Panic.

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El chico no había hecho demasiado caso, ni se había dado cuenta que mientras tenía un ataque de pánico Murdoc se había ido, ¿por cerveza?, no otra vez, pensó recordando su anterior borrachera con asco.

Su corazón no podía parar de palpitar acelerado pero su respiración se normalizó, el efecto junto con el miedo que había sentido al darse cuenta que le atraía un hombre se mezclaron en aquel momento.

Se sentó de nuevo en su lugar, cruzó las manos por detrás de su cuello, se sentía culpable, todas esas expectativas que tenía su familia que aún que no quisiera eran las únicas personas con las que contaba se habían destruido, no habría nietos, ni familia y por el rumbo que iba probablemente no habría el.

El chico había esperado en soledad, con paciencia para por fin sentirse atraído a una persona para cuando le preguntaran quien le gustaba no tuviera que decir la verdad, nadie en lo absoluto se le había hecho ni si quiera llamativo a lo largo de su corta vida, ahora que por fin lo sentía era a flor de piel, lo sabía y lo notaba, por que sentía intriga al verlo, admiración al verlo tocar, miedo de su profunda mirada, interés del más puro que se puede tener por una persona desconocida, nervios al pensarlo, al estar cerca, pero al mismo tiempo no quería que fuera cierto, por que todo su mundo se derrumbaba, los temores palpitantes de un futuro cercano acechaban, no podía ser correcto.

Cerró sus ojos con fuerza, dejándose consumir por su mente.

Se escuchó el abrir de la puerta una vez más, era el, con un six de cerveza en su mano.

El al verlo sentado con esa pose de auténtico sufrimiento pregunto.

- ¿Que te pasa?.

El chico le devolvió la mirada, en sus ojos se miraba una total melancolía, había lágrimas apunto de escurrirse por el rabillo de sus ojos que se habían tornado blancos.

- Diablos, no sabía que la coca podía ponerte así... lo lamento chico, no durará mucho.- dijo sorprendido el mayor rascándose la nuca.

Mientras tanto, el sabía que la droga quizá disparó la energía suficiente para que su cerebro generara pensamientos negativos en tan poco tiempo, pero los pensamientos eran por la culpa de ese hombre, pensamientos que no podía desahogar ni con su sombra, ¿por qué el, dios? ¿Por que un "el" y no una "ella"?


Murdoc se sentó a su lado, sabía que si a alguien más le hubiera dado un ataque de pánico en su presencia se estaría riendo en su cara en lugar de tener la más mínima preocupación, pero no podía evitar sentir empatía por el, empatía que había descartado de su lista de emociones, de la que siempre había carecido y por lo cual se le había denominado como psicópata entre las bocas de los demás.

Le dio unas palmaditas en la espalda, que hicieron al chico despertar, tengo que salir de aquí, alejarme y nunca volver a pisar este edificio, nunca ir a una fiesta, nunca más, ahora, ahora solo quiero mi vida de mierda de vuelta, pensaba, quizás si me distancio por un tiempo de la sociedad me llegue a gustar una mujer... maldito seas Stuart Pot.

Retomo su postura fingiendo tranquilidad, pero sus ojos emblanquecidos lo delataban, se puso de pie.

- Yo ya me voy, toma.- dijo lanzándole el billete con el que pretendía pagar a las piernas.

Murdoc se sentía sumamente extraño, era la primera vez que se sentía atraído por un hombre, o por alguien del todo sin solo pensar en querer coger, no quería dejarlo ir, se había puesto muy mal y seria muy difícil contactarlo de nuevo sin verse desesperado.

- Lo siento pero no te vas a ir, si te da otro ataque no quiero que me culpen a mi, estás muy inestable, ademas, me hiciste comprar esto.- dijo señalando el six.- así que... tendrás que ayudarme.

Teach me / Enséñame (Studoc/2Doc AU)Where stories live. Discover now