CAPÍTULO 7: LA CHICA FLORISTA

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Estaban recorriendo las calles de Midgar, había miles de personas aclamando a Shinra, pero el más vitoreado era Sephiroth, todos coreaban su nombre. El confeti caía del cielo y la música resonaba por toda la ciudad.

En un coche descapotable iba el Presidente y su hijo Rufus Shinra, después, en una furgoneta descapotable, estaba Heidegger acompañado de Sephiroth y unos cuantos peces gordos más de Shinra. Por detrás de ellos, iba un autocar descubierto con todos los miembros de SOLDADO, los nueve que quedaban vivos. Todo el resto de soldados del ejército caminaban alrededor de los automóviles. Zack desde el autobús pudo ver al capitán Parm, su antiguo compañero de la prueba de ingreso, le saludó y este le devolvió el saludo efusivamente.

La rúa de celebración tuvo fin en la Sede Central, la música dejó de sonar y el presidente habló en alto para sus subordinados.

—Enhorabuena a todos, sois el orgullo de Shinra. Hemos derrotado al ejército de Wutai y ha llegado la paz en el planeta. Esta noche haremos una fiesta por todo lo alto, para celebrar el triunfo, el fin de la guerra y el comienzo de vuestras vacaciones.

—¡Siiiiiii! —dijeron todos los presentes.

Todos los soldados, capitanes y miembros de SOLDADO se fueron a sus habitaciones, unos para prepararse para la fiesta y otros para ver a sus familias.

Sephiroth se acercó a Zack.

—Quiero que vengas conmigo un momento, hay una reunión privada con los directivos.

Llegaron a una sala en la planta sesenta y seis, había una gran mesa y todo el suelo estaba forrado con moqueta de color rojo. Heidegger se dirigió a Sephiroth:

—Eres un guerrero brillante, pero... ¿Porque razón has dejado a Godo con vida? —Heidegger hizo una pausa, no estaba seguro de querer continuar, pero reuniendo valor y excediéndose en la forma como quería comunicarlo, dijo—: ¡Tus órdenes eran matarlo!

—¿De verdad crees que un ser como tú puede darme ordenes? —Sephiroth no estaba ofendido, ni siquiera alzó la voz.

Heidegger hacia todo lo posible por sostenerle la mirada, pero lo único que quería en aquel momento era huir de la sala.

—¡Tranquiiiiilos! —dijo el Presidente pasándole la mano por la espalda a Heidegger—. La guerra ha terminado y gran parte gracias a Sephiroth. A partir de ahora podremos extraer energía Mako e imponer nuestras leyes, sin preocupaciones a recibir ataques por parte de Wutai. Además, Shinra será aclamada y respetada, aprovecharemos esta guerra para fomentar la inserción de nuevos reclutas y miembros de SOLDADO.

El Presidente le estrechó la mano a Sephiroth, mostrándose amigable y cordial.

—¡Ya eres toda una leyenda! Todos los periódicos hablan de ti, el mismísimo emperador huyó de Sephiroth, el que ganó la guerra de Wutai, el que derrotó a Leviatán... ¿Es eso último cierto?

—Sí. —Sephiroth señaló a su compañero—. Zack también luchó contra Godo, merece ser ascendido directamente a miembro de Primera Clase.

—Por supuesto. —El Presidente miró a Zack—. Te daremos una tarjeta para acceder a la planta diecisiete, donde residirá tu nueva habitación junto a los miembros de Primera. Además, recibirás 50000 Gils extra y tres meses de vacaciones.

El Presidente sacó un pergamino de su bolsillo y se dirigió a todo el personal de la sala.

—Hemos recibido un comunicado del mismo emperador. En resumen, Godo dice que se rinden y que podemos construir tantos reactores como queramos, siempre y cuando no se construyan en Wutai, pueblo que estará a nuestro servicio para cualquier otra cosa.

Final Fantasy VII - Los miembros de SOLDADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora