CAPÍTULO 5. Primeros momentos.

1K 45 5
                                    


CUAUHTÉMOC.



-¡Que día!- Digo soltando un largo suspiro y lanzándome a mi nueva cama.

Mientras estoy a punto de caer rendido por el sueño mi celular empieza a sonar y cuando los reviso veo que Diego me está marcando para hacer videollamada, así que enseguida contesto.

-No llevas un día entero en Oaxaca y parece que ya te olvidaste de tus raíces toluqueñas-. Escucho decir a Diego.

-No es eso, solo que hoy no fue un día muy normal que digamos-. Le contesto, un poco cansado

- ¿Tan mal estuvo tu primer día?-. Me pregunta asombrado

- No es que estuviera mal, sino todo lo contrario, pero me pasaron muchas cosas súper extrañas-. Le contesto.

-¿Qué cosas súper extrañas? ¿A qué te refieres?-. Noto un poco de preocupación en sus facciones.

- Mira, para empezar, comencé con el pie izquierdo en este edificio.- Digo con una sonrisa, para tranquilizarlo un poco.

-¿Por qué? ¿Qué pasó?-. Me vuelve a preguntar, pero al parecer mi técnica de la sonrisa funcionó, pues sus facciones ya no demuestran preocupación, sino curiosidad

-Estaba sentado en el piso de la cocina, pensando en cosas, cuando escuche que alguien tocaba la puerta y como vi que nadie abría, decidí hacerlo yo y cuando fui a ver quién era me topé con un chico...

-un chico, eh...-. Me dice a forma de burla interrumpiéndome.

-Espera, deja te cuento, porque se pone cada vez más raro.-. Le digo, intentando disimular mi ligero sonrojo.

-Prosigue.-. Dice mientras se acomoda en una posición más cómoda para escucharme atentamente.

-Cuando abrí la puerta él estaba de espaldas, así que solo le dije hola, para que se diera cuenta de que ya había abierto la puerta. Cuando se giró hacia mí pude ver que traía un pastel con él.

-¿El pastel era para ti?-. Me pregunta con los ojos abiertos como platos.

-Noooo, bueno si, ¡pero deja termino de contarte, Diego!-. Le contesto y de mi sale una risita nerviosa.

-Está bien, está bien, pero sé bien por dónde va todo esto, Temo-. Me dice con los ojos entrecerrados.

-¡Para nada!-. Digo y ahora soy yo quien toma una posición como da para poder contar todos los detalles.- Pero x, cuando estuvimos frente a frente se me erizó la piel porque él sólo me miraba, vi como su boca se abrió para decir algo, pero se quedó como mudo. Él estaba aquí, pero sus pensamientos estaban dándole la vuelta al mundo.

-¿Y qué más pasó?-. Pregunta con entusiasmo.

-Pues no sé cuánto tiempo pasó, esperé a que me dijera algo, pero no lo hacía, así que lo primero que se me ocurrió preguntarle era que si se sentía bien.

- ¿Y qué te dijo?

-¡Nada! Solo me sonrió. Y como seguía sin contestarme, empecé a incomodarme un poco, así que le pregunte que si lo podía ayudar en algo.

- ¿Y te contestó o no?

-Sí, sí, solo me dijo que se había dejado llevar y me dijo que me parecía a un amigo suyo.

-¡Ja! ¿Y le creíste?

-Pues supongo que si lo dijo es por algo ¿No?

-Ay, Temo, aun te fala mucho por aprender de esto-. Me dice de manera irónica y algo me dice que me intentó decir algo, pero no logro entender que.- ¿Y de perdida esta guapo?

ARISTEMO. Las voces del corazón.Where stories live. Discover now