CAPÍTULO 12: NIBELHEIM

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El barco atracó en la costa y allí estaba el camión, esperándoles. Zack, Sephiroth, Cloud y el otro soldado se subieron en él.

Zack estaba nervioso, no sabía dónde se dirigían y cuál era la misión. No quería que se alargara mucho, quería ir a Midgar para saber si Aerith estaba bien, pero decidió cumplir con éxito y ganas esa misión, no quería volver a defraudar a Sephiroth.

—Está lloviendo mucho. —Zack se quedó mirando a Cloud—. Eh, ¿cómo estás?

—Un poco mareado.

Zack le puso la mano en el hombro.

—Eh, Cloud. Si tan mal te encuentras, ¿por qué no te quitas esa mascara?

—Sí... —Cloud se quitó el casco de infantería, aunque en verdad lo quería llevar puesto. Sabía que dirección estaban siguiendo, intuía cuál era su destino y no quería ser reconocido.

—¿Va todo bien? —Le preguntó Zack al otro soldado. Este se puso firme y le dio su afirmativo con la cabeza.

—Eh, cálmate. —Le dijo Sephiroth mirándolo de forma extraña.

—Me dieron Materia nueva. —Zack empezó a hacer sentadillas, estaba hiperactivo, no podía estar más rato encerrado en aquel camión—. Estoy deseando usarla.

—Míralo, como si fuera un niño —dijo Sephiroth burlándose de él.

—¿Nos vas a poner al corriente acerca de esta misión? —Le preguntó a Sephiroth.

—Esta no es una misión como las demás.

—¡Estupendo! —Zack levantó el puño.

—¿Por qué dices eso? —Sephiroth no acababa de entender porque Zack estaba tan nervioso.

—Me uní a SOLDADO para ser como tú, pero cuando llegué a Primera Clase la guerra ya se había acabado. Mis grandes esperanzas de convertirme en un héroe se acabaron con la guerra. Por eso, siempre que hay una misión importante me apunto, para ponerme a prueba. —Zack hizo una pausa—. ¿Cómo te encuentras, Maestro?

—Pensé que querías saber cuál es nuestra misión. —Sephiroth estaba acostumbrado a la hiperactividad de Zack, pero aquel día era demasiado. Respiró profundamente y le contestó—: Vamos a investigar un antiguo reactor Mako, se ha informado que funciona mal y está produciendo criaturas brutales. Primero nos desharemos de esas bestias, después localizaremos el problema y lo neutralizaremos.

—Criaturas brutales —dijo Zack sorprendido—. ¿Dónde?

—El reactor Mako, en Nibelheim.

—Nibelheim, —Zack observó a su compañero que estaba mirando al suelo, mareado— de ahí es de donde viene Cloud.

—Hmm... —Sephiroth se quedó pensativo—, su ciudad natal.

El camión en el que viajaban se detuvo bruscamente de repente.

—¡Señor! Un cuerpo extraño acaba de chocar con nuestro camión —dijo el conductor asustado.

—Seguro que es el monstruo. —Sephiroth se levantó y salió del camión.

Era casi de noche, llovía mucho y no se veía con claridad, pero se podía apreciar la figura de una enorme bestia. Zack y su maestro se plantaron delante de ella.

Era un dragón, casi el doble de grande que los del Bosque Dormido. Aquella criatura no les dio tiempo a atacar, levantó su enorme cuerpo poniéndose de pie sobre sus dos grandes patas, abrió la boca y todo se iluminó.

Una gran llama alcanzó a ambos compañeros. Zack tuvo tiempo a concentrarse, creando una barrera para que el ataque no fuese mortal. Sephiroth decidió atravesar el fuego y, saliendo de entre las llamas, desenvainó la espada para asestarle un golpe mortal.

Final Fantasy VII - Los miembros de SOLDADOKde žijí příběhy. Začni objevovat