Tú fuiste la primera humana en caer junto a Chara, una chica muy especial. Después de un accidente habías muerto, tu alma sobrevivió convirtiéndote en un fantasma que solo los humanos y Napstablook podían ver. Este pequeño fantasma fue tu mejor ami...
La pequeña no parecía tener muchas heridas, pero aun así estaba inconsciente, paso una hora y acabo despertándose, al verme se asusto y empezó a llorar. Me senté un poco lejos para darle confianza y le sonreí, un rato después ella me sonrió de vuelta y se acerco, intente secarle las lágrimas pero la traspase asustandola. El hecho de que me podía ver me hizo olvidar que era un fantasma, suspire y la hable.
-Pequeña, no te asustes no te hare daño, pero seca esas lágrimas por favor.- me hizo caso y se seco las lagrimas y se vieron unos hermosos ojos celestes, tenia un lazo en el cabello y ropa infantil, llevaba con ella un cuchillo de juguete.
-Ves mucho mejor, ahora se te pueden ver esos hermosos ojos celestes.- le dije simpática, ella hecho una pequeña risita, decidido, protegeré a los niños lo mejor que pueda.
Me levante alegre y la pequeña me imito, hablando de la pequeña, no se como se llama, le voy a preguntar.
-Oye, ¿tú como te llamas? yo me llamo _____- le pregunte mirándola mientras flotaba a su lado.
-S-Soy Lily- dijo un poco tímida, Lily... es un bonito nombre.
Camine junto a Lily hasta ver a Toriel, al verla ella se asusto, pero al decirle que era buena se tranquilizo, Toriel se acerco corriendo y hablo.
-Hola mi niña, soy Toriel la guardiana de estas ruinas, eres la primera en caer desde unos años.- su mirada se entristeció, se que nos veía a nosotras reflejadas en Lily, esa mirada de confusion roja por las lágrimas...
-Ven conmigo, yo te guiare por las ruinas- dijo mamá con la mano extendida hacia ella, Lily me miro disimuladamente y yo solo asentí con la cabeza y la agarro de la mano. Mamá sonrío y la guió por las ruinas, Lily miraba maravillada el lugar y me sonreía alegre.
En un momento mamá dijo que debería seguir sola, Lily me miro asustada, según vi en sus pequeñas peleas es muy lenta para esquivar y desde la orden de matar a los humanos los monstruos están muy agresivos. Ocultando mi preocupación, le dije que estaría con ella, solo debía caminar hacia delante.
Empezó a caminar con un poco de miedo, para ayudarla a estar mas segura de sí misma empece a hablar con ella, estuvimos hablando por todo el rato del pasillo al final de este estaba la columna donde parece ser que se oculto, salio de allí detrás y se puso delante de nosotras, luego habló.
-Mi niña, tendré que dejarte sola por un rato espera aquí y no te muevas por favor- dijo mamá y se fue de la habitación, Lily se sentó apoyada en la columna y me miro.
-¿Porque Toriel no te podía ver?- pregunto curiosa, yo me senté flotando a su lado y le hable.
-Lily, ¿te preguntaste porque floto?- asintió y continue- eso pasa porque soy una fantasma, como Toriel es una cabra humanoide y hay monstruos por todos sitios.- ella me miro e intento tocarme, desgraciadamente para ella me traspaso.
-Te pareces mucho a una humana, ¿fuiste una humana?- pregunto nuevamente, yo baje la mirada y le conteste.
-Si, antes fui una humana como tú, con una hermana y una familia.- dije tranquila pero con melancolía.
-¿Hechas de menos algo?- pregunto nuevamente.
-Los pasteles de Toriel son geniales...- dije recordando ese dulce aroma y ese excelente sabor que ya jamas podre probar, continue hablando- ¿nos vamos ya?- dije aburrida
-No, mamá me dijo que hay que ser paciente y hacer caso a los mayores.- yo reí, una niña pequeña me estaba regañando pero unos ruidos no me gustaron.
Los ruidos se hicieron cada vez mas fuertes y de inmediato una gran sombra se encontró detrás nuestro, la pequeña empezó a llorar y unos monstruos la empezaron a atacar, intento huir pero eran demasiados y ella es demasiado lenta.
-Lily huye de aquí y corre a por Toriel.-le pedí gritando.
-Pero ella me dijo- la interrumpí hundida en la impotencia de no poder ayudarla- ¡Se lo que te dijo pero corre! por favor...- No quiero ver una muerte mas por mi culpa, no podría aguantarlo...
Ella empezó a correr pero desgraciadamente la alcanzaron y con unos cuantos ataques bastaron para... matarla.
Su alma hizo una ilusión creando a la niña pero ahora era completamente celeste
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Estaba llorando, la muerte la sentí tan cerca siempre, al fin y al cabo soy una fantasma, la alma de Lily hablo.
-Tu me ayudaste y ahora me toca a mi.- una bola de color celeste salio de la pequeña alma y se acerco a mi.- te cumpliré el deseo de comer esa tarta que tanto te gusta, y recuerda... sé paciente.- la bola se acerco a mi y salio mi alma, mi alma es un corazón vació que solo tiene la forma gracias a la determinación que me hizo seguir viva. La bola se acerco a mi alma y la relleno un poco.
-Gracias- dijo el alma de Lily y volvió a su cuerpo sin vida sacándome algunas lagrimas más. Me senté y vi que no tardo en llegar Toriel, en ese momento vi los mismos ojos, esos ojos de dolor.
Frustrada y triste se vio obligada a llevar el cuerpo de Lily a papá, él la agarro delicadamente y deposito su alma en un pequeño frasco, iba a hablar pero mamá le interrumpió de una manera borde y se fue de vuelta a las Ruinas.
La seguí hasta allí y aproveche para ver si mi deseo se cumplió, de una manera increíble logre agarrar el pastel y comer un poco mientras Toriel dormía.
El sabor es genial ahora puedo saciar mi hambre sin pedirle comida a Naps, hablando de Naps voy a visitarle, vole hasta Waterfalls y le llame desde fuera dándome el permiso de pasar.
Solo con verle, las lágrimas que intentaba aguantar se escaparon de mis ojos y caí hasta el suelo flotando apenas unos centímetros , él se acerco y se apoyo en mi abrazándome y empezó a llorar también, dejando algunos agujeros en el suelo por las lágrimas.
Estuvimos pasando el resto del día hablando o escuchando música. Hasta que pensé en ver que haría papá con el cuerpo de Lily, para comprobarlo me despedí de Naps y llegué hasta el castillo de papá.
Mi padre estaba metiendo el cuerpo de Lily ya curado en un ataúd similar a donde estaba el de Chara y el mío, antes de que se los llevase mamá para enterrarlos como es debido.
El ataúd era de color gris y con un corazón celeste grabado, el alma de paciencia, cuando el cuerpo sin vida estaba ya en el ataúd lo llevó al sótano del castillo donde descansaría para siempre.
Pensé en ir a donde estaba la barrera que mantenía a los monstruos encerrados aquí abajo. El frasco con el alma de Lily estaba a la vista solo faltaba guardarla bajo tierra. En el momento en el que lo pensé, papá guardo la alma sin dejarme verla más.
Ahora le quedaba seis almas por recolectar para poder salir de aquí.
