12.

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A nuestro alrededor todo vuelve a estar en silencio y eso me hace recordar que seguimos en el Valle Inexplorado, un lugar peligroso y desconocido en el que, además, parece habitar algo que es capaz de jugar con nuestras mentes.

Miro hacia arriba buscando el sol y los árboles me tapan casi todo el cielo. En los escasos huecos vacíos cuelga esa masa grisácea que lo tiñe todo de suciedad.

-¿Qué hora crees que es?- le pregunto. Sin el sol como guía y después de todo lo ocurrido, me resulta imposible calcular cuánto tiempo ha pasado.

-No tengo ni idea- Imita mi gesto, pero acaba frunciendo el ceño.- Seguramente no tanto tiempo como nos ha parecido.-

Ya me imagino. Es como si llevara días aquí dentro.

De pronto, un nuevo sonido rompe el silencio del Valle. Se trata de algo conocido esta vez, aún así me sobresalto. Sobre nuestras cabezas estalla un trueno que recorre el cielo de un extremo a otro, haciendo que todo se tambalee.

Nunca he visto una tormenta desde fuera de la Base. Conozco el sonido de los rayos, aunque nos llegan muy amortiguados.

La verdad es que no me importaría ver cómo es...

-¡Molly!- Zach grita, pero los truenos son cada vez más potentes, los tenemos casi sobre la cabeza y me cuesta oírle.

Le miro y su expresión de preocupación me desconcierta.

-¿Qué? Sólo es una tormenta.-

-¿Y tú has visto alguna de verdad?-

Sabe que no ¿A qué viene esa pregunta?

Entonces, el trueno más poderoso de todos estalla, rompe el cielo sucio definitivamente y se desata una llovizna, floja al principio, pero que crece en pocos minutos. Son gotas gruesas y heladas que casi me hacen daño en la piel al golpearme.

-¡Tenemos que irnos de aquí!- exclama Zach.

Me llevo las manos a la cara para taparme los ojos. Vale, la tormenta todavía me resulta interesante, pero empieza a inquietarme.

-¿Y a dónde vamos?- le pregunto.- ¿A la Base?-

-¡No, sería imposible subir el Monte con tanto agua!-

-¡Entonces ¿Qué hacemos?!-

Ya estoy completamente empapada y solo han pasado unos minutos. Estoy congelada. Y sé que no debo demostrarlo porque eso solo pondría más nervioso a Zach y ya está bastante alterado.

No para de parpadear, mirando a todas partes. También esta empapado.

-¡Tenemos que buscar un lugar a cubierto!-

¿Un lugar a cubierto en el Valle? ¡Aquí no hay nada más que los árboles negros y un suelo aún más resbaladizo que antes!

El agua se me está colando entre la ropa y he empezado a castañear los dientes sin darme cuenta.

Y por desgracia, Zach lo ha visto.

-¡Vas a empeorar si no te encuentro un sitio resguardado!-

-No... no te preocupes-

-¡Claro que me preocupo!-

Sí, ya lo sé. Está a punto de darle un ataque.

En medio del caos de la lluvia, los truenos y los árboles que se agitan en todas direcciones; me fijo en Bolita. Sigue hecho un ovillo en sus brazos, su pelo rosado se ha mojado y enredado y no deja de temblar, como si también fuera a estallar.

Patrullas del ExteriorWhere stories live. Discover now