17.

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Eso que estaba sobre su pupitre era definitivamente mierda de perro. Y de un perro que había estado mal del estómago.

— ¡Danbi! — Gritó, con rabia.

— ¡No he sido yo, imbécil! — Se defendió la rubia, sin dejar de reír.

— ¿Entonces quién ha sido? ¡La única que tiene tanta imaginación para hacer idioteces así eres tú!

En ese momento Jaemin entró al salón acompañado de Mark. Ambos, al observar y comprender la situación, comenzaron a partirse de risa.

— ¿No te has aguantado hasta ir al baño, Dongsook? — Dijo Mark, tapándose la nariz.

— Fuiste tú. — Adivinó Donghyuck.

— ¿Qué te hace pensar eso? — Mark sonrió con arrogancia. Donghyuck lanzó una risa sarcástica.

— Eres el único después de Danbi que es tan idiota como para hacer esto. — Mark volvió a reír.

— ¿Y qué si he sido yo? — Lo desafió, recargando todo su peso en una pierna mientras que se cruzaba de brazos, observándolo con superioridad.

— Me las pagarás. — Concluyó Donghyuck, retirándose del salón en búsqueda de algo para limpiar su pupitre, sin dejar que Mark responda.

— Esperaré ansioso. — Dijo él, aunque sabía que Dongsook no podía oírlo.

Y, al final, sí se las pagó.

Cuando volvieron del receso, Mark encontró su silla y pupitre embarrados con el excremento que había dejado en el lugar de Dongsook.

— ¡Lee Dongsook! — Gritó, su voz sonando tan grave que le puso la piel de gallina a más de uno en el salón.

— ¿Sí~? — Canturreó Donghyuck. Mark caminó hacia él, empujando a cualquier persona y objeto que se le atravesaba en el camino.

— ¿Pero qué mierda te crees que estás haciendo? — Gruñó.

Donghyuck miró hacia sus manos en las que sostenía un libro y un resaltador, y luego volvió a mirar hacia Mark.

— ¿Resaltando palabras claves en el libro? — Dejó ambas las cosas en su pupitre y se puso de pie. — Se hace para poder estudiar mejor, deberías intentarlo. — Esbozó una sonrisa ladina. — ¿Sabes lo que es estudiar?

— Déjate de bromas, niñita. — Soltó, sintiendo que su pulso temblaba debido a la ira.

— ¿"Niñita"? — Repitió, incrédulo, Donghyuck. Pasó su lengua por el interior de su mejilla y labio inferior, para luego morder éste último.

Mark volvió a sonreír, feliz ante el hecho de estar haciéndolo enojar.

— Así es, niñi-

— Escúchame. — Lo interrumpió, logrando que todos en el curso contengan la respiración. — Hasta ahora han sido todas bromas estúpidas, así que te lo advierto antes de que se vuelva algo serio — Hizo una pausa para mirarlo a los ojos, desafiándolo y haciéndole frente. — Comienza a respetarme antes de que me termines de cansar.

— ¿Crees que me asustaré por tu amenaza? — Mark lanzó una risotada. — ¡Eres una niñita debilucha que nada puede hacer contra mí! No has podido hacer nada en dos años, ¿Crees que puedes hacer algo ahora? — Donghyuck también rió.

— El que avisa no traiciona. — Finalizó entonces, para luego salirse del salón.

Se ausentaría de las siguientes clases, luego daría alguna excusa que los profesores no creerían pero tendrían que aceptar de igual manera.

GENDER BENDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora