Calma, bestia

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Narra Escritora.

La luz verdosa seguía brotando de las marcas del suelo --signos que Ryan había grabado con su propia sangre-- iluminando a la criatura que la observaba con aquellos ojos hambrientos y crueles.

SK: Ryan.- susurro mientras retrocedía hacia la puerta y empezaba a toquetear la manija.

Intento abrirla y tiró de ella. La puerta estaba cerrada. En aquella habitación no había nada salvó piedras y polvo. ¿Cómo era posible que se dejará desarmar tan fácilmente?

SK: Ryan.- la puerta no cedía.- ¡Ryan!.- grito con más fuerza, y golpeo la puerta con el puño, tan violentamente que se lastimo.

La bestia la acechaba desplazándose sobre sus cuatro miembros como una araña, sin dejar de olisquearla. Sakura se quedó quieta. ¿Por qué no la había atacado de inmediato?

El mounstro volvió a olfatearla y rasco el suelo con una mano en forma de garra, con tanta fuerza que arrancó un trozo de piedra.

La quería viva. Ryan había dejado inconsciente a Jounins mientras invocaba a la criatura; le gustaba la sangre caliente y después...

No podía respirar. No, así no. No en aquella cámara, en donde nadie la encontraría nunca, ni siquiera Kakashi, Sasuke o Naruto, que jamás sabría por qué había desaparecido y la maldecería por siempre. Y Lia... Lia le había pedido que la acompañara a la tumba para que viera... ¿para que viera qué?

Y de repente lo supo.

La respuesta estaba allí mismo, a su derecha, en el pasadizo que descendía varios niveles más por debajo de la tierra.

La criatura se apoyó en las patas traseras preparada para saltar, y en ese momento a Sakura se le ocurrió el plan más temerario y valiente que había urdido jamás. Dejo caer la capa al suelo.

Con un rugido que sacudió los cimientos de las ruinas, el mounstro echó a correr hacia ella.

Sakura se quedó ante la puerta, viendo cómo la bestia arremetía al galope a su dirección; faltaban chispas del suelo cuando sus patas golpeaban la piedra. A unos tres metros de ella, la criatura se abalanzó contra sus piernas.

La ninja, sin embargo, ya había echado a correr directamente hacia aquellos colmillos negros y pútridos.

La bestia se abalanzó contra ella y Sakura sobrevoló de un salto aquella mezcolanza de gruñidos y rugidos. Un estrépito ensordecedor inundó la cámara cuando la criatura hizo añicos la puerta de madera.

La muchacha no quería ni imaginar que habría sido de sus piernas de haberla alcanzado.

Pero no había tiempo para pensar. Aterrizó rodando y volvió a abalanzarse hacia la puerta resquebrajada, donde la criatura se abría paso entre los trozos de madera.

Sakura corrió por el pasadizo, torció a la izquierda y se precipitó escaleras abajo. Jamás conseguiría llegar viva a las ruinas, pero si corría lo bastante quizá pudiera alcanzar el sepulcro.

La bestia volvió a rugir y la escalera tembló. La ninja no se atrevió a mirar atras. Se concentró en sus propios pies, en no tropezar mientras descendía los peldaños como una exhalación hacia el relleno del fondo, iluminando por la luz de la luna que se filtraba desde la cámara funeraria.

Sakura llegó al rellano, corrió hacia la puerta del sepulcro y rezo a dioses cuyos nombres había olvidado pero que, con algo de suerte, tal vez no la hubieran olvidado a ella.

"Alguien quiso que bajara aquí el día de las pruebas. Alguien sabía que esto sucedería. Lia quería que lo viera... Para que pudiera sobrevivir"




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