo el día.
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No me maten plox :'v
Quiero que sepan que hacer sufrir a TaeTae es una cosa que me duele en el alma, pero todo sufrimiento tiene su recompensa ¿No? 🙃

Nos leemos mañana, leí sus comentarios del capítulo anterior y les quiero agradecer, realmente me alegro mucho que les gustara, estaba asustada por ser el primero de igual forma espero mejorar mucho para ustedes ❤️

Sus votos y comentarios me inspiran, gracias ❤️

~Perdonen faltas de ortografía o gramática~

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora