Final Fantasy VII - Los miembros de SOLDADO

CAPÍTULO 4: MARCA DE SOLDADO

Zack se estaba arreglando, Shinra le había regalado un traje para la ocasión; pantalones y americana de color negro, una camisa azul conjuntada con una corbata negra y unos zapatos negros. Había sido convocado por el Presidente Shinra en el edificio principal de Midgar, donde residía la Sede Central. Zack se miró en el espejo y notó que su mirada era diferente, tenía un brillo extraño.

Siete nuevos miembros de SOLDADO, con el mismo traje que él, estaban en una sala. Nadie dijo nada, pero sabían que no todos habían superado el proceso. El Presidente Shinra en persona, propietario de la multinacional más importante e influyente del planeta, entró en la sala. Era bastante mayor, bajito y regordete, con el pelo rubio y un gran bigote. Vestía elegantemente de rojo unos pantalones, una americana y una corbata, conjuntado con una camisa blanca.

Zack no le prestó mucha atención, pues al Presidente le acompañaba el miembro de SOLDADO más fuerte del ejército, su fama era mundial, había realizado un montón de misiones y todas con éxito, cuentan de él las historias que su fuerza era irreal. Le había visto en revistas y en televisión, pero en persona era más espectacular, provocaba mucho respeto y su simple mirada intimidaba..., se llamaba Sephiroth.

Solo tenía veinte años y en su rostro no se apreciaba ninguna arruga, pero parecía extrañamente anciano. Tenía el pelo de color blanco con toques grisáceos, tan largo que le caía por debajo de la cintura y el flequillo le llegaba hasta el cuello, con unos grandes ojos brillantes de un extraño color verde azulado. Tenía un aspecto un tanto sombrío, hacía que cualquier persona se lo pensara dos veces antes de dirigirse a él. Era bastante alto y fuerte, aunque no corpulento, más bien fibrado; con solo verlo uno ya sabía que poseía un gran poder. Vestía una cazadora negra y larga de cuero que le llegaba hasta los gemelos, abrochada solo por la cintura, dejando el torso al descubierto y con unas protecciones metálicas en los hombros muy resistentes y flexibles.

Zack no pudo evitar soltar un suspiro, que contenía cierta aprensión ante la imagen de tal ser, pero a su vez emoción, admiración y respeto. Junto con ellos había entrado Heidegger, aquel tipo gordo que se reía como un caballo, el director del Departamento de Seguridad Pública, el jefe del ejército de Shinra y los miembros de SOLDADO.

El Presidente Shinra se puso delante de los nuevos reclutas, encima de una tarima y se encendió un puro. Heidegger se puso a su derecha y Sephiroth permaneció quieto, al lado de la puerta, con la espalda apoyada en la pared, en silencio y con la mirada aparentemente perdida.

—¡¡Enhorabuena a todos!! Seguro que os habéis dado cuenta que vuestra mirada es diferente, es el resultado del proceso, de quien ha estado expuesto a Mako, es la marca de SOLDADO.

Nadie conocía su nombre, todo el mundo se dirigía a él como Presidente. Únicamente su hijo Rufus lo sabía, pero este le llamaba padre.

—Me gustaría deciros que tenéis dos semanas de vacaciones, en recompensa al gran esfuerzo que habéis realizado para llegar hasta aquí.

El Presidente le dio una larga calada a su puro.

—Pero en este momento, la dura guerra mantenida contra el pueblo de Wutai desde hace ya ocho años no nos permite relajarnos. Ha llegado la hora de finalizar esta guerra y vosotros... futuros héroes, seréis quienes consigan la paz. No habrá margen de error, Sephiroth mismo en persona liderará el ataque contra los bárbaros de Wutai.

—Ninjas y samuráis —replicó Sephiroth desde la puerta con una voz neutral, sin querer corregir, sino informar.

—Bueno si..., eso también. —El Presidente cambió de tema—. Hay tres Clases de SOLDADO; los miembros de Tercera son los nuevos reclutas, los de Segunda son aquellos entrenados y experimentados, y por último, los miembros de Primera Clase son los soldados más fuertes, enviados a resolver cualquier tipo de conflicto que suceda en el planeta, los representantes del ejército de Shinra.