🌺Doce🌺

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Al anochecer, Irupé estaba algo nerviosa, estaba en el lago esperando con impaciencia a Laito, ella pensaba que no iba a venir, pero prefería recordar lo último que le dijo que fue: “Te veo mañana bitch~chan”, con esa voz chillona, que tanta falta le había, y que tanto cariño le había agarrado.

Luego de unos minutos, Laito llegó al lago y abrazo a Irupé desde atrás, estremeciéndose, ella volteó con brusquedad para mirarlo con el ceño fruncido y con mucha confusión.

— ¡Hola bitch~chan! ¿Qué te pasa? — preguntó el castaño algo confundido, por el comportamiento de la muchacha.

— Quiero que me expliques cómo fue que te moviste tan rápido desde aquí hasta mi habitación y que luego hayas desaparecido. Quiero que me digas la verdad Laito, porque que yo sepa eso no es normal. — Respondió Irupé separándose del castaño.

Él la miró con seriedad, para bajar la mirada, y desviarla para los flores.

— Bitch~chan no creo que te guste saberlo. — Dijo él, sonriendo.

— No me interesa si es malo, pero quiero saber la verdad. — Exclamó ella, devolviéndole la mirada.

— ¿A pesar de las consecuencias? — preguntó Laito, alzando una ceja con una sonrisa traviesa.

Ella asintió y exclamó:

— ah pesar de las consecuencias...

— Bien, yo no soy como tú bitch~chan ni como mis compañeros, ni como tu padre, no soy como esas personas que tú conoces, no soy humano... Soy un vampiro bitch~chan. — Respondió él.

Ella lo miró con seriedad, confundida y enojada.

— ¿Vampiro cómo Drácula? o ¿cómo la condesa? — preguntó.

El castaño rió y rodó los ojos.

— Bitch~chan nada que ver con esa literatura vieja, los vampiros somos muy diferentes. — Respondió el.

— ¿Entonces cómo los vampiros de Stephenie Meyer? — preguntó alzando una ceja.

— ¿Y esos qué son?— preguntó confundido.

— ¡Ay hombre, es una escritora, las de los vampiros de crepúsculo! — respondió ella.

Laito soltó una carcajada y exclamó:

— bitch~chan eso no existe, ¿Un vampiro que brilla en el sol? ¡Ni que fuera un hada! — ríe —. No bitch~chan yo si me puedo camuflar con los humanos de día y de noche, nadie sospecha de mi al menos que noté mi olor diferente o mis colmillos. — Sonrió mostrando su banca dentadura con dos colmillos afilados que resaltaban con el resplandor de la luna.

Ella abrió los ojos asombrada, para mirar su boca y después a él, desconcertada, pero alzó una ceja para reír.

— ¡No olvidalo! — dijo riendo —. Eso es imposible, solo es un invento de la literatura de invasión y terror, Bram Stoker al escribir de vampiros se hubiera dado cuenta de que existen, ¿o acaso Vlad Drăculea el príncipe del castillo de Transilvania es un vampiro de verdad? — se preguntó en voz alta más confundida.

Laito la observaba con rareza y confusión, sin entender de lo que hablaba Irupé.

— ¡Oye bitch~chan! — la llamó, llamando la atención de la rubia —. No se quien sea Dracuela o Dracúl o Vladimir o lo que sea que dijiste...

—¡Es Vlad Drăculea! — corrigió ella, cruzándose de brazos, interrumpiendo al castaño.

— ¡Bueno como sea!, No tengo ni idea de quién me estás hablando, pero si te puedo decir que soy un vampiro de verdad y te lo puedo demostrar ~bitch~chan. — Exclamó, sonriendo de manera perversa mostrando sus colmillos.

—Tsk... Artificios de colmillos, en serio Laito si vas a mentir aunque sea hazlo mejor, ¡No me tomes el pelo! — exclamó enojada.

— Tú te lo haz buscado bitch~chan. — Exclamó sonriendo, para acercarse a la rubia, que ni siquiera se inmutó.

El castaño la agarró fuertemente de los brazos, sorprendiendo a la muchacha, la abrazó por la cintura, para abrir su boca y acercarla a su cuello para perforar su piel con sus afilados colmillos.

Ella forcejeo soltando pequeños quejidos de dolor, cerró los fuertemente sintiendo una lengua caliente pasar por su cuello, estremeciéndose.

Irupé lo empujó fuertemente, haciéndole caer su sombrero al césped, él levanto el rostro sonriendo acomodándose sus cabellos castaños para atrás, observándola con una sonrisa.

Ella lo miró sorprendida.

— E-entonces si era verdad, eres un vampiro.... — Comentó asombrada.

«Me preguntó si los escritores que mencioné se inspiraron de verdad en vampiros reales.....»

¡No pienses en eso Irupé concentrate tienes a un vampiro enfrente tuyo que te puede sacar hasta la última gota de sangre!, Pero eso sería una experiencia fenomenal....» Pensó ella, mientras miraba a Laito, quien estaba levantando su sombrero.

—~nfu~ bitch~chan tu sangre están dulce, tan caliente, tu piel sabe a almendras y su olor ahh~ su olor tan embriagador, me da ganas de secarte por completo pero me excita tanto, tus expresiones de dolor ahh~bitch~chan eres tan perfecta, me haces sentir como ninguna otra presa....— Comentó entre gemidos, con una leve sonrojo, mientras una pequeña erección crecía dentro de pantalón —. ¡Ay bitch~chan tu cuerpo, tú sangre hirviendo con tan dulce sabor!, Me preguntó cómo será en otra parte de tu cuerpo... — Agregó, pasando su lengua por sus labios, lamiendo el resto de su sangre.

El volvió acercarse a ella, sujetándola fuertemente de la cintura, para volverme a morder el cuello, disfrutando de su dulce y caliente sangre roja que tanto lo concitaba.

Estuvo unos varios minuto, succionando su sangre, para luego lamerle su sangre, en donde los dos pequeños agujeros de sus colmillos se convirtieron en hematomas, beso su cuello para subir a los labios de ella y besarla, agarrando su labio inferior mordiéndolo levemente, para luego introducir su lengua jugando con la de ella, haciéndolo un beso apasionado.

La sangre de la boca de Laito, se mezcló con la boca de Irupé, haciéndola sentir el sabor metálico de la sangre.

Se separaron del beso, para mirarse fijamente a los ojos, manteniendo sus frentes unidas, ella lo abrazó por el cuello y él la aferro mas a su cuerpo.

Un hilo de sangre le recorría a Laito por el costado de su boca, goteando un poco, manchando la mano de la muchacha.

— Laito... — Pronunció ella, sin despegar su mirada de los ojos verdes embravecidos del castaño.

— ¿Si bitch~chan? — preguntó él.

— Me gustaría conocer el mundo exterior, porque si no fuera porque tú estás aquí, yo jamás me hubiera enterado de los misterios de la vida. — Respondió ella, con una sonrisa, mirándolo con sus ojos celestes tiritando de ternura.

El castaño sonrió, para besar la pequeña nariz de la joven, y observarla.

— Te prometo bitch~chan que conocerás el mundo. — Exclamó para besarla con pasión.

Los dos cayeron en el juego de la seducción....

Flor Cautiva ||Laito Sakamaki - Diabolik Lovers|| Libro №1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora