Una de mis frases favoritas en Ciudades de Papel, de John Green, es la que dice:
"La vida se ha convertido en el futuro... Cada momento de tu vida se vive de cara al futuro"
La escribo justo debajo de "El día del viaje"; el título que le puesto a la primera hoja de mi cuaderno.
Quisiera aferrarme al presente, a mi vida de ahora. Pero el futuro es inevitable. El futuro es desconocido, y eso lo hace un tanto atractivo.
Dibujo el garabato de un avión sobre volando las nubes, tocándolas con sus grandes alas, y yo estoy tocando una desde la ventana. Son esponjosas y parecen conducirte a un mundo mágico. Imagino que huelen a llovizna y algodón de azúcar.
No soy bueno dibujando. Pero nadie verá mi intento de obra de arte. Al menos no todavía.
Estoy en el aeropuerto, justo al lado de mi mayordomo Edmundo, que en realidad no es mi mayordomo sino una especie de tío. Porque es un gran amigo de mi padre y ha estado conmigo siempre, lo aprecio como un familiar, un tío, un amigo. Me gusta llamarlo "Tío Ed". Es de mediana edad, alto y con un gran bigote en forma de brocha muy anticuado. Finge que no me espía mientras escribo, y de vez en cuando me pregunta:
— Oye, Matt ¿Qué escribes?
Y yo le digo:
— Nada especial.
Aunque espero que lo sea.
Mi padre llega atrasado como siempre, es un hombre ocupado. Nuestra familia tiene una de las mejores cadenas de librerías en todo el mundo. Así que viajamos siempre. También leo siempre.
— Siento llegar tarde, hijo—. Me dice, sacudiéndome el cabello. Odio eso. Y se sienta a mi lado.
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Las grandes muletillas de madera están justo debajo de mi asiento.
Solo somos nosotros tres. Esperando la hora de abordar el vuelo. Esperando el futuro. Y el futuro de ahora es América; en la fría ciudad de Minneapolis.
Tengo quince años y todo lo he vivido es de cara al futuro. De la expectativa. Tengo muchas expectativas sobre este viaje.
— El sitio a dónde vamos te encantará, Matt. Te prometo que esta vez sí permaneceremos allí, por lo menos un año.
Y eso es bueno, en comparación de los escasos tres meses que llegamos a estar en un país. Ni siquiera me ha dado tiempo de hacer buenos amigos...
—... ¿Emocionado, hijo?—. Continúa mi padre.
Cierro mi cuaderno y respondo:
— Sí—. Dirigiéndome al tío Ed y a mi padre.
Somos nosotros tres. Y me gusta esta sensación de que me esperan grandes cosas allí.
N/A: Aca les dejo una foto del chico que se me hace parecido al Matt que me imagino.
N/A 2: Pueden ayudarme comentando su frase favorita (Puede ser de un libro, una cita de su ídolo, un fragmento corto de una canción) y la tomaré en cuenta para colocarla en uno que otro capítulo.
¡Lo mejor ya viene! ¡Gracias por leer, son los mejores lectores!
