~Capitulo 12~

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Corrí a toda prisa tratando de que él no me alcanzara, pero era mucho más veloz que yo, ¿qué quería de mí?, Me preguntaba. De pronto, estaba en lo alto de una colina, el lugar se veía oscuro como la noche, no podía ver con claridad, pero si oír el sonido de mi teléfono.

*Tiene un nuevo mensaje.*

"No tienes adónde ir... Tarde o temprano te encontraré y te tendré sin importar en donde estés."   

— Hija...

Desperté de mi sueño extraño y lo primero que ví a mi derecha fué un bol con varias frutas rebanadas acompañado con un jugo de pera sobre una mesita.

— Me volveré loca si sigo encerrada en esta mansión. –Solté de pronto– ¡Agh!.

Llevé ambas manos a mi cabeza tratando de calmar el dolor pero sólo estaba empeorando.

— ¡Mi cabeza..!,¡me duele!. –Comencé a quejarme mientras mantenía los ojos cerrados–

"No puedes huir de mí."

— ¿Qué...? ¡Agh!.

"Ya estoy harta de tí. No seguiré huyendo... Sara tienes que irte... ¿¿Qué??, ¿¿Por qué..??,¡¡SARA LARGATE!!, ¡VETE CON TUS PADRES!...¡Juan no juegues así me asustas!, Sara escucha lo que te digo ¡¡huye!!,¡¡No me iré de aquí hasta que me expliques que sucede...!!"

— ¡¿¡¿Qué es esto...?!?!

Maldita sea!, ¡Yo no soy Juan!, ¡¡El verdadero viene por ti!!."

Las voces y los recuerdos se venían de choque trayendome un fuerte dolor de cabeza, pero esto significaba que ya estaba recordando casi todo. El dolor se detuvo y mi cerebro pudo descansar al fin pero con nueva información.

— Juan... Tengo que abrir esa puerta cuanto antes.

Decidida, me levanté de la cama y lo primero que hice fué examinar mi brazo enyesado, creo que ya estaba mejorando, sin embargo aún mantenía algunos moretones y heridas ya cicatrizadas que me hacían lucir de un aspecto de lo peor, o eso me imagino. 

Me tomé unos minutos para arreglarme poniéndome un vestido sencillo color amarillo floreado con unas zapatillas del mismo color y desayunar lo que pude para luego salir de la habitación, me acerqué a la puerta y tras tomar la manilla y girarla, esta se abrió con facilidad.

— Esta abierta. –Dije soltando una sonrisa–

Durante el recorrido, intenté recordar el camino que me guiaba hacía dicha puerta del cuál estaba prohibida su entrada, pero en vez de eso, me encontré con el que menos me esperaba volver a ver por el momento.

Apenas logré esconderme detrás de una pared cuando veo a Manuel salir de una habitación, "seguramente es de él" me dije, aguarde a la espera de que se fuera.

Cuando lo ví marcharse, me acerqué a paso apresurado y con cuidado abrí la puerta con lentitud hasta entrar y cerrar de nuevo.

Para su gusto diría que es un hombre un poco raro, toda la habitación era de color azul oscuro y negro, a comparación con el mío, este lucía masculino y escalofriante, lo que más me llamó la atención fueron varias fotos pegadas al rincón de una pared que estaba entre la cama y escritorio.

Me detuve a examinar cada una de ellas y me dí cuenta que todas eran fotografías de diferentes mujeres, la mayoría adolescentes de aproximadamente con la misma edad que yo. Los nervios se apoderaban de mi cuerpo, ¿quienes eran éstas jóvenes?, ¿y por qué Manuel las tiene de colección?. La mente se me congeló tras ver que entre las tantas que habían, estaba la de Bell Weather. ¿Qué hacía ella ahí?.

~CHAT DESCONOCIDO~Where stories live. Discover now