Nuestras vidas pasadas son el inicio o la continuación de la existencia de nuestra alma, muchas veces dejamos cosas sin completar y venimos a esta vida a completar esos pendientes, a encontrar a esas personas que fueron importantes para nosotros o a...
La mañana del jueves no fue diferente a los demás días, Jungkook ya había regresado al comedor y habíamos desayunado como normalmente lo hacíamos, después de eso, cada quien se despidió para ir a hacer un poco de trabajo antes de que diera la hora para ir al festival. Me apresuré en avanzar lo más que pudiera a mi trabajo hasta que dieran las 3:30 de la tarde que era el momento que había decidido ir a mi habitación a prepararme.
Abrí mi armario y saqué varias prendas mirándome al espejo con cada una de ellas sobre mi ropa para saber cuál de todas me quedaría mejor, quería verme linda.
Quería verme linda para Jungkook.
No recuerdo la última vez que me preocupe por mi apariencia para un chico, ni si quiera recuerdo haberlo hecho antes, pero ahora, estaba aquí, mirándome casi toda mi ropa para encontrar un conjunto lindo.
Terminé vaciando el armario y pasarlo todo a mi cama y sin ningún resultado exitoso, no había conseguido algo lindo para ponerme y eso me tenía parada frente a esa montaña de ropa combinando cada una de ellas en mi cabeza hasta que conseguí el indicado.
Unos pantalones un poco acampanados de imitación cuero, una blusa ajustada y de manga corta, un suéter que me llegaba hasta la cintura y de botones y unos tenis blancos, todo lo demás, en color negro. Dejé mi cabello suelto y me puse un labial rojo.
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Me había llevado algo de tiempo conseguir el resultado final, así que con prisa tomé mi teléfono para meterlo a la bolsa a juego con mi ropa y salí corriendo de mi habitación camino a las escaleras dónde él ya me estaba esperando, cerca de la puerta, vestido tan impecable como siempre, un pantalón negro de vestir, una camiseta azul cielo con las mangas arremangadas y zapatos mate de color negro también y un reloj en la muñeca derecha.
—Wow -dije bajando los últimos escalones y llamando su atención -es la primera vez que te veo... ¿Informal?
—¿Informal? -alzó una ceja
—Sin corbata y sin saco, supongo que esto es lo más informal que puedes llegar a ser
—Todo depende de qué tan informal necesito llegar a ser -sonrió -en cambio tú, te vez relajada y hermosa, como siempre
—mmm ¿Eso es un cumplido para que te perdone la idea de que me descontaras este día?
—No, es un cumplido honesto y con tu paga intacta
—Me agrada
—Lo imagino ¿No vamos?
—Vamos
Abrió la puerta de casa y frente a las escaleras ya estaba esperándonos el auto de él y como todo un caballero y un siendo un lindo gesto, se adelantó unos cuantos pasos que yo para abrirme la puerta de copiloto para después darle la vuelta al auto por el frente hasta el puesto de chofer.
