*Xenophilius Lovegood*

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No había esperado que la cólera de Hermione se apaciguase durante la noche, por lo que no me sorprendió que a la mañana siguiente se comunicase principalmente con miradas desagradables y silencios mordaces.

Ron respondió manteniendo un comportamiento sombrío poco natural en su presencia, como un signo externo de continuo arrepentimiento.

De hecho, cuando los cuatro estábamos juntos, me sentía como la única no afligida en un funeral al que habían acudido pocas personas.

-Alguien nos ayudó. Alguien envió a esa cierva. Alguien está de nuestro lado. ¡Un Horrocrux menos!- Sin embargo, durante los pocos momentos que Ron pasaba a solas con Harry y conmigo (recogiendo agua y buscando champiñones en la maleza), Ron se volvía descaradamente alegre.

Alentados por la destrucción del guardapelo, nos pusimos a debatir sobre las posibles localizaciones de los otros Horrocruxes, y aunque habíamos discutido el asunto antes con tanta frecuencia, me sentía optimista, segura de que más descubrimientos importantes seguirían al primero.

El enfado de Hermione no podía estropear mi humor optimista, el repentino aumento de mi suerte, la aparición de la misteriosa cierva, la recuperación de la espada de Gryffindor, y por encima de todo, la vuelta de Ron y mis conversas secretas con Draco me hacían tan feliz que era bastante difícil mantener una expresión seria.

Harry y yo finalmente habíamos conseguido contarle a Ron la historia completa de los distintos sucesos que habíamos vivido junto a Hermione, hasta todo lo sucedido en el Valle de Godric.

Ron ahora estaba informándonos de todo lo que había descubierto sobre el amplio mundo mágico durante esas semanas que había estado fuera.

-... y cómo descubristeis lo del Tabú?- nos preguntó después de explicar los muchos intentos desesperados que hacían los hijos de muggles para evitar al Ministerio.

-¿El qué?- dije sorpendida.

-¡Habéis parado de decir el nombre de Quien-tú-sabes!- dijo Ron, aliviado.

-Oh, sí. Bueno, es simplemente un mal hábito en el que hemos caído. Pero no tenemos problema en llamarle V...- Ron cortó de inmediato a Harry.

-¡NO! El nombre ha sido maldecido, ¡así es cómo rastrean a la gente! Usar su nombre rompe encantamientos protectores, causa algún tipo de perturbación mágica... ¡así es como nos encontraron en Tottenham Court Road!- dijo Ron.

-¿Porque usamos su nombre?- pregunté incrédula.

-¡Exacto! Hay que reconocerles el mérito, tiene sentido. Era sólo la gente que se tomaba en serio lo de hacerle frente, como Dumbledore, la que se atrevía a usarlo. Ahora que le han puesto un Tabú, cualquiera que lo diga puede ser rastreado... ¡una manera rápida y fácil de encontrar a miembros de la Orden! Casi pillaron a Kingsley...- dijo Ron.

-¿En serio?- pregunté sorprendida.

-Sí, un grupo de mortífagos lo acorralaron, según dijo Bill, pero consiguió escapar. Huyó, justo como nosotros. ¿No crees que pudo ser Kingsley el que nos mandó esa cierva?- preguntó Ron pensativamente.

-Su patronus es un lince, lo vimos en la boda, ¿recuerdas?- preguntó Harry, con posado obvio.

-Oh, sí...- dijo Ron.

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-Hay un programa, que cuenta las noticias como realmente son. Todos los demás están del lado de Quien-tú-sabes y están siguiendo la línea del Ministerio, pero este... espera a escucharlo, es genial. Salvo que no pueden hacerlo todas las noches, tienen que cambiar continuamente de localización por si les hacen redadas, y se necesita una contraseña para sintonizarla... El problema es que me perdí la última.- dijo Ron encendiendo la pequeña radio que llevaba encima.

La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //7//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora