Capítulo nueve: Algodón de azúcar y audífonos

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Dos semanas habían pasado.

Al correr el rumor de que Min Yoongi había roto el hueso de una chica por meterse con Park Jimin, el club de fans del mayor dejó en paz al menor.

Jimin era el único que no se había enterado de lo que su hyung le había hecho a una de sus hostigadoras.

Y Jisoo no le permitía saberlo tampoco, había dicho que el hueso roto fue un accidente de motocicleta.

Jimin, tan confiado de su noona, había creído por completo la "razón" del "accidente" de la chica.

Mientras tanto, Hoseok había aceptado que su hermana había hecho una total estupidez y había actuado como una genuina imbécil al hostigar a un pequeño chico inocente sólo porque su amor platónico no había resultado.

Sin embargo, el rencor hacia Yoongi por haberla lastimado seguía dentro de él, por lo que Yoongi tuvo que aceptar el hecho de que se distanciaran a partir de ese momento.

Todo era una gran mierda, sobre todo porque no había vuelto a ver a su pequeño desde aquel día.

Porque si, le había hablado dos míseras veces y lo había acosado de todas las maneras posibles, pero para él ya era "su" pequeño.

Mientras tanto, Jimin se escondía detrás de una pared, observando a su hyung con las mejillas sonrojadas y con un par de audífonos en sus regordetas manitas.

Se preparaba para hablarle a su hyung y amor platónico no tan platónico por primera vez sin algún problema de por medio.

Se acercó a pasitos apresurados cuando se creyó listo.

Pero ver a Min Yoongi con aquel semblante serio y jugando con una caja de leche entre sus venosas manos mientras que sus ojos gatunos se cerraban levemente, disfrutando del día ventoso, sintió sus piernas flanquear, pero era muy tarde, el mayor lo había notado y había volteado a verlo, sonrojándose al instante al ver al pequeño tan vulnerable.

Ambos tenían la cara completamente roja.

- H-hyung - había comenzado Jimin con un hilo de voz.

¡No, Park Jimin! ¡Ni siquiera sabes qué decir!

Bien, utiliza los audífonos, si, audífonos.

- Y-yo... ví estos audífonos en la sala de música... - en sus temblorosas manos se encontraban los audífonos de Yoongi, los cuales el mayor había olvidado completamente - y-y me pareció, eh v-ver a... ¡Ver a hyung usándolos! - y como la pequeña bola de nerviosismo que era, terminó gritando en medio del patio.

Yoongi, sonriendo enternecido, se acercó al pequeño y, tomando sus pequeñas manos entre las suyas, sostuvo los audífonos.

A pesar de eso, no soltó las manos del menor, lo cual puso nervioso a Park y el corazón de ambos comenzó a latir a mil.

Realmente no se daba cuenta de sus acciones, lo único que sabía era que quería entrelazar sus  dedos, pero estaba tan nervioso que sólo atinó a acariciar una de las manos con su pulgar.

Jimin se sonrojó furiosamente y desvió la mirada, encontrando especial interés en un... ¿Eso que estaba en la basura era un condón usado? Demonios Park, concéntrate.

- Oye..

- Oiga...

Oh, bueno, hablar al mismo tiempo siempre fue la cosa más incómoda de las cosas incómodas.

- Empieza tu - le dio el paso Yoongi.

- No, usted - le respondió un nervioso Jimin.

- Tu

- Usted

- Tu

- Usted

- ¿Piedra, papel o tijeras?

- ...

- ¡Demonios! - Yoongi miró acusadoramente a su traicionera mano quien, seguro para joderlo, había sacado piedra ante tijeras.

Jimin rió adorablemente y se tapó la boca con las manitas, formando dos medias lunas en sus ojos.

Min casi se cae de la silla al ver tanta perfección en un solo segundo.

- Hyung, sepa perder y empiece usted - el menor, sonrojado, puso sus manos en los bolsillos de la chaqueta y se encogió por él frío.

Min Yoongi debía abrazarlo, era su deber.

Pero se resistió a la necesidad. ¿Quien querría ser abrazado por alguien de quien apenas sabe el nombre?

- Lamento haberte gritado cuando me hablaste en la azotea - dijo finalmente el mayor, rascándose la nuca con nerviosismo - realmente tu no hacías nada malo - continuó.

- Yo lamento el haberle casi obligado a abrazarme - se disculpó el pequeño, apenado.

Yoongi lo miró bastante sorprendido.

Sonrió divertido.

- ¿Habías querido que te abrazara? - le preguntó con una sonrisa.

- ¿Eh? ¿Q-que no se dio cuenta de eso y se vio obligado a hacerlo...? - preguntó en menor confundido.

Una grande y pálida mano se posó en los cabellos de Jimin, acariciando con ternura la zona.

- Creí que yo era el único que quería ser abrazado - susurró Yoongi, sin embargo Jimin, tan atento a las palabras de su hyung, lo escuchó, y casi se cae de la emoción.

Sonrió tierna y nerviosamente hacia el mayor, alargó sus manitas y le dio un suave golpecito en el pecho al contrario.

- Hyung, no se burle, son necesidades básicas - le "recriminó".

Yoongi, sin pensarlo mucho, le apretó los mofletes, amasándolos con ternura.

¿Enserio esos dos apenas y se conocían?

Jimin mientras tanto disfrutaba del tacto de su hyung, cerrando sus ojitos e inconscientemente batiendo de manera ligera sus pestañas.

Yoongi tenía que besarlas.

Pero se mantuvieron así, con uno acariciando torpemente las mejillas del otro y el menor sosteniendo de la manga de la camisa al mayor, pidiendo silenciosamente más mimos.

Mientras tanto, Kim Namjoon se encontraba observando la escena con algo de envidia desde una esquina.

- Ese maldito, consiguiendo así de fácil al mas adorable del puto universo - se quejó Joon - y tú, creí que tenías rencor o algo - rió - ¿Entonces porqué le diste los audífonos de Suga al pequeño? - dijo en un tono burlón.

Hoseok bufó.

- Él es un hijo de puta, pero Jiwoo también se pasó, ya se lo dije - desvió la mirada - además, no soy tan imbécil como para negarle a Yoongi algo como... - miró hacia el lugar, viendo la extraña escena de un tipo que sería capaz de romperte la cabeza con una roca y un chico tan dulce como el algodón de azúcar, ambos sonrojados y transmitiendo sus sentimientos en silencio, tan solo con caricias - ... eso, sabes la clase de vida que llevó Suga desde que era muy pequeño. No todos nacen con una madre prostituta y un padre drogadicto - Hoseok dirigió su mirada únicamente a Jimin - necesita algo que lo arregle, que le quite todo el peso, hermano, sabes que no somos tu, o yo. Es el pequeño - culminó y dió media vuelta, perdiéndose entre las instalaciones del lugar.

Namjoon sonrió, negando con la cabeza.

- Qué gay nos ha salido.

Algodón de azúcar y un poco de amor || Yoonmin ||Where stories live. Discover now