Los leales ➳ BT21&BTS

Cumpleaños

Era una mañana tranquila en el departamento de Namjoon. El día anterior había recibido por correo algunas cajas con afectos personales que su madre le había enviado de su antiguo hogar. Antes que tirarlos, prefirió enviárselos a él para que decida que hacer con ellas.

En general notó que había muchos libros, libretas y cuadernos en donde escribía desde niño, así que no le dió mucha importancia y decidió revisarlas en otro momento; pero, apenas Seokjin puso un pie en el apartamento y notó los cubos apilados unos sobre otros en la sala, no pudo con su genio y le pidió que los ordenaran de inmediato.

Una mezcla de necesidad de orden y curiosidad por conocer algo de la infancia de Namjoon fueron los motores de su urgencia en pedirle al menor que se pusieran manos a la obra.

Y por otro lado, difícilmente el pelinegro le negaría algo a Seokjin, por mas que no le interesaba en lo mas mínimo ordenar nada. Pero Seokjin ya habia abierto la primera caja y sacaba los objetos allí dentro, así que se sentó a su lado para indicarle qué era cada cosa y si se lo quedaría o lo descartaría.

Como empezaron con los libros, Namjoon decidió quedarse con los que le traían mas melancolía y el resto regalarlos a alguien mas o donarlos a la biblioteca.

Pronto llegaron a sus cuadernos de la infancia, y aunque Namjoon le diera verguenza, el mayor leyó varios de sus escritos y halagó su talento en la escritura desde tan pequeño.

Hasta había algunos muy simples de cuando Namjoon apenas tenía 7 años y hacía poco había comenzado a escribir, pero que no estaban nada mal. Siguió hojeando uno que tenía simples oraciones hasta que se detuvo en una página con un dibujo: una especie de oso azul estaba acostado sobre una cama. Abajo había una inscripición que decía "xx.09.2001 ¡Nació Koya!".

Seokjin sonrió al descubrir que Nam se había tomado el trabajo de asentar el día que su compañero había nacido (todos son tan pequeños cuando los conocen y es un día tan lleno de emociones que difícilmente se acuerdan de la fecha); cuando se dió cuenta de que día era ese. Volvió a mirar los números escritos y chequeó su celular para estar seguro.

Una vez seguro de lo que había descubierto, asustó al menor, quien estaba aburrido mirando un libro cualquiera, gritando-¡Hoy es el cumpleaños de Koya!

~

Y así, unas horas mas tarde, Jin estaba junto a RJ terminando de decorar un pastel para su amiguito.

Luego de ese transcedental descubrimiento de su parte, Seokjin insitió que debían festejarlo, así que se encargó de invitar a sus amigos, de ordenar el departamento entero y cocinar todo, incluído el pastel, para esa noche. Tanto Koya y Nam apenas se dieron cuenta de ese súbito plan que los incluía, ya que su gran misión fue salir a comprar y, simplemente, no estorbar.

Antes de que todos llegaran, Jin estaba ubicando todo en la mesa, y Namjoon paseaba por ahí cumpliendo su deber de no molestar. El mayor se rió al ver al joven merodeando como si no fuera su casa, así que mientras terminaba de acomodar todo comenzó a hacerle preguntas que le habían rodado por la cabeza todo el día.

-¿Entonces no recordabas que hoy era el cumpleaños de Koya?

Namjoon, súbitamente animado porque Jin parecía estar a punto de dejar su fase de orden, se acercó para responder- Recordaba que era este mes pero no la fecha. Por algunos años que conservé esa libreta si lo recordaba y felicitaba a Koya por cumplir un año más de vida junto . Pero luego quedó guardada en algún lugar y con el tiempo simplemente nos olvidamos.

-¿Y te acuerdas de cómo apareció en tu vida?

-Claro. Era bastante joven en ese tiempo pero recuerdo muchas cosas. Sobretodo se que me sentía un poco solo. Mis padres trabajaban mucho y mi hermana al ser niña y menor a mi no compartimos mucho en nuestra niñez. Lo curioso es que todos tienen personalidades fuertes, a diferencia de mi. Todos destacan mucho por su humor y porque son mas expresivos y sociales. Yo prefería tomar un libro y leer a un costado en las reuniones familiares. Y recuerdo que pensaba que sería bueno tener un compañero tranquilo, aunque tal vez me sobrepasé un poco.