Devoradora De Esencias

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Autor.

Quienes tengan su wattpad actualizado, habrán visto la nueva portada del libro; esa es la razón por la que he adelantado capítulo el día de hoy.

Me enviaron un nuevo dibujo que me gustó tanto que decidí ponerlo de portada y a su vez, será la imagen que ilustre el tomo de la ciudad de los esclavos.

Se las pondré al final, así que no olviden dejar sus comentarios y darle amor al símbolo de la estrellita.

Saludos.

—Tantas luces de colores... Es tan hermoso.

—Bella, concéntrate, nos están atacando —no me imaginaba cómo se veían las cosas a través de los ojos de mi esposa, pero debería ser algo equivalente a presenciar un gigantesco acuario repleto de medusas de colores fluorescentes. Aún así, esto era una pelea y nosotras observábamos desde una víscera en la muralla como se produciría.

—Mi reina, están tomando posiciones para rodear por completo el puesto de avanzada —indicó uno de mis generales observando también desde más arriba.

—Deja que lo hagan —fueron mis palabras.

Escencialmente, la estrategia de los Manaeos era buena; nos rodearían y haciendo uso de sus números, nos encerrarían en un gigantesco círculo que sólo se reduciría más y más hasta cubrir las salidas y finalmente atravesar la muralla. Con sus poderes, saltarla en coordinación no debería ser difícil.

A pesar de todo, había una debilidad en su táctica y era que estaban dividiendo sus fuerzas en la circunferencia de mi base; podría enserio funcionar si sus números fueran abrumadores y sus guerreros poderosos, pero ahora que no éramos sólo unos cientos de personas como ellos creían...

Dejé que se separaran.

—¡Atacantes de la vida, rompedores de tradiciones! humanos egoístas que sin pertenecer a este continente, vinieron a perturbar su equilibrio.

Entreguense, dejen sus armas y les prometemos piedad —tan detractores como eran, enviaron un mensajero a disuadirnos de cualquier intento de enfrentarlos.

Levanté la mano y las puertas se abrieron.

Un soldado bajo mi mando, un hombre lobo en el rango uno, avanzó solitario por el humbral con una esfera en mano.

—Tengo una petición de la reina.

Complacido por la falsa creencia de que nos rendiríamos y sólo buscaba una condición, el mensajero de los Manaeos, luciendo su cuerpo magenta y cabello cambiante de tonos, guió a mi guerrero hasta donde empezaba su formación.

Los líderes estaban detrás; fue abierta una grieta para que mi enviado pasara, ellos tampoco querían una pelea larga y costosa en vidas.

—Eso es... Tomen el caballito, es un regalo —me dije ahora observando con unos binoculares.

Mi guerrero penetró en la formación y divisó a los líderes... O así parecía; con la distancia, era difícil para mí distinguir entre tantos colores tan parecidos. Un brillo emanó del orbe en su mano y primero decenas, luego cientos y después miles de mis hombres comenzaron a aparecer, aparentemente corriendo sin control hacia izquierda y derecha, pero mi orden ya estaba clara en sus mentes y ellos ya habían sido alineados.

La formación de los Manaeos comenzó a caer como fichas de dominó, abriendo el círculo más y más mientras ellos no sabían que pasaba. Los primeros cayeron ante las armas de mis guerreros, que eran en su mayoría espadas sin filo y objetos contundentes como martillos de batalla, mazas y demás, todo para reducir las víctimas como prometí a Lilac.

Reina Salvaje (Volúmenes 15 - 17)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora