*El cuento de Los Cuatro Hermanos*

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-¿Las Reliquias de la Muerte?- preguntó Harry, con aspecto de no haber entendido, justo como Hermione y como Ron.

-Eso es. ¿No habéis oído hablar de ellas? No me sorprende. Muy, muy pocos magos creen en ellas. Como esos jóvenes cabezaduras en la boda de vuestro hermano, ¡me atacaron por ostentar el símbolo del bien conocido Mago Oscuro! Que ignorancia. Al menos no hay nada Oscuro en las Reliquias, no en esencia. Uno simplemente utiliza el símbolo para mostrarse a sí mismo ante los otros creyentes, con la esperanza de que puedan ayudarle en la Búsqueda.- dijo el señor Lovegood.

Dejó caer varios terrones de azúcar en la infusión gurdirraíz y bebió un poco.

-Lo siento. De verdad, todavía no lo entiendo.- dijo Harry, mientras yo tomaba un sorbo de mi taza, por educación.

Cuando me acerqué la taza a mi boca, la alejé inmediatamente al olerla, era demasiado dulce para mí.

-Bueno, verás, los creyentes buscan Las Reliquias de la Muerte.- dijo Xenophilius lamiéndose los labios con evidente aprecio a la infusión de Gurdyroot.

-¿Pero que son Las Reliquias de la Muerte?- preguntó Hermione.

-¿Doy por supuesto que todos ustedes están familiarizados con "El Cuento de los Cuatro Hermanos"?- Xenophilius dejó a un lado la vacía taza de té.

Harry dijo. "No", pero Ron, yo y Hermione dijimos "Sí".

-Bueno, Bueno. Sr. Potter, todo esto empieza con "El Cuento de los Cuatro Hermanos"... Tengo una copia en alguna parte...- Xenophilius asintió con seriedad hacia Harry.

-Yo tengo una copia, Señor Lovegood, la tengo aquí mismo.- Y Hermione sacó Los Cuentos de Beedle el Bardo del pequeño bolso de cuentas.

-¿El original? En fin, ¿por qué no lo lee en voz alta? Es la mejor forma de asegurar que todos lo entendemos.- dijo el señor Lovegood.

-Había una vez cuatro hermanos que viajaban al atardecer por un camino solitario y sinuoso.- dijo Hermione nerviosa, empezando a leer el cuento.

-A medianoche, mamá siempre nos lo contaba así.- dijo Ron, que había extendido los brazos detrás de la cabeza para escuchar.

Hermione le lanzó una mirada de enfado.

-¡Lo siento, creo que es más espeluznante si es medianoche!- dijo Ron.

-Sí, porque necesitamos realmente un poco más de terror en nuestras vidas.- dijo Harry antes de poder contenerse.

-Continúa, Hermione.- Xenophilius no parecía prestar mucha atención, sino que miraba fijamente el cielo a través de la ventana.

-Con el tiempo, los hermanos alcanzaron un río demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Sin embargo, estos hermanos habían aprendido las artes mágicas, y con el sencillo ondear de sus varitas hicieron aparecer un puente sobre el agua traicionera. Iban ya por la mitad del puente cuando encontraron el paso bloqueado por una figura encapuchada. Y la Muerte les habló...- la chica siguió con la historia.

-Perdón, pero ¿La Muerte les habló?- interrumpió Harry.

-¡Es un cuento de hadas Harry!- exclamé indignada.

-De acuerdo, lo siento, sigue.- se disculpó Harry.

-Y la muerte les habló. Estaba enojada por que le hubieran sido escatimadas cuatro nuevas víctimas, ya que los viajeros normalmente se ahogaban en el río. Pero La Muerte era astuta. Fingió felicitar a los cuatro hermanos por su magia, y dijo que cada uno de ellos había ganado un premio por haber sido lo suficientemente listos como para engañarla. Así el hermano mayor, que era un hombre combativo, pidió la varita más poderosa que existiera, una varita que ganara siempre en los duelos para su dueño, ¡una varita digna de un mago que había vencido a la Muerte! Así que La Muerte cruzó hasta un viejo árbol de Sauco en la ribera del río, dando forma a una varita de una rama que colgaba, y se la entregó al hermano mayor.- dijo Hermione.

La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //7//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora