Proyecto princesa

Capítulo 5.

Antes de empezar quiero aclarar varios aspectos importantes sobre este capítulo y el siguiente. En primer lugar, me agrada bastante escribir en primera y tercera persona, para dar una visión mucho más detallada del espacio. En primera persona siempre narrará Elesis, aunque en varias ocasiones me he planteado incluso narrar en tercera persona su punto de vista, pero por el momento lo dejaré así.

En segundo lugar, en la mitad de este capítulo va a narrar otro punto de vista. Aún así, también es muy importante para el desarrollo de la historia. Puede que el personaje principal sea Elesis, pero los otros personajes, a los cuales les suelo dedicar capítulos enteros hablando sobre ellos, son también bastante importantes para el desarrollo. Seguramente os acordaréis de esto en el final de la novela, cuando todo empiece a encajar.

Por otro lado, quiero daros a entender que la opinión que uno de los personajes desarrolla en una intervención mucho mas avanzada, para nada es mi opinión personal. Me he basado en el materialismo histórico de Marx (No hace falta su lectura previa, ya que me tomaré un tiempo en el siguiente capítulo para explicaros de qué trata). A algunas personas puede que les moleste que este personaje critique aspectos tales como la religión, pero únicamente me he basado en la opinión de este filósofo. Mi opinión personal sobre este aspecto prefiero reservármela, aunque afirmo que no estoy ni a favor ni en contra de la religión. Espero que lo entendáis.

Sin más, os dejo leer tranquilos. Espero que os agrade, me he esforzado bastante para que este capítulo resulte mucho más interesante para vosotros <3.

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En la cocina reinaba un silencio sepulcral tras darse a conocer la decisión del rey sobre el futuro de ambas hermanas. Fue un golpe un tanto duro para Elesis, la cual tras ser conocedora de tales malas noticias, no despegó la mirada de la mesa ni siquiera cuando una sirvienta se adentró en la estancia. Si incluso le afectó saberlo por parte de su hermana, no se imaginaba cual podría haber sido su reacción si se hubiese enterado por su padre cuando ya nada tendría solución.

Es obvio que nunca serían informadas con periodicidad, si el Rey les otorgaba esa información con antelación, se arriesgaba a que ambas intentasen arruinar sus planes. Además de que esos temas siempre han sido secretos de Estado.

Erika no tardó mucho en notar que su hermana menor estaba reaccionando exactamente igual que cuando ella misma fue conocedora de los futuros eventos. Sin llegar a pensárselo dos veces, tomó asiento a su lado y posó su mano sobre la de ella. El sonido de un trueno cayendo cerca alertó a Elesis, la cual en ningún momento fue consciente de su aislamiento.

— Me acaban de informar que nuestras clases han sido anuladas. Debemos quedarnos en la mansión hasta nuevo aviso, parece ser que nuestro padre se ha reunido con los candidatos en la sala del trono, y por nada del mundo desea que nos entrometamos.

— Por mí como si se les cae un rayo —susurró desganada la menor. Erika sonrió con tristeza y trató de darle apoyo moral a su hermana, rodeando sus hombros con el brazo y acomodando la cabeza sobre el hombro más cercano a ella, en un gesto que pretendía ser cariñoso.

— Opino igual, aunque ¿qué le vamos a hacer? Solo nos queda esperar, conocer personalmente a los candidatos y, si algo te da mala espina, quiero que me lo digas de inmediato para poder hacer algo al respecto.

La mayor se quedó observando a Elesis. Nunca habían mantenido una muy buena relación, aunque pensaba que crear una alianza con ella no era ni de lejos una mala idea. Ambas estaban viviendo en una situación semejante , por lo cual no había nada de malo en confiar en otra persona además que en Ryu y su doncella. Erika se levantó decidida y tomó las manos de Elesis, haciendo que la menor alzase la mirada algo desconcertada. De nuevo estaba perdida en sus pensamientos.