Final Fantasy VII - Los miembros de SOLDADO

CAPÍTULO 1: PRUEBA DE SOLDADO

Zack suspiraba. Estaba solo, al final del vagón, apoyado contra la pared entre caja y caja. Aparentemente tranquilo, pero a la vez impaciente; por ponerse por fin a prueba, por demostrar que puede ser un miembro de SOLDADO, por cumplir su sueño y llegar a ser tan admirado y respetado como el famoso Sephiroth.

Los miembros de SOLDADO eran el orgullo del ejército de Shinra, una antigua empresa de armas que, invirtiendo gran parte de su capital en investigación, descubrió el uso de la energía Mako y pasó a ser denominada como Compañía Eléctrica Shinra S.A. Monopolizaba casi todo el suministro energético del planeta y era la empresa que más dinero y poder tenía, controlando ciudades enteras e imponiendo sus propias leyes.

Algunos poblados conseguían vivir ajenos al control de Shinra y utilizaban otras fuentes energéticas, como el carbón, la energía eólica, hidráulica o simplemente decidían vivir sin suministro energético; adaptándose a la vida del planeta, en vez de adaptar el planeta a sus vidas. Algunas personas se atrevían a decir que la utilización de los reactores, que extraían la energía Mako de las profundidades de la tierra, chupaban la sangre del planeta condenándolo a su muerte; pues la fauna y la flora de las cercanías de todo reactor desaparecían al cabo del tiempo. Sin embargo, muchas otras personas negaban tal problema o vivían ajenas a él, disfrutando de las ventajas que la energía Mako proporcionaba sobre sus vidas.

Para poder mantener la paz y proteger a sus ciudadanos de aquellos grupos terroristas que se oponían a la construcción de reactores Mako, Shinra formó el mayor ejército jamás visto. La división más fuerte eran los miembros de SOLDADO, pero pocos eran los que podían llegar a formar parte de la élite del ejército, pues solo los más fuertes física y mentalmente lo conseguían.

Zack ya había pasado las primeras pruebas; una serie de combates cuerpo a cuerpo y un examen psicológico. A pesar de no recibir ningún aprobado ni rechazado, Zack supuso que lo hizo bien, sino no estaría realizando la última de las pruebas.

Había cuatro personas más en el mismo vagón. La mayoría vestía el uniforme básico del ejército de la Compañía, igual que Zack; unas botas altas, unos pantalones y una camiseta gruesa de color azul, protecciones metálicas en las rodillas y hombros, un casco que cubría toda la cabeza y rostro, una braga reforzada para la protección del cuello y unos guantes de cuero. Las voces y comentarios de tres de ellos, no habían parado de sonar desde que se subieron al tren.

—No sabía que la prueba era en el sector 3. No es justo, deberían darnos más información, ni tan siquiera sabemos dónde demonios hemos de ir. No tenemos ni un miserable mapa de la zona.

—¡Tienes razón! Además esta área es la zona de entrenamiento de SOLDADO, llena de monstruos de todas las regiones del planeta y tecnología armamentística de prueba.

—A mí esto no me da buena espina, al fin y al cabo, solo es una prueba de ingreso. —El chico, se quedó pensativo—. «Tendremos que enfrentarnos contra todas esas cosas y yo llevando solo una espada... ¿Y si morimos? Cuando leí las condiciones tendría que haber renunciado».

Otro chico con el pelo rojo, los ojos de un intenso color azul, delgado y que vestía desaliñadamente unos tejanos y una vieja camiseta, no había hablado en todo el trayecto y se limitaba a escuchar y sonreír. Acabó por soltar una risa entre burlona y desafiante:

—¡Ja, Ja, Ja!... Un amigo mío, miembro de Shinra, me contó que también hay monstruos de una rareza y fuerza irreales, producto de todos los experimentos que se llevan a cabo en el Departamento Científico, para que los miembros de SOLDADO puedan mejorar en sus entrenamientos. Así que toda la basura armamentística de prueba y cuatro monstruos pastando por la zona, no serán ningún problema.

Las tres personas que no paraban de hablar, producto de sus nervios y miedo, se quedaron calladas, dando paso a un incómodo silencio.

—¡Por fin escucho algo interesante! Ya empezaba a pensar que esto sería de un nivel semejante al de la primera prueba. —Zack despegó su espalda de la pared del tren para ponerse enfrente del grupo—. ¡Eh! Somos cinco, ¿no? No será para tanto.