25.

6.3K 1K 1.1K
                                    

— ¿No crees que exageraste un poco al reaccionar así? — La voz de Mark llegó a sus oídos.

— Imagínate a tu hermana teniendo sexo, sexo anal y sexo oral con tu mejor amigo. — Donghyuck clavó su mirada en los ojos de Mark. — Y luego respóndete a ti mismo.

Mark apretó los labios.

— Vale. Tienes razón. — Admitió. — Pero aun así creo que estuvo mal el que te hayas ido así como si nada. — Mark se encogió de hombros bajo la mirada de Donghyuck. — Tus amigos no tenían la culpa de nada, ¿Sabes? Y los trataste como mierda para luego dejarlos ahí.

— ¡Lo sé, lo sé! — Donghyuck despegó su mirada de Mark y se llevó ambas manos a la cabeza para despeinarse con brusquedad. — Soy demasiado impulsivo.

Demasiado es poco.

— ¿Quieres morir?

— ¿Quieres doritos? — Esquivó la pregunta.

— ¡Tú y tus benditos doritos! — Gritó exasperado.

— ¡Son ricos! — Extendió la bolsa. — Me comí yo solo la otra bolsa, nadie me prestó atención cuando ofrecí.

Donghyuck lo miró con recelo.

— ¿Son los extrapicantes? — Preguntó con timidez y poniendo morritos.

— Son los extrapicantes. — Confirmó Mark, relamiéndose los labios y asintiendo.

Donghyuck imitó la acción de relamerse, bajando su mirada hacia los doritos y sintiendo cómo su boca se hacía agua. Cuando estuvo a punto de extender la mano para tomar un dorito, sacudió su cabeza.

— ¿¡Se puede saber por qué mierda me has seguido!? — Exclamó, desviando su mirada.

Por algún motivo habían acabado en algún otro parque, muy lejos de donde se habían encontrado todos: Donghyuck abandonó a Doyoung, Jaehyun y Youngho; y Mark abandonó a Jaemin.

— ¿Por qué no hacerlo? — Mark sonrió mostrando sus dientes y acercándose a él.

— ¿Quieres que te deje un ojo morado? — Donghyuck retrocedió.

La sonrisa de Mark se borró, recordando que había quedado en el hospital gracias a los puños del muchacho que acababa de amenazarlo. Finalmente, retrocedió negando con un rostro de miedo.

— Pero bueno... — Habló Mark después de un silencio. — ¿Sabes dónde estamos?

— Ni puta idea. — Respondió el menor de los dos, con un tono de voz neutro y clavando la mirada en algún lugar.

— ¿Estás seguro que no quieres doritos? — Insistió Mark, luego de otra pequeña pausa.

Donghyuck lo miró con odio, y cuando Mark estuvo a punto de guardar la bolsa de doritos en la mochila que llevaba, se la sacó de la mano.

— Ahora son míos. — Dijo, levantándose del asiento en donde estaban y comenzando a caminar dándole la espalda.

Mark no pudo evitar sonreír ante esa acción que consideró tierna. Se puso de pie él también y corrió hacia Donghyuck. Una vez a su lado, comenzó a caminar a la par.

Caminaban sin dirigirse la palabra por las calles de Busan, siendo el silencio interrumpido únicamente por el sonido ambiental y el crujir de los doritos en la boca de Donghyuck.

— ¿Me das uno? — Preguntó en un momento Mark.

— ¿Sigues aquí?

— Sí, sigo aquí. ¿Me das uno? — Insistió.

GENDER BENDERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora