~Capítulo 15~

78 8 8
                                    

Sabiendo el tiempo que nos quedaba, Nathaniel y yo teníamos que darnos prisa en encontrar a Sara; Y, siendo una inexperta en el conocimiento de esta mansión, diría que tardaríamos una eternidad hallando a alguien en un laberinto de pasillos como buscando una aguja en un pajar; afortunadamente, no estaba sola, puesto que había una persona que estaba de nuestro lado y conocía este lugar a la perfección, y esa, era Marlyn.

•••

El plan de Max era excelente, puesto que me dió la idea que se me había pasado por alto, las catacumbas. Había olvidado dicho lugar subterráneo del cuál tenía años sin usarse.

Gracias a la idea de Adrien de tener comunicadores, podríamos saber sobre cualquier novedad o problema.

—¿Marlyn ya está todo listo? –pregunta Max.–

— Sí, que bueno que tenías el mapa guardado que te había dado hace tiempo. –Suelto una sonrisa mientras revisaba la hora– 06:48 pm.

Nos encontrabamos detrás de unos arbustos a pocos metros de la mansión; Adrien, Max y yo, aguardabamos a la espera de la noche, pues de esa forma los guardaespaldas no nos verían tanto entrar como salir. 

Al caer la noche, nos apresuramos al lugar evitando acercarnos al portón ya que de ese modo nos pillarian. Fuimos con cuidado contra los muros que rodeaban la mansión hasta llegar a la parte trasera dónde se encontraría la entrada hacía las catacumbas.

— ¿Belly me copias?. –Usé mi comunicador.–

Aquí fuerte y claro, tengo novedades para tí, tenemos media hora para ejecutar el plan. Escuchen, ustedes accedan a las catacumbas y traten de avanzar lo más rápido posible hasta llegar a la parte interna de la mansión. Cuando lo hagan, busquen a Sara, nosotros trataremos de burlar a Juan y al invitado inoportuno. Dense prisa, cambio y fuera. –Se corta la transmisión.–

— ¿Invitado inoportuno?. –Pregunta Adrien con extrañeza–

— Será mejor darnos prisa. –Digo para después presionar un bloque quien al mismo tiempo abre la puerta que nos permitiría bajar– Andando.

•••

Las cosas se estaban poniendo cada vez más extrañas de lo normal, pero no podía quedarme de brazos cruzados.

— De que salgo, salgo.

Busqué hasta dejar un caos por toda la habitación algo que me serviría salir de aquí, pero fué un fracaso, nada, absolutamente nada servía.

— Salvo...

Tomé un objeto pesado y cuando estaba por romper la ventana, Maryere entra como si nada y me observa de una manera confusa.

— ¿Qué tratas de hacer?.

— Lo lamento, pero ya no aguanto estar en este lugar.

— Entonces ten. –Me entrega una llave– eso te ayudará a salir de aquí, pero ten cuidado.

— Maryere ven conmigo, si lo haces sé que juntas saldremos de aquí.

A pesar de todo y lo poco que pasé con ella, le había agarrado cariño como si se tratara de mi abuela, una mujer como ella no merecía estar en este lugar con un vil asesino. Ella me miró con ojos de tristeza, pues sabía que no podía ir conmigo, ¿pero qué caso tenía estar aquí?.

— Por favor, venga conmigo, se lo suplico, no merece que sea tratada de esta forma y encerrada en este lugar para Siempre.

Traté de convencerla, pero mis esfuerzos fueron en vano.

— Mi niña, tienes una vida por delante, amigos que te están buscando y un futuro que aguarda por ti. Mis días de juventud culminaron hace muchos años, mi vida ya está hecha, ahora es tu turno de vivirla.

— ¿Pero qué le hace pensar que estar aquí le otorga una mejor vida o felicidad?

— Mi nieto.

— ¿Qué...?

— Juan es mi nieto. 

Sus palabras me helaron por completo, pero eso lo explicaba todo.

— C-como que su..

— Cuando mi hija murió, me hice cargo de él hasta un cierto tiempo. Nunca imaginé que mi nieto se convertiría en un asesino, igual que su padre.

— ¿Su padre también lo fué..?

— Le dije muchas veces a Emmily  que ese hombre no me convencía, pero ella jamás me hizo caso, y nunca se imaginó, que él mismo acabaría con su vida. Desde entonces, aquél hombre huyó con uno de sus hijos y abandonó el otro dejándome a mi el cargo de criarlo con tan solo apenas 2 años de edad. Y después de un tiempo, regresó y acabó con la vida de muchas personas en todo Belmont, no había paz desde entonces, hasta ahora que se estabilizo todo, pero no durará por mucho.

Las cosas que me contaba Maryere eran impresionantes,  esto último me hacía recordar la vez en que Nathaniel me había contado sobre un hombre que arrasó con la vida de muchas personas. Y estoy segura, de que ese hombre, era el padre de Juan quién ahora sigue sus pasos.

— Ahora debes irte, tus amigos te están esperando.

— ¿Qué a dicho? –estaba concentrada en mis pensamientos que no había escuchado sus palabras–

— Tus amigos están aquí, lo sé. Ahora date prisa y alcanzalos.

"No puedo creerlo, ¡realmente vinieron por mí!"

— Maryere... Sé que es tu familia, pero después de lo que has hecho por mí, estoy segura de que te hará daño, y no le importara si eres su abuela o nana.

— No te preocupes por mí, ahora ve mi niña.

Después de esto sabía que no la volvería a ver, así que con lágrimas en mis ojos la abracé con ternura y tristeza. Ella hizo lo mismo, antes de poder irme dejé mis últimas palabras en ella como símbolo de un recuerdo inolvidable: "Jamás te olvidaré..."

~CHAT DESCONOCIDO~Where stories live. Discover now