The Nanny(KookMin) TERMINADA

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 Al día siguiente de lo sucedido con el cigarro, Jimin decidió que si no hablaba ahora, nunca lo haría y posiblemente eso sería peor. Así que mientras ayudaba con el desayuno, pensaba que  o como podría decirle a su jefe tal noticia.

- Necesito comer- murmuró  tomando de las tostadas.

- No ayuda mucho- le dijo Nam haciendo mas tostadas.

- ¡Es que no es justo! Yo los estoy educando bien.- gimió exasperado- Solo les das y das más consejos y ¿que obtienes? ¡una cachetada en la mejilla!-  bufó, terminando con la tostada.- Vaya, soné a mi madre.- Nam rió.

- Solo firme la nota, todas las demás  niñeras lo hacian.

- ¿Yo puedo hacer eso?- preguntó Jimin esperanzado.

- Claro, la última niñera  se retiró con artritis en sus dedos- Nam sonrió y Jimin no se resistió y lo también lo hizo negando con la cabeza.

- Lo haría para salvar mi pellejo- lo sopeso Jimin, pero negó.- No, no tengo que decirle al señor Jeon. Si no lo hago el ojo malvado podría atacarme.

- ¿Su madre?- preguntó Nam.

- No, no mi abuela Chimi.

- Bueno, fue un placer conocerlo- Jimin hizo un puchero y se rindió.- Empezaré a poner la mesa, es la hora- Jimin asintió y lo ayudó pues ya no lo podía evitar más.

- Avisaré a su padre que ya esta todo servido- avisó Jimin a los niños. Corrió hasta el despacho tragnado duramente por los nervios.

- ¿Se puede?- preguntó entrando- No  importa, ya entré.- rió.

- Un momento- le respondió JungKook al teléfono.- ¿se le ofrece algo?- le preguntó tapando el aparato.

- Bueno si, Rosé....

- ¿Está herido?- le interrumpió.

- No.

- ¿Daño alguna propiedad?

- No.

- ¿Se perdió?

- No, no. Ella...

- ¿Entonces? Solo resuélvalo, es el niñero.- respondió volviendo al teléfono.

- Bueno...-murmuró Jimin saliendo. -¡Ah, caray! ¡Nam, me asustó!- gritó al verlo tras la puerta.

- ¿Le dijo?- preguntó curiosamente mientras movía el plumero fingiendo limpiar.

- No, me dio "luz  verde". - Jimin levantó sus hombros.

- ¿ Qué pasará con la maldición del ojo malvado? - preguntó divertido.

- Eso me lo inventó mi madre para comer todas mis verduras. ¿Que podría pasar?- rió y en ese momento el cuadro en la pared del pasillo cayó asustandolo.

- ¿La conciencia?- preguntó Nam riendo.

- Puedo ser.- murmuró.- solo desayunemos, ya estoy cansado.- Nam asintió y ambos fueron hacia el comedor.

- ¿Y  papá?- preguntó Rosé.

- ¡Buenos días!- Entró JungKook sonriente.- ¿No es un gran día para llevarlos a la escuela y hablar con el director? - sonrió tomando una tostada.- Jimin, sigue en bata.- murmuró.

- No lo notó en el despacho.- rió bajito.- Lo siento, ya es costumbre.- JungKook asintió restando le importancia a la situación pues no era la primera vez y dudaba que fuera la última.