URSS

443 55 21
                                    

Eris- ¿Qué con ese nombre?
Autor- Es mi novela y puedo hacerlo.
Eris- Bueno, pero luego sacas un capítulo entero para mi sólita.
Autor- Lo pensaré.

(Nota para el público. No estoy loco)

-Ahh.

-...

-Ahhh.

-...

-Ahhhh, más fuerte.

-Eres muy muy traviesa.

No podía creer que estuviera haciendo otra vez esto con Mavis.

Ella me tenía amarrada, con los brazos hacia arriba y a la orilla de la cama mientras golpeaba mi trasero. Lo más extraño, es que yo le había encontrado el gusto, así que esperaba otro golpe, pero en su lugar, ella me soltó.

-¿Qué sucede? -respondí al caer en cuatro patas.

-Hoy jugaremos un nuevo juego -respondió mientras se sentaba en la cama con las piernas abiertas-. Tendrás que complacerme sin usar tus manos.

Me mordí el labio divertida y comencé a gatear hacia ella.

TOC TOC.

La puerta se escuchó.

-¿Qué sucede?

-Mi reina, llegó un comunicado urgente de Betherlord -respondió un mensajero sin abrir la puerta.

-Déjame adivinar, quieren una indemnización por la ciudad Worm y algo de gente o se unirán a Conqueror, Biznu, Cart-on y a la Reina Mara para invadirnos -respondí aburrida.

-Emm, si.

-Y también quieren que muestre de una vez la cara y me presente ante el Rey Román.

-Eso es correcto.

-Ya conoces la respuesta, regresa -actualmente estaba celebrando la victoria contra Burgundi y Mavis me esperaba, así que no perdería el tiempo en negociaciones que de cualquier modo no aceptaría.

-Solo quisiera que Bella nos acompañara -mencionó Mavis repentinamente-. Parecía interesarle este tipo de juego

-Lo sé, pero dijo que se encerraría a meditar para poder ayudar a terminar la guerra y buscar al asesino de su padre, quién debe ser un mago divino muy poderoso para evadir a su madre.

Mavis cerró las piernas y tomó una posición cómoda en el respaldo de la cama.

-Sabes que fue su madre ¿Verdad?

-¿Cómo...?

-Porque esa mujer es impulsiva y egoísta y si yo llegué a esa conclusión tras pensar unos días, seguramente tu lo hiciste enseguida.

Me quedé en silencio durante unos segundos sin recibir presión de la aracne.

-No se que hacer. Debería decirle, pero...

-Ven aquí.

Hice caso al gesto de Mavis y finalmente me abrazó contra su pecho.

-Desde que soy una persona, he aprendido que los humanos no aceptan verdades que no quieren conocer si no hay ninguna prueba...

Hay algunos que aún con las pruebas se niegan a aceptarlas. Puedes decirle a Bella, pero su madre es todo lo que tiene además de nosotras y sin pruebas suficientes, sería cómo amarrar sus brazos mientras dos centauros jalan de ellos.

-¿Entonces debo quedarme callada?

-Debes esperar hasta encontrar alguna pista que confirme o desacredite tus sospechas.

Reina Salvaje (Volúmenes 15 - 17)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora