Capítulo 50

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Bajamos del auto y tomé su mano hasta llegar a mi departamento, donde seguimos hasta mi habitación, y solo nos acostamos en la grande cama, aún vestidos lo abracé contra mí y respiré profundo, su brazo también se posó en mi cuerpo escondiendo su cabeza entre mi hombro y mi cuello, acomodándose en forma fetal contra mí. Besé su cabeza y así caímos dormidos. Abrazando al otro como si fuera a lo único que lo que nos pudieramos aferrar.

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Desperté por la luz del sol que se filtraba por la ventana, y lo primero que ví fue el rostro tranquilo y hermoso de Taehyung, labios rosados y facciones relajadas. Lo único que pude pensar es que realmente me gustaría despertar todos los días de la misma manera, exactamente la misma manera. Besé ligeramente su boca, el lamió sus labios como reflejo haciendo chocar su lengua contra los míos, llevando una corriente eléctrica en ellos. Jadeé levemente y alcé la mirada a los ojos que se abrían adormilados, mi pecho se llenó de pequeñas gotas de sentimientos, como si estuviese lloviendo dentro de el, una tormenta desastrosa arrollando toda a su paso, una tormenta hermosa. Sentí el cosquilleo recorrer mi cuerpo, con tan solo ver sus ojos, con tan solo ver sus ojos podía poner todo de cabeza dentro de mí.

— Buenos días —sonreí como idiota viendolo sonreír también mientras se tallaba uno de sus ojos. Era tan perfecto despeinado entre las blancas sábanas, con ese suave rubor en sus mejillas. Quise meterlo en ese momento en una cajita de cristal y no dejarlo salir nunca, no quería que nadie lo tocara, que nadie le pudiese hacer daño. En vez de eso solo conserve la imagen mental en lo profundo de mi cabeza.

— Hola. —habló bajo y con voz ronca adormilada.

— ¿Te quedarás conmigo? —hablé y su rostro hizo una pequeña mueca de confusión— a-al día me refiero, ¿Quieres hacer algo? Vamos al cine, ¿Sí? —le dije mirándolo a los ojos, me era imposible dejar de mirar aquellos pozos oscuros, me tenían completamente prezo.

— M-me gustaría bañarme antes —contestó con una pequeña sonrisa y mejillas coloradas.

— Puedes bañarte aquí.

— Allá tengo mi ropa Kookie... —mi pecho se sumió en alegría al escuchar el apodo.

— Me gusta que me digas así... —dije más para mí que para él sonriendo— ah, te puedo prestar yo.—hablé saliendo de mi ensoñación, mis manos aún estaban alrededor de su cintura.

— P-pero...

— Anda, quédate aquí, ¿Por mí?—hice un puchero infantil, sonrió achicando sus ojos con ese brillo irreal que se formaba en ellos.

— De acuerdo...—habló tímido, sonreí feliz, me acerqué y besé su boca con devoción, comenzamos un pequeño vaiven hasta que acaricie con mi lengua sus labios.

— Puedes ir a bañarte en lo que cocino algo... Aunque tal vez no me salga rico, lo intentaré, por tí. —me levanté de la cama y fuí hasta mi closet saqué unos pantalones y camisa de el, luego me incliné sobre un cajón y tomé un par de boxers, se los tendí en la cama— Ya sabes dónde está el baño, la manija derecha es la caliente —le guiñe un ojo y salí del cuarto hasta la cocina.

Al menos ahora la despensa estaba completa. Entré a YouTube y busqué, "Como hacer Waffles" me aparecieron varios vídeos, me decidí por los que se veían mejor y puse manos a la obra. Aunque al principio, el huevo se quebró en mis manos, la harina me entró a los ojos y boca, la mezcla me lleno mi camisa cuando la batí y la Wafflera me quemó los dedos y aparte dos waffles hasta hacerlos negros, al fin, tuve ocho esponjosos Waffles. Taehyung salió poco después con cabellos húmedos y mi ropa en su cuerpo, le sonreí y ofrecí un plato con dos panecillos.

La suerte de no tener suerte ||KookV|| (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora