¿Qué Haces Aqui?

234 12 2
                                    

Narra Escritora.

Ryan.

La persona que a cada momento se hacía mucho más fuerte, aquella persona que conocía todo del mundo.

Ryan arrastró la mano por el suelo, ante la oscuridad, y unas luches verdosas brotaron por donde había pasado los dedos antes de que el vacío las aspirara como fantasmas al viento. Le sangraba la mano.

Sakura contuvo el aliento cuando atisbó algo moviéndose en la oscuridad. Sonó el repiqueteo de una garra contra la piedra y el siseo como de una llama que de apaga. A continuación, caminando hacia Ryan, caminando sobre unas piernas con las rodillas al revés --como las patas traseras de un animal-- apareció aquel mounstro.

Parecía algo sacado de las pesadillas de un dios antiguo. Su lisa y grisácea piel se tensaba sobre una cabeza deforme, y dejaba a la vista una enorme boca repleta de colmillos negros.

Los mismos colmillos que habían arrancado y devorado órganos internos de los Ninjas de gran poder, colmillos que habían engullido sus cerebros.

El cuerpo, vagamente humano, se hundía por la parte de las ancas. Al caminar, arrastraba unos largos brazos por el suelo. Las piedras churriaban al contracto de sus uñas.

Ryan levantó la cabeza y se puso de pie despacio cuando el engendro se arrodilló ante él y bajo los oscuros ojos. En actividad sumisa.

Sakura solo se dió cuenta de lo mucho que temblaba cuando retrocedió un paso para dar media vuelta y echar a correr como alma que lleva el diablo.

Lia había dicho la verdad: aquello era el mal, pura y simplemente. En el pecho de la ninja, el amuleto latía como si la apremiara a huir. Con la boca seca y el pulso acelerado, Sakura retrocedió.

Ryan se volvió a mirarla y el mounstro levantó la cabeza al instante para olisquear dos veces con su hocico hendido. La muchacha se quedó petrificada, pero justo entonces se levantó un viento huracanado que la empujó desde atrás y la obligó a entrar en la cámara trastabillando.

RY: No te tocaba a ti esta noche-. Observó Ryan, pero Sakura tenía ojos para el mounstro, que se había puesto a jadear.- aunque la ocasion es demasiado buena para desperdiciarla.

SK: Ryan...- Fue lo único que ella atino a responder.

Los ojos de aquella criatura... jamás había visto algo parecido. No reflejaban nada salvó pura hambre; un hambre insaciable, infinita. El mounstro no era de este mundo.

Saco una pequeña daga que había guardado antes de venir bajo tierra. Le pareció aquella arma blanca minúscula. ¿que daño podía hacer una daga en el pellejo de aquel animal?

Ryan avanzó con tanta rapidez que ella apenas tuvo tiempo de parpadear antes de que el ninja se colocará a su espalda. De alguna manera, también le había arrebatado la daga. Nadie --ningun ser humano-- se podía mover a esa velocidad, como si su cuerpo estaría hecho de sombras y viento.

RY: Lástima.- Susurro desde el umbral mientras se guardaba la daga de Sakura en el bolsillo. La chica miro a la criatura, luego a el, por último detrás de ella-. Nunca lograré averiguar cómo conseguiste llegar hasta aquí.- el ninja abarcó la manija de la puerta con la mano-. Aunque tampoco es que me importe. Adiós, Sakura.

La puerta se cerró.

Dejando a una indefensa chica con una criatura de otro mundo.





Fucking Shannaro.Where stories live. Discover now