ARISTEMO. Las voces del corazón.

CAPÍTULO 6. Nuevos sentimientos.

ARISTÓTELES.

Este día ha sido uno de los mejores días de mi vida ¿No les ha pasado que apenas conocen a una persona y enseguida se dan cuenta de que se convertirá en alguien importante para su vida? Bueno, a mí me acaba de pasar. Hoy conocí a Cuauhtémoc o Temo, como prefieren que lo llamen, él es muy interesante, misterioso y buena onda, apenas lo conozco y en serio que me encanta cómo se siente su presencia. Sé con certeza que llegaremos a ser grandes amigos.

Después del desastre que ocurrió, fuimos por pan a la panadería de mis tíos y en seguida fuimos a casa de mi tía Blanca a comer, fue muy divertido estar con él durante la comida, lástima que todos se pusieran muy serios después de que mi tío Eugenio quiso saber más de ellos y estuvo mucho peor el que los nuevos vecinos tuvieran que irse muy rápido después de terminar de comer.

Cuando la familia de Temo abandonó el departamento de mi tía para realizar sus tareas, los comentarios paranoicos hacia el señor Francisco, el papá de Temo, no cesaban, mis tíos decían que se podría tratar de un prófugo de la justicia quien en su intento de pasar desapercibido decidió adoptar a unos niños y llevar una vida "normal", mi mamá por otra parte decía que tal vez la familia López debía ser una de esas familias "modernas" donde los niños tienen dos papás, en fin, se les ocurría cada cosa. En lo personal no creo nada de eso, a veces sacar conclusiones precipitadas no deja nada bueno.

Una vez que ya no teníamos nada más que hacer en casa de mi tía, mi familia y yo nos regresamos a nuestro departamento y una vez aquí decidí avanzar con mi tarea, y ahí se me fue todo el día, de vez en cuando tomaba descansos de diez o quince minutos y era en esos periodos de tiempo que mis pensamientos no se podían concentrar más que en mi nuevo vecino.

Son las 9:00 pm y estoy acostado en mi cama, la verdad no sé qué me pasa, de pronto pienso en él y una sonrisa se dibuja en mi rostro, nunca antes me había pasado esto con nadie, nunca me había sentido como me siento ahora, me siento extraño, esta sensación me agrada, pero hasta cierto punto me asusta, no sé qué es lo que siento. Sin darle más vuelta al asunto prefiero dormir.

Cierro mis ojos y caigo dormido, esta demás mencionar que sin duda Cuauhtémoc López está también presente en mis sueños.