Especial de San Valentín

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(N/A: El periodo de tiempo es antes de que Záthura ingresara a U.A)

Se paseaba de un lado a otro en el departamento pesando en qué hacer. Había estado toda la semana meditándolo y aun cuando había tomado una decisión ahora estaba flaqueando en cuanto a ella.

El día de San Valentín.

No sabía sí debía darle a Shouta un regalo, o si era algo demasiado infantil, y aun cuando había decidido que no lo haría, ahí estaba dando vueltas en la sala, el 14 de Febrero, dudando.

Se dejó caer en el sofá y de inmediato la gata llegó a su regazo, la cargó para verla directo a la cara.

–¿Debería darle un cursi regalo a Shouta? – Cuestionó como si la felina le entendiera, y así pareció porque en seguida maulló –comprendo...

Después de pensarlo un poco más, concluyó.

Le haría un regalo.

Vio la hora en el reloj de la pared, faltaba poco tiempo para que el azabache regresara de las clases, así que debía apresurarse. Bajó rápidamente a la tienda, comprando todo lo que se le atravesó en el camino, básicamente, por haberse esperado a última hora no quedaban demasiadas cosas que pudiera usar.

Regresó a casa, dejando las bolsas sobre la mesa, colocándose manos a la obra.

Estaba algo ansiosa por poder terminar todo a la hora, su plan era preparar un pequeño pastel de chocolate, una receta fácil que ya había ejecutado antes sin problemas, pero el destino parecía querer vengarse de ella, pues cuando sacó el ponqué del horno este había quedado con una textura gomosa.

Gruñó de frustración, desechándolo.

Una vez más, inició la mezcla de los ingredientes, en esta ocasión, procuró cuidar el tiempo de batido una vez añadida la harina, y lo metió al horno.

Se paseaba de una punta de la cocina a otra, esperando el momento, la gata la observaba sentada en el marco de la puerta. La campana avisó la hora, sacando el pastel, evaluó su textura y parecía correcta, así que la dejó enfriar mientras iba a darse un baño veloz.

Se colocó su vestido favorito y se peinó el cabello semi recogido, aplicó muy poco maquillaje, porque sabía que al mayor le gustaban sus pecas.

Decoró la tarta con sumo cuidado, dejándola en el refrigerador en lo que escribía una tarjeta, pensó que quizá era demasiado cursi, pero si ya se había decidido hacerle un regalo cursi, entonces lo haría bien.

Terminó de escribir y admiró su creación, probablemente un poco bastante empalagoso para el gusto de Shouta, pero no tenía más tiempo, él probablemente llegaría en cuestión de minutos.

Sacó el pastel, llevándose con la sorpresa de que la crema de la decoración había quedado tan húmeda, que se vino abajo, dejando un aspecto bastante desprolijo.

–No puede ser– lloriqueó desilusionada, nunca había metido tanto la pata en una receta y mucho menos con un pastel, eran su especialidad.

Pegó un brinco al escuchar la puerta abrirse, de inmediato ocultó el postre, saliendo por el marco de la cocina.

–Bienvenido a casa– le saludó, pero se sorprendió al ver que el azabache llevaba una bolsa de tamaño mediana llena de cosas –¿Qué es eso?

–Algunos bobos regalos de San Valentín que me dieron algunas estudiantes... y Mic– dejó la bolsa en la mesilla de la sala de manera despreocupada, mientras se dirigía al baño –no entiendo por qué lo hacen, es una pérdida de tiempo.

Gracias [Aizawa Shouta x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora