Patrullas del Exterior

15.

Estoy a punto de mirar a Zach cuando él echa a andar como si nada hacia nuestra Supervisora.

<<Tranquila. Mantén la calma>>

Me repito esas palabras mientras sigo los pasos de Zach, sin mirarle.

Nos detenemos ante Nora y de cerca veo que no solo esta seria, sino que también hay una importante dosis de furia apenas contenida en su mirada con la que nos recorre a ambos lentamente, antes de que los músculos de su rostro se tensen aún más. Entonces da un paso hacia nosotros y se cruza de brazos.

-Os habéis saltado el toque de queda, rompiendo una de las reglas más importantes de la Base. ¿Queréis decir algo antes de que avise al resto de Supervisores y dictemos un castigo?-

No pensé que fuera a ser tan directa y eso me deja en blanco.

Esperaba que Nora se dedicara a echarnos la bronca y amenazarnos con informar de nuestra infracción un buen rato, porque eso es lo que ella hace: le encanta asustar a los demás, jugando con ellos y su miedo.

Pero esta sinceridad y la falta de vacilación me llevan al pánico tan de golpe que no soy capaz de reaccionar.

Por suerte Zach sí.

-Tuvimos un accidente- le dice a Nora, al tiempo que le muestra la herida de su cabeza.- Por culpa de la tormenta el suelo estaba muy resbaladizo y me caí. Me golpeé la cabeza y estuve un rato inconsciente. Ese es el motivo de que nos hayamos retrasado.-

Vigilo la expresión de Nora. La explicación es bastante creíble, así que tal vez la convenza.

Sus ojos se estrechan, sin apartarlos de mi compañero. Lo mira con tal intensidad que no sé como Zach se resiste a apartar su mirada. No hace un solo gesto de duda.

Entonces Nora desvía la mirada hasta mi de golpe y yo siento que me encojo por dentro, como si me apuntara con un arma; cuando de pronto, me sonríe.

-Vaya... que explicación tan convincente- comenta. Descruza los brazos y los deja caer, aparentemente liberada de la tensión de hace un momento, pero algo me dice que está más alerta que nunca.- Aunque yo no me la creo. No obstante, seguro que convencería al resto de Supervisores, pues no hay indicios de nada más y ninguno de los dos tiene antecedentes de conducta inadecuada.-

Conducta inadecuada... se me está formando un nudo en la garganta tan grande que no me dejaría hablar aunque se me ocurriera algo que decir.

-¿Nos estas acusando de algo?- pregunta Zach.

Sigo sin mirarle, pero creo que suena muy tranquilo y eso me calma a mí también.

Nora le lanza una mirada de desprecio que parte de sus botas y le recorre entero hasta llegar a sus ojos.

-No me fio de vosotros dos- revela sin ningún pudor.- El trasladado y... tú- Casi hay más repugnancia cuando se dirige a mí que a Zach.- Os he estado observando y sé que os traéis algo entre manos.-

Nos ha estado vigilando... ¿Vigilando cuándo? ¿Y qué es lo que ha visto?

-No nos traemos nada entre manos- niega Zach, de nuevo con serenidad.- Nosotros solo hacemos nuestro trabajo.-

Nora sacude la cabeza sin borrar esa despreciable sonrisa.

-Sí... pero también hacéis algo más ¿No es cierto?- insiste ella.- Os he visto, cuando pensáis que nadie os mira.-

-¿Qué es lo que has visto?-

El tono de Zach ha sonado irremediablemente alterado. Era inevitable que tanto misterio le hiciera perder la paciencia y como consecuencia, no ha sonado tan respetuoso como debía y los ojos de Nora se encienden de ira.

-He visto como os miráis. El modo en que habláis entre vosotros. Os he visto tocaros... incluso, os he visto cogidos de la mano.-

El miedo más puro e irracional se apodera de mi ante esas palabras.

-¡Nada de eso es cierto!- exclamo tan alto que al momento noto un movimiento extraño en la mochila de Zach.

¡Mi grito ha despertado a Bolita! Oh no, lo que nos faltaba...

Nora me mira exclusivamente a mí, de hecho se me acerca tanto que noto el olor a moho que se ha adherido a ella debido a que nunca sale de la Base.

-¿No es cierto?- murmura en voz baja, aunque la oigo a la perfección.-¿Te atreves a negarlo?-

-Sí y yo también- salta Zach.-Porque es una mentira.-

Nora le mira y yo también. Habla con los dientes apretados y se mantiene tan rígido como una estatua. Y yo sé porque lo hace: ha notado que Bolita se ha despertado; pero quizás Nora piense otra cosa.

-Me pregunto qué actos repugnantes realizáis allá arriba, en los Montes, los dos solos y sabiendo que nadie puede descubriros- continua ella. Ahora toda su atención está puesta en Zach y eso no es bueno. Su mochila tiembla cada vez más y veo que por un hueco abierto de la cremallera asoma un poco de pelo rosa.- Fuiste tú quien quiso recolectar allí ¿No? Una petición muy arriesgada a no ser que tuvieseis intención de hacer otra cosa que no fuera buscar flores...-

-¡No!- grito a posta para atraer a Nora hacia mí, cosa que consigo.- No hemos hecho nada inadecuado ni aquí, ni en los Montes. Así que te ruego que no ensucies más nuestros nombres con insinuaciones de ese tipo.-

No sé de dónde he sacado el valor para decirle algo así a Nora y por el modo en que ella me mira, tampoco lo esperaba.

Es lógico que la imagen que tiene de mí sea la de una cobardica que nunca alza la voz, así que su sorpresa es comprensible. De no ser por Bolita jamás me habría atrevido a plantar cara a mi Supervisora. Y una parte de mí se siente orgullosa por este acto de valor.

Lamentablemente, la otra está esperando las terribles consecuencias de haber abierto la boca.

Nora aprieta los labios hasta que se transforman en una línea blanca, inflexible. No sé interpretar el resto de su rostro y eso me preocupa. Muy despacio, los despega para expulsar una bocanada de aire.

-No haré más insinuaciones- responde por fin.- Lo que haré será vigilaros aún más de cerca. No os quitaré los ojos de encima en ningún momento y ante el menor indicio que tenga, solicitaré a Sal que te realice su Examen- Con todas mis fuerzas intento mantenerme imperturbable, pero el pánico debe estar reflejándoseme en mi rostro porque Nora esboza una sonrisa tan amplia que veo las dos filas de dientes y parte de la encía. Después mira a Zach.- Y tú, ante la mínima sospecha de tu culpabilidad serás desterrado. No creas que volverás a tener la suerte de que te permitan esconderte en otra Base.-

¿Desterrar a Zach?

Recuerdo cuando hablamos de ello en la cueva, el miedo que me produjo esa posibilidad que parecía al mismo tiempo tan surrealista.

-Id a quitaros esa peste que traéis antes de pasar por el comedor- nos dice después de que su amenaza flote sobre nosotros unos segundos.- No quiero que amarguéis la cena a los demás.-

Ninguno contesta, así que Nora se gira y enfila el pasillo que lleva hacia la compuerta que lo comunica con el túnel principal. Antes de salir nos lanza una última mirada, pero ni Zach ni yo hemos movido un solo músculo.

Ni siquiera puedo respirar hasta que no la veo desaparecer del todo. Entonces sí, respiro tan hondo que tengo que cerrar un momento los ojos. Cuando los abro de nuevo y me vuelvo hacia Zach, este me planta la mochila con Bolita en los brazos.

-Escóndelo tú- me dice. No me mira a los ojos al decirlo, ni me da tiempo a contestar nada porque sale disparado por el pasillo sin volver la vista atrás ni una sola vez.

Y yo me quedo plantada con Bolita asomando su cabecita por la mochila mirando el nuevo espacio, con extrañeza.

Creo que está tan confuso como yo ahora mismo.